Itongadol.- El embarazo puede ser una etapa estresante. Un nuevo estudio publicado en la revista “Cell Metabolism”, muestra un vínculo causal entre el estrés prenatal y el inicio de los trastornos alimentarios, en particular el trastorno por atracón, en la vida del niño.
El estudio, realizado sobre ratones por científicos del Instituto Weizmann de Ciencias de Israel, también reveló una buena noticia: Los investigadores fueron capaces de prevenir el inicio de un trastorno alimentario compulsivo al alimentar a los ratones con una dieta rica en ácido fólico y vitaminas B.
La exposición moderada al estrés durante el embarazo no es negativa, según el equipo de investigación dirigido por el profesor Alon Chen, jefe del departamento de neurobiología del Weizmann. De hecho, tiene un buen sentido evolutivo, proporcionando a las madres una manera de comunicarse con sus hijos no nacidos sobre el mundo en el cual están a punto de emerger.
El estrés, por ejemplo, puede indicar al embrión que nacerá en un área con escasa disponibilidad de alimentos y que debería disminuir su tasa metabólica. El problema surge cuando un niño con tal "programación" llega a una cultura con una abundancia de alimentos ricos en calorías, como es el caso en gran parte del mundo desarrollado. El desajuste puede conducir a la obesidad.