Itongadol.- En el marco del 110 aniversario del Comité Judío Americano (AJC, por sus siglas en inglés), la directora del Instituto de Asuntos Latinos y Latinoamericanos de la organización, Dina Siegel, dialogó con Iton Gadol sobre los desafíos que enfrentan a futuro: “En Estados Unidos, y en todos lados, estamos viendo el surgimiento del populismo. Queremos entender qué está sucediendo y cómo podemos estar preparados”.
Se están cumpliendo 110 años del AJC, ¿los pilares fundacionales, a la distancia, siguen siendo solidos?
Absolutamente. Fue la primera vez que la comunidad judía americana se organizó para apoyar a judíos fuera de Estados Unidos. Fue la primera vez que la comunidad judía peticionó a su gobierno para que ayudara a sus correligionarios fuera de los Estados Unidos. Eso sigue siendo algo sumamente importante y central para el AJC. Pero, además, hay una dimensión universal que yo creo que hace al AJC una organización de interés. Ahí está este juego entre lo particular y lo universal. Los fundadores del AJC entendieron perfectamente que para abogar a favor de las comunidades judías del exterior tenían que abogar a favor de otras minorías. Tenía que haber las condiciones que permitieran a todas las minorías poder vivir en ciertas sociedades mayoritarias. Uno de los pilares del AJC es el sentido de solidaridad con otras minorías, en todo el tema de derechos humanos, de derechos civiles. Ese pilar sigue siendo muy importante más que nunca en el mundo que estamos viviendo.
Si bien la esencia es la misma, ¿el AJC se aggiornó? ¿Hay cuestiones nuevas, como por ejemplo lo que usted preside en particular en Latinoamérica?
Obviamente, cuando surge el Estado de Israel, en ese momento Israel se vuelve parte del mandato importante del AJC. O sea, asegurar que Israel pueda vivir en paz y en seguridad. Pero estos son los pilares importantes. AJC ya no es una organización doméstica, es una organización que creció inmensamente a nivel global. Empezó como una organización americana, ahora es una organización global: digamos claro que esto cambió. Creo que el gran logro del AJC es que ha sabido adaptarse a los tiempos cambiantes, ha sabido leer momentos y las oportunidades y adaptarse en ese momento para poder implementar mejor su mandato. Hoy por hoy, yo creo que AJC además genera una visión global antes de que la globalización se hiciera presente. Se adelantó al tema de los derechos humanos y derechos civiles. En 1906 todo el contexto de los derechos humanos todavía no existía: fue realmente un producto de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, uno de nuestros presidentes fue responsable de la creación del Comité de Derechos Humanos.
También está el cuidado de los judíos en el mundo…
Nosotros tuvimos una oficina en la Argentina en 1947 y nos tuvimos que ir en 1976 por la dictadura. Nosotros estamos en la Argentina y en la región. Tenemos una oficina en México también, o sea que nuestra relación con América Latina se remonta 60 años atrás, mucho tiempo atrás. Tenemos representación en San Pablo, pero el hecho de que no estemos ahí físicamente no ha implicado que nos hayamos ausentado, al contrario. Y ahora el Instituto nos da muchísimos elementos para ayudar mejor a la comunidad. Pero al mismo tiempo estamos tratando de promover, vuelvo a lo universal, relaciones cercanas, bilaterales, entre Iberoamérica (porque España y Portugal son parte de nuestro portafolios), Estados Unidos e Israel. Es muy importante.
Nosotros consideramos que los judíos estamos insertos en el mundo y tenemos que asegurarnos que el mundo sea mejor para los judíos y los demás.
Con respecto a su participación en el AJC, ¿qué ha ocurrido en los últimos 11 años?
Creo que en América Latina, por un lado, estamos viendo que el péndulo se está moviendo para el otro lado. Estamos viendo gobiernos más responsables, más sensatos. Están surgiendo en distintos países que entienden perfectamente que crearon una comunidad de naciones y una región donde no prime la retórica populista, donde se pueda trabajar con todo el mundo, promover, celebrar y defender las diferencias es importante, que el antisemitismo no tenga ningún tipo de asidero u otro tipo de racismos. En sí, estamos viendo muy buenas tendencias en América Latina, lo cual es muy bueno para las comunidades y es muy bueno para las sociedades en general. En ese sentido, nos congratulamos por que eso suceda, eso no quiere decir que América Latina esté exenta del impacto de las tendencias globales. Medio Oriente está muy presente en América Latina. Puede ser a través de comunidades, como en Chile, comunidades palestinas que son tremendamente proactivas y agresivas; o puede ser porque para Irán, América Latina sigue siendo una región estratégica muy importante, como lo vimos recientemente con la visita del canciller iraní a la región. Además, sabemos que existen células que no sabemos exactamente el alcance pero a lo mejor, están en connivencia con algunos grupos criminales. Ese es un reto también tremendo para América Latina, todo lo que estamos viendo en términos de las mafias, de los grupos criminales que están proliferando por toda la región: drogas, trata de blancas, etcétera. Eso es muy importante.
Mirando un poco hacia el futuro, ¿qué es lo que se avecina o el desafío?
América Latina no está exenta, en este mundo interdependiente todo nos afecta. Todo lo que está pasando en el mundo nos afecta a todos. Esta arquitectura global que tenemos nos permite tener una lectura muy importante. Nos hemos visto a nosotros mismos como un conector. No somos representantes, somos un conector de las distintas comunidades, un vehículo para compartir, poder apoyarnos en una comunidad latinoamericana e iberoamericana relativamente pequeña. Creemos que podemos defendernos unos a otros, ser más fuertes frente a distintos gobiernos o centros de poder. Esa es la labor que nosotros vamos a poder seguir jugando. Ahora, va a estar nuestro Foro estratégico en Miami nuevamente, vamos a tener la representación de todas las comunidades como lo hemos hecho año a año. El año pasado lo hicimos por motivo del aniversario en México, pero obviamente que nuevamente vamos a tratar de pensar juntos, justamente, en un momento en que todos los esquemas tradicionales políticos están totalmente resquebrajados. En Estados Unidos y en todos lados, estamos viendo el surgimiento del populismo, en Europa tienen tendencia a este sistema. Queremos entender un poquito qué está sucediendo y cómo podemos estar preparados. Ver cuáles han sido alguna de las prácticas de este año que han sido exitosas en la región para que aprendamos de ellas, y cómo podemos realmente elaborar estrategias para el futuro, porque se nos vienen momentos complicados. Vamos a tratar de entender también cuál fue el impacto de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en Israel y Latinoamérica.