Itongadol.- En Buenos Aires se eligió este pasado 26 de noviembre para celebrar este día y su clásica Marcha del Orgullo.
¿Pero qué se festeja en la llamada Marcha del Orgullo?
A menudo, se escucha al pasar… ¿Orgullo de qué sienten los homosexuales? ¿Por qué es necesario salir por las calles, en una multitudinaria marcha, bajo distintas consignas para exigir ser escuchados?
Con el correr de los años, hemos aprendido que una manera de visibilizar las minorías es dando ese paso de decir somos nosotros, acá estamos y queremos los mismos derechos. Este colectivo LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y trans) como generalmente somos llamamos, es el mismo que en primer lugar siente la discriminación en sus propios hogares, donde la contención en el marco familiar generalmente es la última en llegar, o en otras familias jamás son aceptados. De ahí es que surge la necesidad de salir a marchar y pedir ser reconocidos como el resto de los ciudadanos.
Los mismos nombres, los mismos derechos, igualdad de oportunidades, es también sabido que, en movilizaciones como ésta, se confunde con otros reclamos políticos, pero claro está que todas las personas que asistimos, salimos en pos de igualarnos como ciudadanos de un mundo donde no nos importe ni raza ni religión ni orientación sexual.
En esta oportunidad, la convocatoria principal fue “Ley Antidiscriminatoria Ya”, y si bien se pidieron otras necesidades sociales, creemos que abre el debate en temas que en muchas oportunidades son ignorados o poco hablados en nuestros medios.
En JAG, estamos siempre brindando herramientas para que aquellas personas e instituciones que desean trabajar el tema de la inclusión, entendiendo que ser una minoría dentro de otra minoría no es fácil, como judíos hemos sido muchas veces rechazados y discriminados, pero aprendimos a escuchar y entender que no todos pensamos igual, y que desde ahí podemos construir espacios comunitarios donde todos se sientan orgullos de estar y pertenecer.