Itongadol.- En el club de campo del Círculo Social Hebreo Argentino (CSHA), ubicado en la localidad de Canning, partido de Esteban Echeverría de la provincia de Buenos Aires, se llevó a cabo la inauguración de un nuevo Beit Hakneset (sinagoga) en el marco de una alegre y significativa fiesta.
Este domingo en horas de la tarde, la fiesta se realizó junto a los socios de la institución e invitados especiales, entre los que se contaban el presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban; el presidente en ejercicio de la AMIA, Ralph Thomas (Tommy) Saieg, y numerosos rabinos y dirigentes de instituciones hermanas.
Varios Sifrei Torá (Rollos de la Torá) fueran traídos desde su anterior ubicación hasta la entrada del nuevo Beit Hakneset por socios de la institución, mientras el resto de los asistentes a la ceremonia bailaban a su alrededor, y lentamente fueron ingresados a Heijal (Arca Sagrada) donde se los guarda. También se procedió a la colocación de la Mezuza en la puerta de ingreso del Beit Hakneset.
El presidente de la institución, Gustavo Sakkal, saludó a todos los que asistieron a ese emotivo acto, entre ellos el intendente del partido de Esteban Echeverría, Fernando Gray.
Invitado a saludar a los presentes, Gray, luego de resaltar la importancia de que el partido de Esteban Echeverría tenga su sinagoga, manifestó: “Me alegra mucho acompañarlos, somos vecinos de largas temporadas, nos unen lazos afectivos y culturales de mucho tiempo. Esteban Echeverría tiene 103 años y estamos todos muy integrados. Es muy lindo, gratificante, y un orgullo vivir todos juntos, con personas de distintos orígenes y religiones. Esta colectividad – como dice nuestro Papa – son nuestros hermanos mayores, lo reconocemos y trabajamos juntos”.
A continuación, el rabino Isaac Sakkal explicó el origen y la significación de colocar la Mezuza, pasándose luego a cortar las cintas simbólicas que marcaron la inauguración oficial del Beit Hakneset, momento del que participaron Gustavo Sakkal, el intendente Gray, Ariel Cohen Sabban y Tommy Saieg, entre otros.
Mientras se invitaba a los presentes a culminar la escritura de un nuevo Sefer Torá, escribiendo una letra del mismo, el presidente del Círculo Social Hebreo Argentino se dirigió a los presentes muy emocionado tanto por el hecho de que se estaba cumpliendo un sueño en el que los miembros del Círculo trabajaron durante varios años, como por el hecho de que el Heijal del nuevo Beit Hakneset estuviera dedicado a la memoria de su padre.
Sakkal, luego de agradecer la presencia de los rabinos, de los dirigentes de las instancias centrales comunitarias y de diversas instituciones que denominó “hermanas”, se refirió a quienes lo acompañan en el Círculo: “Es difícil la tarea comunitaria, pero cuando uno tiene el lujo y la suerte de hacerla con gente de corazón tan noble, como me pasa a mí en esta institución, es para mí un orgullo juntarme con ellos día a día y poder compartir la tarea. Son gente de un corazón noble, puro, que tienen algo que no se enseña en ninguna clase para dirigentes, que es poner por delante el bien institucional al bien personal”.
Sobre la inauguración del nuevo Beit Hakneset, Sakkal manifestó: “Celebramos y agradecemos poder llegar a este momento, la verdad es que no son muchas las oportunidades de construir e inaugurar un Beit Hakneset. Esta es una obra que cada uno de ustedes tiene que sentir como propia, ya que todos los socios son parte de este proyecto, en mayor o menor medida, de una u otra forma, cada uno de ustedes puso el granito de arena para hacerla posible y tiene que sentir el orgullo de que hemos logrado el Beit Hakneset en que hoy estamos”.
“Todos los fines de semana vemos a nuestros hijos y nuestras familias creciendo, disfrutando y realizando diferentes actividades físicas. Hoy inauguramos este espacio para el ejercicio del alma. Está ubicado en el corazón de nuestro club. De este lugar central fluyen los valores y los principios con los cuales queremos formar y es la manera que elegimos para darle contenido a cada una de las actividades que realizamos. Un objetivo que se está logrando es el sentido de pertenencia, de identidad y de continuidad, por eso resulta natural y lógica la ubicación estratégica de la cuna de nuestras raíces y nuestros valores. Este Beit Hakneset nos marca el rumbo en el cual debemos seguir creciendo para que seamos fieles a nuestras tradiciones”, agregó.
Sakkal también se refirió al proceso de asimilación que afecta a los miembros de la comunidad judía de la Argentina y a la situación comunitaria, al decir: “Históricamente en las comunidades el lugar de encuentro de los judíos era la sinagoga. Por eso, este Beit Hakneset significa lugar de encuentro, en donde se nutrían de espiritualidad y aunaban fuerza para seguir conviviendo a pesar de las diversas y múltiples persecuciones. Agradecer por lo que significa el Círculo. Para aquellos que no lo conocen es un modesto lugar que fue naciendo y que se fue forjando en el cual no hay cuestiones políticas, no hay cuestiones religiosas, hay simplemente un principio y una identidad y un deseo de continuidad. Hablar de religiosos o no religiosos no tiene sentido cuando uno realmente tiene un objetivo de pertenencia y de ética, y saber lo que quiere para su futuro. La institución no es más ni menos que las personas, porque lo demás es puro papel y son ustedes los que hacen el club, así que un millón de gracias por permitirnos el orgullo de poder hacer esto”.
Por su parte, el rabino Ezra Chueque pronunció una bendición destinada a todos los asistentes a la inauguración, el rabino Aarón Benchimol felicitó a los miembros del Círculo por la iniciativa de construir un nuevo Beit Hakneset, destacando que todo lo hecho es el resultado de la unión del pueblo judío “que es vital y elemental”. “El estar unidos indica una tenencia: la búsqueda de la espiritualidad. Hoy tenemos una juventud maravillosa, sana, que quiere saber los valores de la Torá tal cual como fueron dichos en el Har Sinaí, más allá de lo que se haga o se deje de hacer, y que Bore Olam (El Creador) le dé fuerza a todos los azkanim que hicieron posible este Beit Hakneset, mucha braja (bendición)”.
También saludaron a los presentes Tommy Saieg; Ariel Cohen Sabban; Itamar Scheimberg, representantes para el cono sur de América Latina de la Organización Sionista Mundial; David Liebman, presidente de MACABI; y Paul Rozenberg, vicedirector de CUJA.
Saieg felicitó a todos los que tuvieron relación con la construcción del nuevo Beit Hakneset, pero especialmente al arquitecto Gabriel Chama, debido a que el lugar los hacía sentir como que estaba en Ierushalaim. Luego, resaltó la necesidad comunitaria de la unidad en lugar de las enfermizas divisiones.
Finalizado su saludo, solicitó a Abraham Kaul y Guillero Borger, ex presidentes de la AMIA y al azkan y ex directivo de la AMIA, Alberto Cheieno, que lo acompañen a entregar, de parte de la AMIA, una plaqueta a las autoridades del Círculo.
Por otro lado, Itamar Scheimberg comparó el momento que se estaba viviendo con la fuerza que emanaba del liderazgo de Abraham Avinu, para afirmar luego que las kehilot “están en un gran problema: menos hebreo, menos identidad, menos colegios judíos. Esta es una época en que necesitamos la fuerza del liderazgo como tuvo Abraham, para que estas cosas que hacemos hoy se multipliquen, si no en algunas generaciones ya no va a pasar esto”.
Asimismo, Paul Rozenberg, luego de explicar que hacía muy poco que había arribado a la Argentina, manifestó sentirse muy honrado junto a personas que decidieron y llevaron a la práctica tener su propio Beit Hakneset, a la vez que interpretó como muy plural la forma de vida que observaba en el Círculo.
Por su parte, Ariel Cohen Sabban afirmó: “Es una experiencia muy importante para toda la comunidad y creo que la mejor lucha que debemos hacer los judíos en la diáspora y también en el Estado de Israel es fortalecer las raíces judías, la educación judía. Y qué mejor que con inauguraciones como estas, donde es parte de la vida cotidiana el hecho de tener un Templo. No importa el origen que sea, la ideología, si es de una manera o de otra. Lo importante es que todos vivamos en el marco de un Templo, lo que es un fortalecimiento de la identidad”. Al concluir su mensaje, Sabban entregó al presidente del Círculo una hermosa Mezuza que trajo para donar al Círculo.
El acto fue cerrado con las palabras del Gran Rabino Itjak Sacca, quien afirmó: “Inaugurar un Beit Hakneset es un acontecimiento que hace rato no experimentamos en la comunidad. Estamos siendo testigos de un acontecimiento histórico, lo que se está realizando ahora es un acto que nos une con D’s, que no necesita los santuarios. Los que necesitamos los santuarios somos nosotros, porque a veces perdemos la fe, la esperanza, el entusiasmo, pero cuando venimos al templo, la sinagoga, la casa de D’s, nos acordamos que hay un juez, un creador que hace justicia y que si hacemos las cosas bien, él se encargará de que tengamos lo que nos corresponde, pues recompensa a los justos y amonesta a los delincuentes. El templo nos recuerda comportarnos como corresponde, a ser honestos, correctos, buenos con nuestras esposas, con nuestros maridos, con nuestros hijos. El templo no es un lugar de ritos, de supersticiones: es un lugar para inspirarse, para convertirse en una buena persona”.
“Para ser una buena persona hace falta tener dos partes de nuestro ser bien saludables: el cuerpo y el alma. Hasta ahora se ocuparon del cuerpo, el Círculo, con todo tipo de deportes, actividades lúdicas, casas cómodas, y ahora se completó, se cerró el círculo. El Círculo Social Hebreo Argentino hoy cierra este círculo, porque no solamente van a nutrir su cuerpo, sino que van a nutrir, a partir de este momento, el alma y el espíritu. Así es como debemos servir a D’s y a los semejantes, teniendo un cuerpo sano y un espíritu sano.”
El rabino Sacca concluyó sus palabras sosteniendo: “El Círculo Social Hebreo Argentino es un ejemplo de lo que es la integración judía a la sociedad argentina. Nosotros debemos aprender a convivir en un mundo terrenal, donde hay muchas ideas, pero sin claudicar a nuestros principios y a nuestras tradiciones. Este es un camino difícil, porque siempre el equilibrio es más difícil. El equilibrio es lo que D’s espera de nosotros, combinar el cuerpo y el alma como vienen haciendo con los deportes y el espíritu con este Templo; combinar con otras culturas manteniendo a la vez nuestra propia cultura. Esa es la grandeza de un buen ser humano, y este el mérito que tienen ustedes de ser socios de esta gran comunidad, institución, el Círculo Social Hebreo Argentino. Qué D’s los bendiga”.