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Scholem. Testimonios de nuestros alumnos del secundario que participaron como Guías del Museo de la Shoá

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Itongadol.-Alumnos de 4° y 5° año de la Escuela Secundaria que fueron guías en el Museo del Holocausto en la Noche de los Museos, compartieron con nosotros algunas reflexiones respecto a su experiencia personal, contaron los motivos por los que decidieron ofrecerse en forma voluntaria para la actividad, qué tipo de mensaje quisieron transmitirle a las personas que se acercaron a la exposición y qué conclusiones les quedaron de esa experiencia.

Estos testimonios fueron tomados por la agencia de noticias judías vis a vis.

“Me ofrecí primero y principal porque me interesa aprender sobre el tema y también porque es un tema que por más de que en la escuela lo veamos, lamentablemente no todo el mundo lo conoce. Entonces me llevó a hacerlo el poder transmitirle a las personas lo que ocurrió para así dejar los mitos de lado”, afirmó Gal Lewy por haberse ofrecido voluntariamente como guía.

Por su parte, Magalí Peltzman dijo que se ofreció porque le pareció “una buena oportunidad de poder aprender más sobre lo que es la Shoá y, al mismo tiempo, transmitir esos conocimientos a un público interesado”. Y agregó: “Fue una oportunidad que no se ve todos los días y decidí aprovecharla y poder aprender sobre un tema que me interesa y considero importante profundizar”.

“Siempre me interesó estudiar la Shoá y me encanta la Noche de los Museos, por eso cuando vi la propuesta me pareció una gran oportunidad ya que ser guía me parecía todo un desafío que quería superar y qué mejor que tener la oportunidad de estar en un momento especial para mí, hablando y comunicando conocimiento de lo que me interesa. No podía dejarlo pasar”, explicó Julieta Krawiecki

Nicolás Levy comentó: “Nosotros, los jóvenes, somos el futuro de la historia. De nosotros depende informarnos e informar. Siendo guía en el Museo del Holocausto se me dio la posibilidad de instruir e instruirme en los sucesos de la Shoá y de esta forma poder brindar conocimiento al que esté dispuesto a escuchar los sucesos más trágicos de la humanidad”.

Ivana Popper nos transmitió: “Yo me ofrecí ya que me interesa el tema Shoá, sentía que iba a estar buena la experiencia aunque no sabía exactamente qué iba a pasar. Me parece importante informar del tema para que no vuelva a pasar, me refiero a que no pase lo que paso en su momento, que esto no se repita.”

“Me ofrecí como voluntaria porque siempre me gustó aprender más sobre la Shoá. Creo que es el único tema que no me aburre escuchar y hablar porque siempre hay algo más para saber. Fue un proceso, un proceso muy largo que en el medio pasaron millones de cosas que afectaron a millones de personas y que hasta hoy en día siguen afectando. Las marcas siguen estando y la historia se sigue recordando. Me gustó el hecho de que haya sido justamente en la Noche de los Museos porque nunca participé de esta noche de ninguna forma, ni como guía ni como visitante. Creo que fue una muy buena oportunidad y experiencia de vida que me va a ayudar más adelante en cualquier cosa que se me presente”, fueron las palabras de Natalia Klappersack.

Jenny Lichtensztejn fue concreta: “Fue una experiencia inolvidable que quería vivir; entonces aproveché esta oportunidad tan única”.

En forma contundente, Gal afirmó: “Me gustó poder aprender más cosas de las que ya sabía, el libro con el que nos preparamos me resultó una gran fuente de información. Fue todo muy interesante. Quise transmitir el mensaje de que los judíos no fueron ‘llevados al matadero’. Sino que hubo resistencias, costumbres judías que por más de que eran prohíbidas no se dejaban y más, lo cual los hizo morir con orgullo, luchando. Y además quise contar el momento difícil por el que pasaron los judíos, y que toda decisión que alguien tomaba nadie la puede juzgar porque nunca estuvimos ni vamos a estar en sus zapatos”.

“Fue un período corto pero práctico, me sirvieron mucho los diferentes encuentros, tanto en la escuela como los del Museo. El apoyo por parte de los involucrados fue un factor importante. El mensaje que intenté transmitir durante la guiada fue el valor de la vida, de la historia detrás de cada víctima. Traté de recorrer la historia y los diferentes sucesos concluyendo con la importancia de cada uno de los afectados”, comentó Magalí.

Julieta dijo que tuvieron una preparación “bastante larga y profunda tanto durante la escuela como en los distintos encuentros en el Museo, en ambos espacios se profundizaban los temas y datos que no estaban tan claros, estaba bueno ya que había predisposición por lo que no era pesado ni aburrido”. Y mencionó: “El mensaje que quisimos transmitir con mi compañera fue el valor de la vida, que detrás de cada víctima había una persona, una identidad, una vida. No fueron solo víctimas de un hecho terrible y nada más, eran y son mucho más que eso”.

“Consistió en charlas explicativas sobre los hechos sucedidos con profesionales capacitados, tanto en el Museo como en la institución a la que asisto, Scholem Aleijem. A su vez, la capacitación personal fue necesaria para profundizar en los conocimientos vistos. El mensaje que transmití se enfoca en la cultura, costumbres e ideologías perdidas en la Shoá. No sólo trataron de exterminar a un pueblo, sino a toda una historia detrás. Un genocidio no solo se lleva vidas, sino una parte fundamental de la humanidad”, aseveró Nicolás.

Para Ivana el proceso de preparación “fue difícil ya que había muchas cosas que no sabía. Al mismo tiempo fue fuerte, de un momento a otro debía tener preparado lo que iba a decir y no me sentía capaz de hacerlo. Finalmente pude incorporar los conceptos y aprendí muchas cosas nuevas.”

Natalia dijo: “Nos preparamos con clases que nos dio Sandra (Grun), nuestra profesora del taller. Fueron clases de conocimiento, si bien ya teníamos una base bastante buena esto nos ayudó muchísimo más y por lo menos a mí me brindó mucha información que no tenía. Además, fuimos previamente al Museo para conocerlo y para saber cómo sería una visita guiada entendiendo el contexto de la Noche de los Museos. El mensaje que quise transmitir fue de conocimiento. Somos la última generación que puede escuchar testimonios de sobrevivientes de la Shoá y vale la pena compartir con otros qué fue, cómo fue y qué pasó después; cómo siguieron su vida, cómo se sigue adelante después de eso. Como jóvenes tenemos la obligación de compartir toda la información que tengamos sobre lo ocurrido ya sea en lo más mínimo para evitar que vuelva a suceder y para que se conozcan los hechos realmente como fueron. Y sobre todo para mostrar que lo que sucedió nos afecta a todos y no solo a las personas que lo vivieron en carne y hueso”.

Y Jenny expresó: “Fue interesante ya que es un tema que me convoca y se hizo rápido, porque veíamos muchas cosas en poco tiempo. Lo que quise transmitir fue de qué se trató la Shoá y un poquito más de conocimiento, y que sepan que existió y fue una tragedia no sólo para nosotros, los judíos, sino para toda persona que haya perdido a un familiar”.

Para finalizar, los chicos contaron sus sensaciones personales que vivieron por esta experiencia y si lo volverían a repetir.

Precisamente, Gal aseguró: “Esta experiencia me dejó mucho aprendizaje y me gustó poder compartirla con muchas personas, poder dejarles un mensaje también a ellos. Sin dudas la repetiría”.

Magalí contó: “Fue un experiencia de la cual aprendí mucho, ya sea de contenido como de lo que conlleva el ser guía en un museo. Me sirvió para crecer y poder ver cómo con un poco de tiempo y preparación en una noche pude hacer que otras personas puedan conocer y escuchar, al menos para mí, lo importante de la Shoá. Volvería a repetirla, me pareció una buena experiencia de la cual todavía puedo aprovechar aún más”.

La vivencia de Ivana: “Esta experiencia me dejó conocimiento. Me sentí muy bien a la hora de contarle a los demás. No podía creer la cantidad de gente que había en el museo, además el estar en.contacto con chicos de otras escuelas y poder guiar con ellos fue algo que personalmente me entusiasmó.”

“Gracias a esta experiencia aprendí qué es ser guía, cómo llevar a cabo un grupo en medio de un murmullo y lograr que te escuchen y se lleven algo, hacer que aprendan algo y sobretodo a saber improvisar cuando tenés que hacer tiempo porque no podés avanzar a causa de que los otros grupos se atrasaron. Además, me lleno de conocimiento ya que pude aprender de otros guias y mismo de algunos comentarios y preguntas de las personas. Volvería a repetirlo ya que fue una experiencia única y muy buena”, enfatizó Julieta.

Con gran alegría, Nicolás expresó: “Esta experiencia me brindó conocimientos sobre la Segunda Guerra Mundial y la Shoá, como así también herramientas de manejo de grupo, autocontrol y liderazgo. Espero poder volver a participar de una oportunidad así, sin dudas volvería a ser guía en el Museo del Holocausto ofreciendo mi experiencia y conocimiento para poder transmitir la verdad”.

Ivana expresó que “volvería a repetirla ya que es una experiencia única. Me gustó mucho la comunicación entre todos los guías voluntarios de la noche de los museos. Creo que es una experiencia inolvidable en la cual estás en contacto con los puntos de vista y opiniones de los demás.”

“Esta experiencia me dejó conocimiento de todo. De información sobre el tema y de cómo hablar frente a otras personas, más aún cuando hay una multitud alrededor. Es algo que me va a servir más adelante cuando quiera buscar trabajo o cuando necesite hablar con alguien se me va a hacer mas fácil. Volvería a repetirla y lo haría en la Noche de los Museos porque se ve muchísima variedad de gente. Personas que no saben nada sobre el tema, personas que tienen una base mínima y les interesa saber más y personas que solamente van para escuchar y recordar lo sucedido. Es muy lindo ver que la gente te escucha y que le importa saber porque van por voluntad propia y poder ser parte de eso, saber que lo que uno transmite al otro le queda en su memoria y poder hacer conocido el tema y que así pase de generación en generación es hermoso y placentero”, detalló Natalia.

Por último, sobre el mismo enfoque, Jenny se diferenció del resto y dijo que no lo volvería a hacer: “Ya que fue una experiencia inolvidable y quiero que se quede así”. Y mencionó: “Esta experiencia me dejó el saber, con esto me refiero a que gracias a esto sé que la historia nunca termina porque la escribimos nosotros todos los días y siempre va a haber algo que estudiar de ella; y otra cosa que me dejó fue la sorpresa por ver tanta gente interesada por la historia de la Shoá”.

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