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Itongadol.- AJN.- El primer ministro Binyamin Netanyahu y el ministro de Educación, Naftali Bennett se enfrentaron esta mañana durante la reunión de gabinete debido a la Ley de Regulación. Se trata de un intento del partido de Bennett de anular la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que indica que el asentamiento Amona es ilegal y debe ser evacuado.
El primer ministro Binyamin Netanyahu informó esta mañana en reunión con los ministros de su partido, el Likud, que desea aplazar la votación de la "Ley de Regulación" hasta que se conozca la sentencia de la Corte Suprema de Justicia sobre el asunto. Esta noche, está previsto que se vote en el Comité Ministerial una ley destinada a evitar la evacuación del asentamiento de Amona. "En la reunión de los titulares de partidos de la coalición examinaremos hoy, con criterio y responsabilidad, las alternativas que tenemos ", dijo Netanyahu.
El mandatario señaló que el pedido de aplazamiento fue presentado con acuerdo de todos los líderes de la coalición y que el Fiscal General, Avijai Mandelblit, considera que la votación sobre la ley antes de que se conozca la decisión de la Corte Suprema perjudicará severamente las posibilidades de posponer el desalojo.
La Corte Suprema de Justicia dictaminó hace 2 años que la evacuación del asentamiento de Amona – construido sobre tierra palestina privada – debe hacerse antes del 25 de diciembre de 2016. Pero ahora los diputados de derecha tratan de promulgar una ley que permita esquivar a la Corte y que las casas permanezcan en su sitio. Las distintas instancias judiciales en Israel reconocieron que el asentamiento – donde viven 40 familias – es ilegal y dieron la razón a los palestinos dueños de las tierras. El partido Habait Hayehudi presentó este proyecto de ley para anular las sentencias judiciales y permitir que los colonos permanezcan en Amona.
Por su parte, el titular del partido Habait Hayehudi, el ministro de Educación, Naftali Bennett, dijo que esta ley está destinada a reparar una situación en la que "los ciudadanos que pagan impuestos y sirven en la reserva son tratados como ciudadanos de segunda clase en Israel.