Itongadol/AJN.- Miles de personas acudieron esta mañana al Muro de los Lamentos, para la tradicional Bendición Sacerdotal de Sucot. Poco después de que la Unesco volviera a aprobar una resolución que intenta desvincular al pueblo judío del lugar, el rabino del Muro de los Lamentos expresó: “No conozco ningún otro ejemplo en el mundo un ´pueblo ocupante´, cuya tierra está repleta de restos de sus antepasados”.
Esta mañana decenas de miles de israelíes se reunieron junto al Muro de los Lamentos en Jerusalem, para cumplir con la tradicional Bendición Sacerdotal de la fiesta de Sucot. La plegaria, que recitan los hombres judíos descendientes de sacerdotes, fue también escuchada en las sinagogas de todo el país.
Una vez finalizada la ceremonia, los dos rabinos principales de Israel y el Rabino del Muro de los Lamentos, recibieron a los feligreses en una gran sucá, construida especialmente para la ocasión.
En las últimas horas el rabino del Muro, Shmuel Rabinovich, reaccionó a la resolución aprobada por Unesco, que niega el vínculo del judaísmo y el pueblo judío con Jerusalem, el Monte del Templo y el Muro de los Lamentos. “No conozco ningún otro caso en la historia del mundo de un ´pueblo ocupante´, cuya tierra está repleta de restos de sus antepasados. La santidad del Monte del Templo y el Muro de los Lamentos para el pueblo judío se sostiene a través de las generaciones, y no necesita la confirmación de nadie. Es ridículo negar lo que los descubrimientos arqueológicos muestran a diario”, expresó el rabino.
“La Unesco, que fue fundada en nombre de los valores más altos, ataca a Israel, que invierte enormes esfuerzos para garantizar la accesibilidad de los sitios sagrados a todos los credos y alienta al Waqf musulmán, que destruye en forma sistemática todo resto arqueológico del Monte del Templo. Con esta lamentable decisión, la Unesco perdió su derecho a existir", advirtió Rabinovich.
El rabino del Muro de los Lamentos aseguró que “los millones de judíos que rezan en el Muro de los Lamentos con sus miradas hacia el Monte del Templo son la respuesta del pueblo judío a la Unesco”.