SHIMON PERES, SIEMPRE
Dijo: “Israel no tiene futuro sin los judíos de la Diáspora;
al mismo tiempo, la vida judía no tiene tampoco futuro sin la existencia,
sin la independencia del Estado de Israel.”
(En el Teatro SHA, ante 1.500 personas)
Cada vez que nos referimos a Shimon Peres, las palabras contienen una fuerte emoción. Pero ahora, ante la gravedad de su estado, están invadidas por una profunda tristeza.
No sólo están tristes quienes redactan estas líneas, estas frases improvisadas incapaces de dar verdadero testimonio. Están tristes las computadoras porque aparecen, aglomerados, nítidos, en tanto ejercicio de la memoria de su primer visita a Hebraica en 1970, las imágenes y los lugares que estuvo.
En la Biblioteca Pública, hojeando con enorme delicadeza, una Biblia española del siglo XV, la Presidencia, el Teatro SHA, el 7° piso, y sobre todo, el apretón de manos a dirigentes y socios por centenares.
De las manos que se dan y producen registro para siempre. Que las pueda seguir dando.
PRIMER VISITA
Hebraica invita a Buenos Aires a Shimon Peres y su esposa en 1970. Presidencia del Dr. Mario Bendersky. Confirma así una tradición institucional de invitar a nuestra casa judeoargentina a personalidades relevantes. Así se da con Albert Einstein, nuestro primer Socio Honorario, así ocurre con la visita de Ben Gurion antes y de Itzjak Rabin, Simone Veil y Elie Wiesel, después, entre otros ejemplos. No hay casualidad alguna. Hebraica es un espacio de referencia distintivo y representante principal de nuestra comunidad, por historia y compromiso político y cultural.
Volviendo a Shimon Peres. Fue un hallazgo para todos los que lo conocieron aquí. Para quienes lo escucharon o leyeron sus manifestaciones para la prensa.
No solo en el marco de la comunidad hebrea, sino en todos los sectores de la vida nacional que frecuentó: autoridades, políticos, escritores, artistas plásticos, magistrados, juristas y particularmente, jóvenes y niños.
La mayoría de ellos concurrieron a nuestra sede, invitados especialmente.
La nómina es enorme. Ni hablar de la concurrencia masiva y espontánea de nuestros socios. Demostró en los diálogos mantenidos con personas de tan distintas procedencias una versatilidad y un bagaje cultural enorme.
Así como estadista en nombre de Israel y su acontecer sino también a un destino presente y futuro mucho más amplio, referido a un mundo más tolerante y más ético.
No debemos olvidar en estas escuetas referencias que Shimon Peres estaba instalado en una zona más que difícil, explosiva en el Medio Oriente. Y en ese sentido se refirió a la falta de comunicación y diálogo, tan necesaria sobre todo para los jóvenes, como una de las causas principales de la violencia, la ignorancia y la incomprensión instaladas en preconceptos y prejuicios sobre Israel y Medio Oriente y otros conflictos en el mundo de entonces que detalló analíticamente.
Pareciera que hablara hoy.
Permítannos esta referencia actual. La comunicación más bien ha empeorado, con Israel bastante aislado, el antisemitismo en Europa, el terrorismo fanático del ISIS, la guerra en Siria y las inmigraciones africanas de un dramatismo inconcebible en el siglo XXI. Ha empeorado gravemente.
Y no vemos muchos Shimon Peres en el mundo que lideren la convivencia, la vida digna para todos, la búsqueda de la paz y la reducción total del terrorismo por el esfuerzo conjunto de todas las naciones.
Discípulo de Ben Gurion, con quien compartió estrategias políticas en acuerdos y serias oposiciones de otros movimientos, Peres simbolizaba entonces – entre el ´50 y el ´70 – a la nueva generación de jóvenes israelíes que se preocupaban mucho más que las cosas se hicieran, que de pensar detenidamente sobre ellas, en un marco de inercia.
En una reunión multitudinaria con jóvenes en el Teatro SHA, dijo: “Estoy seguro que entre ustedes y nosotros conseguiremos construir un futuro para nuestros jóvenes, un futuro que será tan prometedor, tan dramático, como lo ha sido toda la historia del pueblo judío.”
SEGUNDA VISITA
Hebraica, en el año 1997, bajo la Presidencia del Dr. Gilbert Lewi, invitó nuevamente a Buenos Aires a nuestro distinguido Socio Honorario, nombrado durante la primer visita. Coincide con el cierre de los festejos del 70° Aniversario institucional. En su discurso de bienvenida al ilustre visitante, dijo el Dr. Lewi: “Hemos invitado nuevamente a una figura fundamental en la conformación actual del Estado de Israel. (Habían pasado 27 años de su primer visita).
Representa en alto grado el sentir y pasión de la Hebraica con el Estado Judío. Es nuestro Socio Honorario, Premio Nobel de la Paz y artífice protagónico de los acuerdos en Medio Oriente.”
Escuchar a Peres no fue escuchar a un “antiguo dirigente”.
Todo lo contrario. Fue la palabra vibrante y clara acerca del presente y el futuro, a 100 años del movimiento sionista, en tanto movimiento de liberación del pueblo judío.
Dijo en el Teatro SHA: “Cuando Itzjak Rabin, de bendita memoria, y yo decidimos ir por el camino de la paz, no tomamos esta decisión porque alguien nos amenazó y no porque hayamos tenido presión externa, sino porque nosotros pensamos que teníamos que volver a esa elección moral del Pueblo Judío…” Arafat primero y los líderes palestinos después, no entendieron el valor de la paz entre los pueblos. No entendieron para nada que “ellos tienen que vivir la vida de ellos y nosotros nuestras vidas…” Preciso diagnóstico de Peres, de una civilización peligrosamente enferma.
Y mucho menos entendieron las palabras de Ben Gurion cuando anuncia al mundo en 1948, la creación del Estado de Israel, ofreciendo paz, colaboración e intercambios mutuos con los pueblos árabes.
Sabemos lo que pasó después. Sabemos que hoy día la situación política y agresiva – aunque distinta en su origen y métodos – no ha cambiado demasiado.
Esta segunda visita duró sólo cuatro días y culminó con un acto central comunitario en nuestro Teatro SHA.
TERCER VISITA
Ya como Presidente de Israel, Shimon Peres llega a la Argentina en una breve visita comunitaria. Recordemos que había sido Ministro de Defensa, Canciller y luego Primer Ministro, hasta acceder a la Presidencia.
En la sede de la AMIA, recibió a una delegación de Hebraica.
Se le otorgó entonces el “Premio Moisés”, que se entrega a las más distinguidas personalidades. En este caso, al ferviente y constante defensor de la paz, compromiso por el que fue galardonado años antes con el Premio Nobel.
En esa circunstancia, escribió en el Libro de Oro de nuestra institución: “La Hebraica es una institución judía única en su género y maravillosa en su misión. Medinat Israel lo reconoce.”
Nos queda a nosotros, testigos privilegiados generacionalmente de la creación del Estado Judío, comprometernos a defender los valores humanistas y las respuestas judías que Shimon Peres practicó apasionadamente durante toda su existencia. La transmisión, entendiendo en qué mundo vivimos y en qué mundo queremos vivir. Sirvan estas palabras como reconocimiento y homenaje a un hombre fundamental de nuestro tiempo que seguimos necesitando.