Itongadol.- (por Eduardo Alberto Chernizki).- Las “internas” de los partidos políticos muchas veces son más interesantes que las propias campañas electorales en las que participan, debido a que es en esas negociaciones en las que se afianzan o se debilitan las posibilidades futuras de quienes han hecho de la actividad política su profesión.
Los partidos políticos del Estado de Israel también tienen sus “internas”, por lo que el Likud no es una excepción, y en estas semanas su “interna” ha sido tema de interés tanto para sus miembros como para el resto de los ciudadanos, si bien el establecimiento de relaciones diplomáticas con los Emiratos posiblemente le haya quitado espacio en los medios.
Recordemos que el Likud, es el resultado de la unión de dos de los grandes movimientos ideológicos sionistas, Jerut y el Sionismo General, que participaban del Movimiento Sionista previo a la independencia del Estado de Israel y se estructuraron como partidos políticos israelíes para participar del la primera elección de la Knesset, en 1949, si bien continuaron manteniendo filiales, por llamarlos de alguna manera, en las diversas comunidades diaspóricas.
Pese a la pandemia y a que en la última elección israelí, la tercera consecutiva en un hecho histórico para la política de ese país, el Likud se había consagrado como el partido que cosechó la mayor cantidad de Javeri Knesset (miembros de la Knesset). Sin embarg su líder, Benjamin Netanyahu, tuvo que trabajar para conformar en medio de la pandemia por el COVID-19, una coalición de gobierno a partir de la alianza con los partidos religiosos y una parte importante de quienes integraron la lista que se ubicó segunda en los comicios, Kajol Laban, liderada por Benny Gantz y Gabi Ashkenazi. Justamente este sector de la oposición afloró gracias a la interna likudista a partir de la elección de un cargo que aparentemente no tendría una gran relevancia en la política israelí, la presidencia del Likud Olamin (Likud Mundial) integrado tanto por el Likud israelí como por “las filiales” diaspóricas.
Ocurría que Netanyahu impulsaba para ese cargo a Miki Zohar, miembro de la Knesset y presidente de la coalición gubernamental en el parlamento israelí (una especie de presidente de bloque, pero con mucho poder interno), mientras que quien preside actualmente el Likud Olami, Yacob Hagoel, buscaba la reelección.
Yaacov Hagoel es un hombre joven, no ha llegado a cumplir los 50 años, que proviene del movimiento juvenil sionista Betar, y que tiene una amplia experiencia en la dirección del Movimiento Sionista Mundial, siendo actualmente Vicepresidente de la Organización Sionista Mundial y el Jefe del Departamento de Israel y Lucha contra el antisemitismo.
Las autoridades del Likud Olamí hasta el presente se eligen mediante el voto de las instituciones que lo componen, mediante una división que el otorga el 40% de los votos al Likud Israelí y el 60% restante a la totalidad de la filiales de las diáspora. Como AJN/Iton Gadol informara oportunamente en la elección interna que efectuó el Likud Israel triunfó Miki Zohar y Hagoel fue el segundo, con una diferencia pequeña, que teniendo en cuenta la relación que por su tarea diaria mantiene con las diversas comunidades judías del mundo, le brindaba muchas posibilidades de que las filiales del Likud lo votaran, y fuera reelecto.
Debido a que no se había producido un entendimiento entre ambos sectores, y que el Likud Israelí, presidido por Jaim Katz, quien además de ser miembro de la Knesset es ministro de Finanzas, modificó estatutariamente la organización del Likud, otorgándole al israelí prioridad sobre la totalidad de las filiales de la diáspora para elegirla conducción del Likud Olamí,. Ambos sectores han efectuado presentaciones a las autoridades judiciales partidarias y la elección del nuevo presidente del Likud Olamí está suspendida hasta que se conozcan las resoluciones legales correspondientes y se agoten las apelaciones, o se arribe a un acuerdo entre las partes.
Hay un elemento que no mencionamos y que es muy importante tener en cuenta, que cuando en octubre próximo sesione el Congreso Sionista Mundial, culminarán los mandatos de las autoridades de las tres instituciones nacionales judías: el Movimiento Sionista Mundial, el Keren Kayemet Leisrael y el Keren Hayesod, y son los presidentes de los movimientos sionistas mundiales los que negocian la integración de las nuevas conducciones.
Paralelamente a la interna por la elección del presidente del Likud Olamí, surgió otra dentro del bloque del Likud en la Knesset, debido a que Miki Zohar aplicó sanciones a 12 Javeri Knesset, un tercio del bloque, especialmente por no haber estado presente cuando se debatieron proyectos que contaban con la anuencia del gabinete ministerial, es decir del primer ministro Netanyahu, o en el caso de quienes integraban la comisión sobre el coronavirus, porque apoyaron la apertura de gimnasios y restaurantes cuando el gobierno lo había negado.
Esta situación generó, además del enfrentamiento entre varios Javeri Knesset del Likud y Zohar, que un grupo se dirigiera a Benjamin Netanyahu y le solicitara que desplazara a Zohar de su cargo de presidente de la coalición, a lo que el primer ministro respondió haciendo un llamando a la unidad del Likud.
Pocos días después, con el argumento de que el comportamiento del bloque había cambiado, Zohar canceló las sanciones que había aplicado, a la vez que inició conversaciones con los movimientos sionistas, delegados en el próximo Congreso Sionista Mundial, a fin de establecer allí una coalición que logre designar a las máximas autoridades de las instituciones nacionales.
En las instituciones nacionales, que además de las mencionadas incluye a la Agencia Judía, lo tradicional es nombrar conducciones integradas por miembros de todos los partidos sionistas representados en la Knesset, y los movimientos sionistas de la diáspora, comúnmente denominada “coalición de pared a pared”.
Cuando Netanyahu y Gantz negociaron la integración de la coalición de gobierno israelí, también habrían acordado que conformarían una coalición con la finalidad de nombrar a las conducciones del Movimiento Sionista Mundial, del Keren Kayemet Leisrael y del Keren Hayesod, pues se sabe que Netanyahu no desea que vuelva a pasar lo ocurrido hace cerca de dos años, cuando hubo que elegir al presidente de la Agencia Judía, y fue designado un miembro de Avodá, Yitzhak (Buzi) Herzog, quien en el 2015, era el candidato de la oposición para ocupar el cargo de primer ministro.
La labor de Zohar para conformar una coalición que incluya a todos los movimientos sionistas representados en el próximo Congreso Sionista Mundial ya consiguió sus primeros rechazos, pues la corriente integrada por los movimientos sionistas socialistas y los movimientos religiosos liberales no estarían dispuestos a integrarlas en las condiciones planteadas por Zohar, que ninguno de sus dirigentes las presida y posiblemente tampoco ocupen cargos de gran responsabilidad.
Ante esta situación Zohar está trabajando para formar una mayoría entre los representantes del Likud, Shas, Hapoel Mizrahi-Mifdal, Yisrael Beiteinu y la movimiento Eretz Kodesh, de los Estados Unidos.
De acuerdo al planteo original Yaacov Hagoel presidiría la Organización Sionista Mundial, mientras que los departamentos se dividirían entre dirigentes del Likud y Hapoel Mizrahi; y el Keren Kayemet Leisrael sería presidido por Jaim Katz, quien posiblemente tenga que renunciar a su cargo en el parlamento por un problema judicial, que hace un año lo obligó a renunciar como ministro, pero que no ocupa otro cargo público.
A partir de las negociaciones que mantiene Zohar, la presidencia del Keren Kayemet la ocuparía el actual presidente del Movimiento Sionista Mundial, Avraham Duvdevani de Hapoel Mizrahi, reemplazando a Danny Atar, del Partido Laborista; y la presidencia del Keren Hayesod sería para un dirigente de Kajol Laban
Los movimientos sionistas de izquierda, por intermedio de sus voceros, sostienen que Zohar quiere formar una coalición de extrema derecha y amenazan con no unirse a la coalición, argumentando que como resultado, las instituciones nacionales se desintegrarán
Miki Zohar consultado sobre la imposibilidad de conformar la “coalición de pared a pared”, manifestó «la reacción es simple, es difícil para la izquierda, probablemente es difícil para la izquierda decir adiós al Keren Kayemet Leisrael”, mencionando que desde que se establecieron la instituciones nacionales el liderazgo del Keren Kayemet fue ocupado por dirigentes de izquierda “pero ahora ha surgido una oportunidad histórica para cambiar la ecuación y mover al JNF hacia la derecha” a la vez que aclaró que ingresó a la campaña para designar las conducciones de las instituciones nacionales, lo hizo por qué “tenía la intención de preservar y asegurar los valores de la Tierra de Israel, el pueblo de Israel y la Torá de Israel «.