Tantas historias personales forman parte de la memoria nacional de nuestro joven Estado de Israel… que arribará este miércoles por la noche a sus 73 años de existencia como Tercer Estado judío en la Tierra de Israel. Estas son historias de heroísmo, valentía, compromiso total y profundo amor por este país, el Estado judío; historias que, finalmente, consolidaron nuestra renacida vida nacional.
Decenas de miles de israelíes cayeron en batallas, y cientos de miles más resultaron heridos en defensa del Estado de Israel, pagando, quienes establecieron y construyen día a día el Estado Judío, un precio emocional brutal para recuperar nuestra vida nacional en nuestra Tierra Ancestral. Éstas son historias de pérdidas personales: jóvenes israelíes que dieron sus propias vidas para que este país continúe existiendo. En este Yom Hazikaron le’Jalalei Ma’arajot Israel («Día del Recuerdo de los Caídos en las guerras de Israel»), nosotros, el Movimiento Macabeo, conmemoramos las vidas de los Olim de Macabi Tzair de todo el mundo que cayeron defendiendo al Estado de Israel en sus muchas guerras – esos jóvenes macabeos que emigraron al Estado de Israel para unirse al Pueblo de Israel. Nos unimos al dolor de las familias de las 23,928 víctimas muertas en guerras y ataques terroristas que están de luto por sus seres queridos, al honrar a nuestros 59 jóvenes olim macabeos que murieron luchando por nuestro derecho a «Lihiot Am jofshí beartzeinu, eretz Tzion v’Yirushalaim» – nuestro derecho a reconstruir nuestra vida nacional en nuestra Patria. Estos jóvenes soldados de Macabi Tzair procedían de filiales establecidas en Alemania, Argentina, Austria, Bulgaria, Cuba, Checoslovaquia (República Checa y Eslovaquia), Egipto, Escocia, Grecia, Hungría, Lituania, Polonia, Rusia y Yugoslavia.
Estos son sus nombres:
Yosef Shlomo Gross
Zeev Zinguer
Eliezer Teijner
Asher Pardo
Mordejai Marco Bajar
Meir Rajamim Arusi
Isaac Avot
Moshe Gil (Martzuk)
Eliyahu Eli Cohen
Joseph Frucht
Moshe Jaim Shifrovitz
Ezequiel Regul
Uri Zimson
Zvi Ricard Laichter
Moshe Aroesti
Itzjak Strostinsky
Daniel Leibowitz
Ehud Ben Zvi Drexel
Yehuda Hans Glicklich
Nathan Schwartz
Nehemía Steiner
Zeev Rechnitz
Arthur Herstig
Itzjak Córdoba
Moshe Asa
Moshe (Sabo) Rajamim
Maurice Moshe David Katz Halevi
Daniel Levi
David Matrani
Baruj Friedlander
Mijael Schlesinger
Avi Altman
Menashe Dejinguer
Joseph Shaya Man
Zeev Rotman
Mordejai Plonsky
Mordejai Lijter
Meir Brown
Dov Bernhard Spitzer
Erwin Reuben
Aaron Kenner
Zelig Wolf Polkowski
Abraham Érlanguer
Moshe Moritz Tempelhof
Hans Gluzman
Hans (Janán) Lehman (Leiman)
Lavi Zinger
Shmuel Sojer
Shaul Netter
Hugo Zvi Jacobson
Dov Ótelsberg
Yojanán Fleischer
Tzvi Schiller
Isaac Roth
Zvi Lifshitz
Benjamín Engelman
Dov Weiss
Baruj Spitz
Shlomo Mautner
Yehí zijram baruj.
De todos estos héroes, una historia: la historia de Asher Pardo, Z”L – uno de nuestros olim de Macabi Tzair que dio su vida por nuestra Nación.
Asher (Achko) Pardo, hijo de Asteria y Aharon (un sionista veterano y activo en Bulgaria, miembro y líder de Macabi Tzair Bulgaria), nació el 6 de julio de 1918 en la ciudad de Salónica, Grecia. Cuando tenía 5 años, perdió a su madre y regresó con su padre a la ciudad de Plovdiv en Bulgaria. Después de dos años perdió también a su padre y fue educado en la casa de su abuela y sus tíos. Asher se graduó con honores de una escuela primaria hebrea, fue un activo madrij de Macabi Hatzair Bulgaria, y desde 1935 fue uno de los líderes y activistas de nuestro movimiento pionero.
El gobierno británico limitó brutalmente la entrada de judíos a su patria, la Tierra de Israel. En febrero de 1941, junto con su esposa, Asher condujo al primer grupo de «inmigrantes ilegales» a la Tierra de Israel desde Bulgaria, que llegaron en el barco «Dorian». Fue capturado por las represivas autoridades británicas y enviado a campos de detención en Acre y Atlit. Después de un año y medio de estar preso allí, obtuvo su liberación.
A principios de 1945, la familia se mudó a un campamento en Kfar Saba, y desde entonces Asher se dedicó a nuestro Movimiento trabajando como enlace entre los pioneros búlgaros, trabajando denodadamente para organizar la inmigración y el cuidado de grupos de jóvenes que inmigraban a Israel.
Su servicio en el Movimiento retrasó su insersión con su grupo «Eyal» al asentamiento en Dedera, al este de Hula… pero durante la Guerra de la Independencia, cuando el grupo necesitaba refuerzos, fue enviado allí, donde murió el martes 9 de Tamuz de 5708, 16 de julio de 1948. Fue enterrado en Dedera. Los deudos de Asher fueron su esposa, una hija, Noga, y un hijo que nació después de su muerte.
Asher escribió un poema para su hija Noga – un poema sobre los besos que le daría a Noga y el beso que recibirá de ella después de la batalla. Esos besos se perdieron en esa batalla final de 1948. Éste es un poema simple y hermoso:
De Papá a Noga
¡Precaución! ¡Lentamente!
Aquí enterré besos para Noga
Esta es la hija, ¡mi hija!
Sus labios son dulces
Y sus ojos, ¡brasas!
¡Qué hermosos y grandes son!
Y sus mejillas – manzanas
Su pelo es rizado
¡Precaución! Uno a uno de mis besos enterrados…
Dale un beso a mamá
y toma uno para ti…
¡Precaución! ¡Abre despacio!
Ningún beso se escapará.
Y un beso muy cálido
Mantén bien guardado para mí…
Lo recuperaré con un beso tuyo
Cuando vuelva a ti, después de la guerra…
Nuestra Nación llora durante Yom Hazicarón la pérdida de nuestros Hijos. Fueron ellos los que le dieron a todo el pueblo judío, en todas partes, la oportunidad de celebrar otro año de Independencia de Israel. Su sacrificio y el dolor de tantas familias fueron y son el terrible y enorme precio que hizo posible la vida misma del Estado de Israel como legado para todos los judíos del mundo; un Estado que sigue creciendo, desarrollándose y asombrando, incluso ante tantos desafíos internos y externos.
Medinat Israel es el tablero de ajedrez de nuestra Nación: una Nación levantada con enorme sufrimiento y esfuerzo; que vivió la privación por 3 décadas, y que es, hoy, uno de los países más avanzados del planeta. Celebremos sus 73 años de vida valorando el sacrificio que significó y significa asegurar su existencia, y reconociendo la redención histórica y divina que su establecimiento trajo a nuestro pueblo, tantas veces diezmado y perseguido.
Que tengamos todos la dicha de ver a nuestro pequeño Gran Estado siempre floreciente, creciente, fortificado con nuestra presencia concreta y física, y en paz, con la aceptación por parte de las Naciones del mundo del retorno del pueblo judío a éretz Tzion viyrushalaim, a la Tierra de Sión y Jerusalem – Capital Eterna de nuestro pueblo -.
Quiera Dios bendecir al Estado de Israel,
que marca el inicio de nuestro renacimiento nacional,
de nuestro orgullo recuperado,
de nuestro futuro cierto como pueblo.
¡Jag HaAtzmaút Saméaj!
¡Felices 73 años, Israel!
¡Jazak ve’ematz!
Rabino Carlos A. Tapiero
Vice-Director General & Director de Educación
Unión Mundial Macabi