Itongadol.- Todos vimos en estos últimos días las liberaciones de rehenes israelíes tras más de 400 días en Gaza en cautiverio en manos de Hamás.
En estos días fueron liberadas las soldados operadoras de monitoreo, cinco tailandeses y esta mañana a Keith Siegel, Ofer Calderon y Yarden Bibas.
Todo esto bajo un montado escenario de propaganda. En el mismo se ven consignas, se escucha música fuerte, incluso hay un mensaje en hebreo: «El sionismo no triunfará». En otras palabras, Hamás montó un teatro.
Esta «ceremonia de liberación» incluye la presentación de un «certificado de liberación» y el saludo del rehén a ser liberado. La pregunta es ¿A quién va dirigido el mensaje? ¿Con qué objetivo? ¿Será que el mensaje es dirigido a todos, pero a cada receptor se le quiere transmitir algo diferente?
Todo esto es parte de la «concientización» de Hamás. De la máquina de propaganda del grupo islámico.

Cuando vemos el «festival de liberación» de rehenes, que es transmitido en vivo por la red al-Jazeera y otros portavoces, debemos recordar que siempre se tratan de vídeos de concientización de Hamás.
Y hay vídeos que las organizaciones armadas no quieren mostrarle al mundo. Imágenes que revelan la verdad de la industria de la maquinaría de propaganda de los grupos palestinos, en los que se ve la «multitud que se reúne de manera espontánea para ver la liberación de los rehenes», incluso parece una gran multitud gracias a los ángulos de cámara que encuadran la imagen. Eso es exactamente lo que nos quieren mostrar, pero la realidad muestra que se trata de un pequeño número de decenas o de cientos llevados por Hamás u otras organizaciones, para exhibir y dar un paso más en la batalla por la conciencia y la propaganda.
Y cuando vemos vídeos de los secuestrados sonriendo y saludando con la mano, es acorde al «libreto» que la gente de Hamás les dio, tal como se ve en las imágenes con Agam Berger, en la que se observa a un camarógrafo de Hamás indicándole saluldar, algo que la organización no hubiese querido que salga al aire, pero así son las transmisiones en vivo. También este sábado, claramente vimos a Yarden Bibas saludando desganado. El integrante de Hamás que estaba a su lado le ordenó saludar, pero al estar enmascarado no podemos ver que se lo indica.

Con todo nuestro deseo natural de ver y saber qué está pasando con los rehenes, hasta que los secuestrados no sean entregados a las fuerzas de seguridad israelíes y a los equipos médicos, y los funcionarios israelíes publiquen información oficial sobre el estado de los liberados, realmente no podremos «ver» o «saber lo que les pasó”, pero lo primero que vemos de los rehenes es lo que nos presenta Hamás. Sólo se recibe la imagen de la propaganda que las organizaciones palestinas quieren “que veamos y sepamos”.
Tal como sucedió con Guilad Shalit al ser liberado en 2011, tras cinco años y seis meses en cautiverio en Gaza, en manos de Hamás, al ser liberado fue entrevistado por una periodista en Egipto donde el soldado declaró que recibió «buenos tratos» y fue lo que quedó en la conciencia de millones en el mundo.
Así es como juega el papel del teatro presentado por Hamás. La primera imagen es la que vende. Luego llegarán los informes médicos y el relato de lo vivido en cautiverio, pero en la masa, en la conciencia colectiva de aquellos que solo «ven» y sacan conclusiones quedará eso. «Salieron sonrientes, saludaron y no están desnutridos».