Itongadol.-El líder supremo iraní, Alí Jamenei, afirmó que los países musulmanes que están normalizando sus relaciones con Israel están «apostando a caballo perdedor», según informaron el martes los medios de comunicación estatales, mientras Arabia Saudí, su rival regional, avanza hacia el establecimiento de lazos con Jerusalem.
Jamenei también predijo que Israel pronto sería erradicado, en un discurso pronunciado el martes ante funcionarios gubernamentales y embajadores de países musulmanes.
«La postura definitiva de la República Islámica es que los gobiernos que den prioridad a la apuesta de la normalización con el régimen sionista sufrirán pérdidas», dijo en declaraciones recogidas por los medios de comunicación estatales y semioficiales iraníes.
«Como dicen los europeos, están apostando a caballo perdedor», dijo Jamenei. «Hoy en día, la situación del régimen sionista no es una que deba motivar la cercanía a él; no deberían cometer este error».
Irán, que recientemente restableció lazos diplomáticos con Arabia Saudita, ha advertido repetidamente a su antiguo enemigo y a otros países musulmanes contra un proceso de normalización con Israel, enemigo regional, respaldado por Estados Unidos.
El domingo, el presidente iraní, Ebrahim Raisi, dijo que los esfuerzos de normalización con Israel son «reaccionarios y regresivos».
En su discurso del martes, Jamenei también predijo que los palestinos destruirán Israel, al que calificó de «cáncer.»
«Este cáncer será ciertamente, si Dios quiere, erradicado por las manos del pueblo palestino y las fuerzas de resistencia en toda la región», dijo.
Las perspectivas de un acuerdo de paz entre Israel y Arabia Saudí, con la mediación de Estados Unidos, parecen haber aumentado en las últimas semanas. El viernes, la Casa Blanca afirmó que ya existe un «marco básico» para dicho acuerdo y, en la última semana, dos ministros israelíes han visitado el reino islámico.
Teherán y Riad pusieron fin recientemente a un distanciamiento de siete años en un acercamiento mediado por China. Pero las tensiones por la guerra en Yemen resurgieron la semana pasada después de que un ataque atribuido a los rebeldes Houthi apoyados por Irán matara a cuatro soldados que patrullaban la frontera sur de Arabia Saudita. Los soldados procedían de Bahréin, estrecho aliado saudí, y Bahréin culpó a los houthis, que no han reconocido públicamente el ataque.
El lunes, un equipo de fútbol saudí se negó a jugar contra un equipo iraní en Teherán debido a la presencia de estatuas del general iraní asesinado Qassem Soleimani en el estadio.