Itongadol (por Lic. Eduardo Alberto Chernizki) .- Luego de tres años de estudios y negociaciones Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, presentó su propuesta de paz para solucionar el conflicto palestino – israelí.
Denominado por el presidente Trump como “El acuerdo del siglo”, según las informaciones periodísticas este plan difiere sustancialmente de todos los presentados con anterioridad, debido a que modifica uno de los puntos centrales de sus antecesores: quien debe realizar concesiones.
El plan se basa en la existencia de dos estados, y según el presidente Trump, el futuro estado palestino tendrá una superficie que duplicara el territorio en poder de los palestinos y al implementarse “Ni israelíes, ni palestinos tendrán que abandonar sus casas”.
Pero para que los palestinos puedan tener su estado deben realizar concesiones, entre las que figura que será un estado desmilitarizado, que Jerusalem será la capital indivisa del Estado de Israel, la aceptación que el Valle del Jordán sea controlado por el Estado de Israel, que las poblaciones judías establecidas en Yahuda y Shombron, Cisjordania, sean parte integrante del Estado de Israel y el reconocimiento de Israel como Estado judío.
Si los palestinos aceptan “El acuerdo del siglo” recibirán junto con Egipto y Jordania la suma de 50.000 millones de dólares para el desarrollo regional, una propuesta anunciada a mediados del año pasado.
Un detalle que debemos tener en cuenta es que Trump también sostuvo que la capital del futuro estado palestino sería Jerusalem oriental, lo que entraría en contradicción con su afirmación de que sería la capital indivisible de Israel.
Debido a filtraciones ya días antes del anuncio formal autoridades palestinas habían manifestado su rechazo, lo que se concretó oficialmente a las pocas horas, cuando Abbas emitió un comunicado oficial en rechazo a la propuesta del gobierno de Estados Unidos.
Esto no sorprendió a Trump quien anunció que de entrada el plan sería rechazado, pero que luego ira siendo aceptado, y que su periodo de implementación son cuatro años, la misma cantidad de tiempo en que se congela el desarrollo de israelíes en el territorio asignado al futuro estado palestino.
La novedad, y que es lo más importante para Israel, es que quienes deben realizar concesiones son los palestinos, en lugar de los israelíes, como venía ocurriendo en cada oportunidad en que se presentaba un proyecto de plan de paz para solucionar el conflicto entre palestinos e israelíes.
Independientemente quien triunfe en las elecciones israelíes del 2 de marzo venidero, la existencia de esta propuesta será tenida presente para las relaciones que se mantengan con las autoridades palestinas.
Las autoridades israelíes, previendo que el rechazo al “Plan del Siglo” incluya reacciones violentas de los palestinos, decidieron reforzar la presencia militar en Yehuda y Shombron.
Que abiertamente los países árabes rechacen “El Plan del Siglo”, era previsible como también que tanto Hamás como la Autoridad Palestina lleguen a incentivar reacciones violentas, que provoquen incidentes y deriven en la reacción del ejército israelí.
Lo que no se sabe, y es muy difícil predecir, es hasta donde los llamados países árabes moderados se involucraran apoyando las reacciones negativas violentas de los palestinos, cuando por razones pragmáticas deben aceptar ciertas decisiones que se toman en la Casa Blanca, como también la existencia del Estado de Israel.
La reacción de los medios también es importante, y, en principio, la prensa internacional coincidió en que es una propuesta abiertamente pro israelí y que es presentada en un momento político muy especial tanto de Trump como de Netanyahu, el primero porque está en medio de un juicio político y el segundo por las tres acusaciones penales que enfrenta.
Paul Danahar, jefe de la oficina de la BBC en América del Norte y antiguo jefe de la oficina para Medio Oriente y Asia, afirmó: “Como acuerdo, es decir un pacto de ambos lados, el plan de Trump está muerto desde el comienzo. Pero como un diseño de la probable realidad sobre el terreno, está muy vivo. Así que no deberíamos simplemente descartarlo como si no podría llegar a ninguna parte”.
En cierta medida son acertadas las apreciaciones de Danahar, que de entrada estimó que el plan fracasará al no ser aceptado por los palestinos y los estados árabes involucrados, pero que puede ser útil en el futuro, pues puede llegar a ser el inicio de otro tipo de relación entre los israelíes y los palestinos, en donde estos últimos, si realmente desean tener su propio estado, comprendan que deben hacer concesiones pues el planteo del todo o nada, que intentaron utilizar hasta el presente no sólo no les ha sido útil sino que tampoco lo será.
Si esto no ocurre, “El acuerdo del siglo” sólo será el plan de Donald Trump que no pudo implementarse debido al rechazo palestino, y un antecedente que los israelíes no deberían dejar de tener en cuenta en futuras negociaciones.