Itongadol.- “La familia del Dr. Erekat confirmó a Wafa, la Agencia de Noticias Palestina, que su estado de salud es estable”, rezó un tuit publicado por la cuenta oficial de Twitter de la Organización para la Liberación de Palestina.
“El Doctor Erekat todavía está en cuidados intensivos y está sometido a respiración artificial”, añadió sobre la salud de quien en las últimas décadas encabezó las delegaciones palestinas en las conversaciones con Israel.
Ayer- lunes- diversas versiones informaban la muerte de Saeb Erekat, el dirigente palestino que está internado en un hospital israelí con un cuadro crítico de COVID-19. Las mismas fueron desmentidas.
El funcionario de la Autoridad Palestina se encuentra sedado y conectado a un respirador, según reveló el Centro Médico Hadassah, donde está siendo atendido, y según confirmaron fuentes oficiales a la Agencia AJN, su estado es “crítico, pero estable”.
Durante el lunes, la propia esposa del funcionario palestino informó que había mejorías en su estado de salud y que se encontraba con mejores niveles de oxigenación, desmintiendo las noticias que anunciaban su muerte.
En la mañana de ayer el Hospital Hadassah Ein Kerem informó que la salud de Saeb Erekat había empeorado y su familia había sido citada para despedirse del funcionario palestino.
Nació el 28 de abril de 1965 en Kfar Abu Dis en la zona de Jerusalem y a los 17 años emigró a Estados Unidos, obtuvo una licenciatura y maestría en la Universidad de San Francisco, y luego completó un doctorado en la Universidad de Bradford en Gran Bretaña.
Se desempeñó como profesor en la Universidad de Nablus y como periodista, en la década del 90 ingresó a la política dentro de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Fue parte de todos los contactos entre israelíes y palestinos, desde la Conferencia de Madrid en 1991 hasta las últimas conversaciones en 2013, y fue parte de los Acuerdos de Oslo.
Desde los últimos años se desempeó como secretario del Comité Ejecutivo de la OLP.
En 2012 tuvo una enfermedad pulmonar y tras complicarse su estado de salud en 2017 entró a la lista de espera para un trasplante pulmonar. Tras el revuelo que se generó en la opinión pública se debió llevar a cabo en Estados Unidos.