Agencia AJN.- Para muchas familias judías Punta Del Este, la ciudad costera situada a 130 kilómetros al este de Montevideo, está pasando de ser una escapada veraniega a un hogar durante todo el año, ya que su población judía permanente se duplicó, pasando de unas 300 familias a 600 desde el inicio de la pandemia de coronavirus en 2020.
La tendencia no se detendrá pronto, dijo Fabián Schamis, director ejecutivo de la Comunidad Israelita de Punta del Este (CIPEMU), una organización comunal judía que se creó en 2005 y ahora cuenta con más de 1.500 miembros que participan en su programación cultural y en las noches de «Shabat en la playa» (día del descanso). La afluencia de judíos durante el verano se estima en unos 40.000.
La mayoría de los nuevos residentes permanentes proceden de Argentina, donde una mezcla de inflación creciente, devaluación de la moneda nacional y altos tipos impositivos contribuyeron a una recesión en los últimos años.
Punta del Este reúne muchos requisitos para Sofía Grosz, una joven argentina de 18 años que asiste al centro deportivo y comunitario del Club Náutico Hacoaj: hermosas playas, una vibrante vida nocturna y un centro para muchos de sus amigos judíos del colegio de Buenos Aires. En diálogo con el medio de comunicación israelí Times of Israel, Grosz afirmó: «Venir aquí es casi una tradición en nuestra familia». Y no es la única, ya que Punta del Este es desde hace mucho tiempo un refugio para decenas de miles de judíos cada verano, muchos de ellos argentinos.
Además de Grosz, personas como Mark Zuckerberg, Ralph Lauren y Shakira veranearon en Punta del Este, ciudad en la que las lujosas atracciones de la playa, el ambiente relajado, la belleza natural y el bajo índice de criminalidad atrajeron a los judíos latinoamericanos durante décadas.
Vista del interior de un evento organizado por CIPEMU, en enero de 2022. (CIPEMU/ vía JTA)
Los promotores de origen judío, cuya presencia se remonta al empresario argentino Mauricio Litman, que fundó el Cantegrill Country Club en 1950, también participaron en el crecimiento físico de la ciudad. El Cantegrill sigue en pie y ahora hay actividades como un festival de cine judío y una pizzería kosher local, abierta en 2012 por Levi Shemtov, sobrino del reconocido rabino del mismo nombre establecido en Washington.
«Desde 2020 recibimos una afluencia masiva de personas, casi el 100 por ciento de Argentina», dijo Schamis a la Agencia Telegráfica Judía. «Estamos hablando de residentes, no de turistas. La pandemia también aceleró cierto descontento que tenían los argentinos [en su propio país] por razones políticas, económicas, de inseguridad y otras, y optaron por trasladarse aquí a Punta del Este, donde tenemos un oasis en todos esos aspectos.»
El aumento de las opciones escolares aumentó el atractivo, dicen los judíos locales. No hay ninguna escuela diurna judía, pero los estudiantes judíos están cambiando la composición del resto de las escuelas de la ciudad, como el International College (IC) Punta del Este -que abrió en 2018 y es propiedad de Rolando Rozenblum, actual miembro de la junta directiva de CIPEMU y ex presidente.
El colegio internacional K-12 tuvo más de 600 estudiantes este año, provenientes de 28 países, incluido Estados Unidos. Rozenblum dice que el alumnado es aproximadamente un 10% judío. CIPEMU detalló que hará un estudio demográfico este año para obtener cifras más precisas de la comunidad judía.
Rozenblum, empresario y líder comunitario, también está involucrado en otra institución local: la primera torre Trump de Sudamérica, que tras casi una década de contratiempos se inaugurará en agosto. Rozenblum compró un apartamento en la torre y está ayudando a sus promotores locales -la organización Trump sólo dio la licencia de uso de su nombre y no participa en la logística del proyecto- a preparar su apertura.
La torre cuenta con 160 apartamentos que cuestan alrededor de 5.000 dólares por metro cuadrado, e incluye una pista de tenis cubierta diseñada por el ex tenista argentino de origen judío Martín Jaite. Alrededor del 60% de los compradores son argentinos y el resto procede de Uruguay, Brasil, Europa y Estados Unidos.
Los argentinos llevan años acudiendo en masa a Uruguay, cuyo presidente Luis Lacalle Pou, en el poder desde marzo de 2020, lidera un gobierno más libre y pro-mercado. Uruguay ofreció a los nuevos residentes unas «vacaciones fiscales» de 10 años, y algunos turistas simplemente decidieron no marcharse cuando la pandemia los encerró por primera vez.
El primer restaurante totalmente kosher de Punta del Este, se llama Brooklyn. (Juan Melamed/JTA)
«Este movimiento es razonable y sigue las tendencias migratorias y de inversión hacia Uruguay, un país que vemos con muy buenos ojos para que los judíos se instalen», expresó a JTA Ariel Stofenmacher, rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, en diciembre de 2020, al anunciar la expansión de la institución a Uruguay.
Punta del Este tiene ahora tres sinagogas, dos son sefardíes ortodoxas y una está afiliada al movimiento jasídico Jabad Lubavitch. La ciudad reúne una mezcla de judíos argentinos, brasileños y uruguayos.