Itongadol.- A pesar de que hay casi una docena de candidatos, la carrera a la presidencia estuvo dominada por los dos favoritos y polos opuestos: el presidente derechista en funciones Jair Bolsonaro y el ex presidente izquierdista Luiz Inacio Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores. La votación, marcada por un clima de tensión y violencia sin precedentes, comenzó a las 8 de la mañana y concluye a las 17 horas.
A ambos se los vio en campaña flanqueados por la seguridad y la policía, llevando incluso chalecos antibalas en ocasiones. Bolsonaro se puso el suyo el mes pasado en Juiz de Fora, ciudad en la que fue apuñalado en el estómago durante su campaña presidencial de 2018. A Lula, por su parte, también se lo vio con un chaleco durante un evento en Río de Janeiro, la misma ciudad donde una bomba casera fue lanzada a una gran multitud de sus partidarios en julio.
En el sistema electoral de Brasil el candidato ganador debe obtener más del 50% de los votos para ser presidente. Si ningún candidato supera ese umbral, el 30 de octubre se celebrará una segunda ronda de votaciones entre los dos favoritos. Más de 156 millones de ciudadanos brasileños están habilitados para votar.
Los votantes también están eligiendo nuevos gobernadores, senadores y para los 26 estados del país y el distrito federal.
Bolsonaro, de 67 años, se presenta a la reelección por el conservador Partido Liberal. Hizo campaña para aumentar la minería, privatizar las empresas públicas y generar más energía sostenible buscando bajar los precios de la energía. Además, se comprometió a seguir pagando una prestación mensual de 600 reales (110 dólares) conocida como Auxilio Brasil.
Conocido como el «Trump de los trópicos», Bolsonaro, que cuenta con el apoyo de importantes líderes evangélicos, es una figura muy polarizadora. Su gobierno es conocido por su apoyo a la explotación despiadada de la tierra en el Amazonas, lo que llevó a cifras récord de deforestación. Los ecologistas advierten que el futuro de la selva tropical podría estar en juego en estas elecciones.
Bolsonaro también fue muy criticado por su gestión de la pandemia de coronavirus, en la que murieron más 686.000 personas en Brasil.
Lula, de 76 años, presidente durante dos mandatos consecutivos (2003 a 2011), centró su campaña en sacar a Bolsonaro del cargo y destacó sus logros pasados. En 2011 dejó el cargo con un índice de aprobación del 90% y se le atribuye en gran medida haber sacado a millones de brasileños de la pobreza extrema a través del programa de bienestar «Bolsa Familia».
En su campaña, Lula prometió un nuevo régimen fiscal que permitirá un mayor gasto público y acabar con el hambre en el país. Asimismo, Lula aseguró que trabajará para reducir las emisiones de carbono y la deforestación en el Amazonas.
Lula fue condenado por corrupción y lavado de dinero en 2017, por cargos derivados de la amplia investigación de la «Operación Lavado de Autos» en la petrolera estatal Petrobras. Tras cumplir menos de dos años en prisión, un juez del Tribunal Supremo anuló la condena de Lula en marzo de 2021, despejando el camino para que se presente a la presidencia por sexta vez.
Las autoridades electorales expresaron que esperan que los resultados finales de la primera ronda se anuncien oficialmente el domingo por la noche.
En las últimas elecciones, los resultados se declararon oficialmente dos o tres horas después de que terminara la votación.
Fuente: CNN.