Itongadol.- La lucha de poder interna que se viene gestando hace tiempo dentro del Likud llegará a un punto crítico el domingo, cuando el Comité Central vote si debe enmendarse la constitución del partido.
Los delegados del Likud en el Congreso Sionista Mundial (CSM) están actualmente divididos de manera uniforme entre representantes de Likud Israel y Likud Mundial. La enmienda en cuestión alteraría la división de tal manera que el 80% de los delegados provendría de Israel.
El impulsor de la enmienda es el ministro de Cultura y Deportes, Micky Zohar, que cuenta con un fuerte respaldo en el Comité Central y representa a Likud Israel, pero el actual presidente de la Organización Sionista Mundial (OSM), Yaakov Hagoel, tiene influencia en Likud Mundial. La enmienda fortalecería la influencia de Zohar en el Congreso.
El bando de Zohar incluye al ministro de Turismo Haim Katz, quien es el presidente del Comité Central del Likud, y al presidente del Comité Económico de la Knesset, el diputado David Bitan.
Hagoel ha argumentado que la medida de Zohar dañará la relación del Likud con la Diáspora.
En una entrevista en Kol Barama Radio el 4 de febrero, Hagoel afirmó que la motivación de Zohar es aumentar su capacidad para otorgarles empleos lucrativos en las agencias de la OSM a sus partidarios políticos. Yaakov Berdugo, un confidente influyente del primer ministro Benjamin Netanyahu, hizo acusaciones similares en el Canal 14 el martes.
Una enmienda constitucional en el Likud requiere la aprobación de al menos dos tercios de su Comité Central y no está claro si será aprobada.
Zohar sufrió un duro golpe a fines de enero cuando se vio obligado a retirarse de una serie de acuerdos con otros partidos sobre nombramientos en el próximo Congreso. Los acuerdos, muchos de ellos con partidos de centro e izquierda, provocaron críticas dentro del Likud y una eventual denuncia ante la institución judicial del partido.
Zohar afirmó que su retirada tenía como objetivo “reunificar” a la derecha en el CSM.
El Congreso Sionista Mundial se reunirá en Jerusalem en octubre. Sus más de 500 delegados se dividen aproximadamente en partes iguales entre tres grupos: de los Estados Unidos, del resto de la Diáspora e israelíes. Estos últimos se asignan a los partidos políticos en función de su representación en la Knesset.
El Congreso determinará roles críticos en las cuatro instituciones nacionales: el Keren Kayemet LeIsrael, la Agencia Judía para Israel, la OSM y el Keren Hayesod.