Itongadol.- La empresa israelí Alumor quiere ayudar a las personas de países de todo el mundo, incluidos los de África, a acceder a agua limpia. Una persona no puede vivir sin agua, pero de alguna manera millones de judíos sobrevivieron en el seco y árido desierto durante cuarenta años. ¿Cómo lo hicieron sin un suministro interminable de H2O? La respuesta, según la Parashat Chukat de la Biblia hebrea, es que el agua les fue proporcionada a través de una roca con forma de colador que llegó a ser conocida como el Pozo de Miriam.
En la parte de la Torá ( texto que contiene la ley y el patrimonio identitario del pueblo judío) en la que se menciona esto, el lector se entera de que cuando Miriam murió había escasez de agua, lo que demuestra a los lectores que el pozo existía por el mérito de Miriam.
La empresa israelí de tecnología del agua Alumor está dispuesta a mejorar el mundo con su propio milagro: un dispositivo doméstico de purificación de agua alimentado por energía solar al que llaman apropiadamente el Pozo de Miriam.
El dispositivo cuenta con una tecnología de purificación de agua basada en luz LED ultravioleta, que puede purificar cualquier tipo de agua superficial, incluidos lagos, ríos, lagunas y piscinas. «El producto es de bajo coste, fácil de usar y limpia las bacterias del agua con los más altos estándares de la industria», explica a NoCamels David Waimann, jefe de desarrollo de negocio de Alumor.
La solución, desarrollada por cuatro científicos y tecnólogos experimentados, es una lámpara con eficacia de clase A que elimina parásitos y virus peligrosos. Incluye una óptica inteligente y un filtro de partículas que produce agua a menos de 0,5 céntimos el litro. Además, utiliza poca energía, sólo 4 vatios a través de un panel solar, y produce un litro de agua cada 10 minutos.
«Es un verdadero milagro», añade Waimann.
En una entrevista con NoCamels este mes, Waimann explica por qué el objetivo de la empresa para esta «pieza tecnológica tan importante» es tener un lugar en «todos los países de África».
Queríamos producir un sistema adecuado a las necesidades de los más pobres del tercer mundo, explica.
En un folleto sobre Alumor entregado a NoCamels se dice que el sueño de la empresa es que el dispositivo «sea utilizado algún día por más de 100 millones de personas en todo el mundo, salvando 100.000 vidas».
«Esto es lo que llevó a un economista del desarrollo como yo a formar parte de la empresa», añade Waimann.
«Originalmente estudié economía y me fascinó, pero también trabajé en varias organizaciones internacionales como el Banco Mundial y la ONU. Y fui VSO (servicio voluntario en el extranjero) del Cuerpo de Paz británico en África. Eso es lo que me interesaba. Me encantaba. Era realmente importante para mí y sigue siendo algo que me importa», dice Waimann.
Waimann no estaba seguro de poder hacer carrera con estos intereses, así que acabó formándose como ingeniero óptico y trabajando como técnico en una empresa de láseres, donde el jefe de óptica era Yacov Malinovich, físico y experto en sistemas óptimos para los sectores médico e industrial. Pasaron 25 años y Malinovich le llamó para hablarle de su proyecto «en el campo del tratamiento del agua». Le preguntó si Waimann les ayudaría con su marketing.
Para entonces, el cofundador Eldad Maziel también estaba involucrado. Más tarde, Ofri Orgad, hidrólogo y especialista en ayuda al agua, se incorporó como jefe de marketing. El empresario israelí-estadounidense Yossi Abramowitz también asesora al equipo.
«Me intrigó esta empresa porque uno de los mayores problemas del mundo es el agua sucia para los pobres. Pueden conseguir agua, no hay escasez de agua, pero está llena de todo tipo de bacterias, que te matan. En Occidente, abrimos el grifo y ni siquiera nos preocupamos», dice Waimann.
Alumor se encuentra actualmente en una fase de pre semilla y ha recibido una subvención de 142.000 dólares de la Autoridad de Innovación de Israel. Aunque NoCamels pudo ver un prototipo del producto, Waimann dice que aún no aceptan pedidos, pero que están buscando financiación e inversores.
Miriam’s Well está pensado para ser utilizado en un pueblo, donde una persona albergaría el producto y los residentes acudirían a un lugar específico para obtener agua limpia. El diseño de la aldea se vendería por unos 50 dólares como bien social (sin intenciones de lucro) La empresa está actualmente en contacto con varias ONG y gobiernos que serán socios en la distribución.
La solución para el agua limpia.
Las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2017 sugieren que 2.100 millones de personas carecen de agua potable, de las cuales 1.400 millones necesitan una solución eficiente y sostenible, como un dispositivo de tratamiento de agua doméstico, para purificar su agua hasta el punto de uso. La OMS afirma que para las familias que necesitan estos sistemas de tratamiento de agua en el hogar, los sistemas deben ser baratos y esterilizar el agua a un alto nivel. La tecnología de purificación del agua debe garantizar la eliminación de todas las bacterias y virus.
Las soluciones actuales son costosas, ineficaces o simplemente lentas y engorrosas, explica Waimann. Se refiere a los métodos existentes, como la cloración, el proceso de añadir cloro o compuestos de cloro para matar bacterias y microbios y prevenir enfermedades transmitidas por el agua, la filtración por membrana, un método de separación de partículas en soluciones líquidas, y los floculantes, que se utilizan en el tratamiento de aguas residuales como sustancias que favorecen la aglomeración de las partículas finas presentes en una solución.
«Todas estas soluciones tienen verdaderos inconvenientes», afirma. «No limpian el agua o son caras. Simplemente no son convenientes. Poner una botella en el tejado, subirla y bajarla. O poner las pastillas de cloro antes de beber. No es posible. Simplemente no ocurre».
No es necesario un mantenimiento continuo del producto. Waimann explica a NoCamels que hay que limpiarlo cada seis meses aproximadamente. Eso sólo significa lavar el filtro.
Alumor también está desarrollando un diseño urbano denominado Nammu. Para este proyecto, las máquinas se colocarían gratuitamente en las tiendas de conveniencia y serían propiedad del distribuidor. La máquina tiene un módulo interno que controla el consumo de agua. El propietario de la tienda y el distribuidor del país compartirían los ingresos.
Según Alumor, Oceo Water of India, una empresa de servicios de consumo que presta servicios de purificación de agua, ha manifestado su interés en encargar 10.000 del producto Nammu en dos años.
Fuente: NoCamels.