Itongadol.- Los primeros proyectos de ley de la reforma judicial israelí pasaron los votos preliminares el lunes por la mañana, en la sesión del Comité de Constitución, Ley y Justicia, para proceder a una primera lectura en la Knesset (Parlamento israelí).
Las dos cláusulas cambiarán la composición del comité de selección de jueces y restringirán que la Corte Suprema revise y cambie las leyes básicas de Israel.
Esta legislación actúa como la base del plan del gobierno para eliminar la capacidad del Tribunal Superior de controlar el parlamento de Israel y representa uno de los primeros pasos para llevar a cabo las controvertidas reformas judiciales, que vienen siendo fuente de múltiples protestas en todo el país durante varias semanas.
Mientras los miembros de la coalición y la oposición discutían sobre las dos leyes, el comité estalló en intensas peleas, e incluso se podían escuchar cantos de «¡Vergüenza!» de los manifestantes reunidos fuera del parlamento.
Uno de los proyectos de ley redactado por el presidente del panel del bloque de Sionismo Religioso de extrema derecha, Simcha Rothman -también presidente del Comité de Constitución, Ley y Justicia-, evitará que el Tribunal Superior de Israel bloquee una legislación que contradiga una de las leyes básicas del Estado judío, que actúa como la constitución de facto del país, ya que Israel no posee constitución.
El proyecto de ley de Rothman, llamado “cláusula de anulación”, permitiría a la Knesset aprobar leyes que vayan en contra de las 12 Leyes Básicas sin la intervención de la Corte. El proyecto requiere que la corte acepte por unanimidad que la legislación es inconstitucional, y si incluso uno de los 15 jueces no está de acuerdo, la Knesset podría volver a aprobar la ley con una mayoría.
Las interrupciones continuaron durante más de media hora, lo que impidió que el comité avanzara. Finalmente, los proyectos de ley fueron aprobados con nueve votos a favor y siente en contra, mientras los miembros de la oposición protestaban en voz alta.
Horas después de que se aprobaran ambos proyectos, el ministro de Justicia de Israel, Yariv Levin -principal impulsor de la reforma judicial-, junto con Simcha Rothman, convocaron a una reunión al líder de la oposición y ex primer ministro, Yair Lapid, y el líder de Unidad Nacional y ex ministro de Defensa, Benny Gantz, para discutir las reformas judiciales.
Según los informes, los cuatro políticos están coordinando una reunión conjunta con el presidente Isaac Herzog que tendrá lugar más tarde.
Tras la invitación a reunirse con el oficialismo, los líderes de la protesta contra la reforma judicial les pidieron a Lapid y Gantz que rechacen la reunión y señalaron que «no habrá diálogo hasta que se cancele la legislación».
Por otro lado, el primer ministro Benjamín Netanyahu acusó a los jefes de la oposición de «empujar a propósito al país a la anarquía» en una breve declaración publicada tras una jornada turbulenta en la que se manifestaron en Jerusalem, contra la reforma, 90.000 personas.
De concretarse la reforma, el Poder Ejecutivo de Israel asumiría el control del Poder Judicial. Todo esto se está haciendo en un momento en que el propio Netanyahu está siendo juzgado por cargos de soborno, fraude y abuso de confianza en tres casos presentados por su propio fiscal general, por lo que, en caso de aprobarse la reforma judicial, según la oposición, el oficialismo podría absolver a Netanyahu.