Itongadol.- Con menos de 10 días para que el primer ministro Benjamin Netanyahu forme una coalición, su partido Likud continúa presionando al líder de Yamina, Naftali Bennett, para que no firme un acuerdo de rotación con el jefe de Yesh Atid, Yair Lapid, que podría ver el establecimiento de otro gobierno de unidad en Israel.
Sin embargo, a pesar de las súplicas del Likud, el progreso en la redacción de un acuerdo de coalición entre Yamina y el resto del bloque anti-Netanyahu parece avanzar.
Aparentemente, muchos desacuerdos entre los miembros del bloque se han resuelto, y la identidad de un nuevo portavoz de la Knesset potencial sigue siendo el único punto importante de controversia.
Yesh Atid está exigiendo que su MK Meir Cohen sea elegido para el cargo, ya que se suponía que debía asumir el cargo en virtud del acuerdo del partido con su ex socio Blue & White. La aceptación del cargo por Benny Gantz en marzo de 2020, luego de una controvertida renuncia de Yuli Edelstein del Likud, se convirtió en uno de los catalizadores de la ruptura de la asociación Yesh Atid y Blue & White.
Mientras tanto, New Hope de Gideon Saar exige que su diputado y ex legislador del Likud, Ze’ev Elkin, asuma el cargo.
También hay una disputa con respecto a la cartera de Aliyah e integración, con Yisrael Beytenu de Avigdor Liberman exigiéndola, mientras que Blue & White insiste en que debe permanecer con MK Pnina Tamano-Shata.
Uno de los mayores desafíos para Lapid parece ser mantener su promesa de campaña de formar un gobierno pequeño, mientras asigna carteras a los partidos de izquierda del bloque, Labor y Meretz, para apaciguarlos.
En un posible gobierno de rotación, primero encabezado por Bennett y luego por Lapid, el jefe laborista Merav Michaeli parece ser el candidato a ministro del Interior.
Sin embargo, Bennett y Saar todavía están luchando para mantener esa cartera dentro de los elementos más derechistas del gobierno potencial, principalmente con Ayelet Shaked # 2 de Yamina.
El bloque anti-Netanyahu espera finalizar el esquema del gobierno de unidad en los próximos días para presentarlo ante el presidente Reuven Rivlin para que Lapid tenga la tarea de formar el gobierno a continuación.
Mientras tanto, el Likud está aumentando la presión sobre Bennett para que se una al campo de Netanyahu, y su Comité Constitucional aprobó el domingo un plan para que el primer ministro agregue a sus propios candidatos externos a la lista del partido en las próximas elecciones de la Knesset.
Si bien la propuesta aún está sujeta a la secretaría del partido y a los funcionarios de su facción, está destinada a servir como una oferta al líder de Yamina de que si apoya a Netanyahu, su entrada a la Knesset está asegurada sin importar cuáles sean los resultados en las próximas elecciones. que sería el quinto en dos años.
Netanyahu está seguro de que tal movimiento hará que Bennett plantee sus demandas del bloque anti-Netanyahu y hará que las negociaciones fracasen.