Itongadol/Agencia AJN.- El Día del Recuerdo terminó al ponerse el sol. Desde las 19:45 (hora local), los israelíes cambiaron el triste color del día de homenaje a los caídos en las guerras y a las víctimas del terrorismo para teñir todo de azul y blanco. Banderas de Israel, música y alegría para celebrar nada más ni nada menos que la existencia del Estado judío.
Por más que el país permanecerá cerrado por la pandemia del COVID-19 con el objetivo de evitar la propagación del virus, de diferentes maneras los israelíes intentarán transmitir, aunque sea de manera virtual o a través de los balcones, la alegría y el orgullo nacionalista que despierta este día.
La ceremonia de encendido de la antorcha, pregrabada sin audiencia, honra a los médicos, enfermeras y voluntarios que luchan contra el virus. Como homenaje al contexto de la pandemia, los aviones de la fuerza aérea sobrevuelan en los hospitales.
Las ceremonias oficiales son transmitidas en vivo por los canales de televisión y en las redes sociales, así como también en la plataforma de videos Youtube. El tradicional festejo tiene lugar en el Monte Hertzl, en Jerusalem, justo después de la finalización de Yom Hazikarón.
La proximidad de las fechas no es casual. El Día del Recuerdo tiene como objetivo recordar el precio que se pagó, y se continúa pagando hoy en día, por la existencia del Estado de Israel. Por esa misma razón, y para el orgullo y la memoria de los caídos defendiendo a su patria, se celebra, inmediatamente después, el valor y la importancia de lo que tanto costó conseguir: Medinat Israel, el Estado judío.
Los israelíes llenan de banderas sus balcones (Tel Aviv).
A pesar de la cuarentena obligatoria, que rige entre hoy y mañana, la población israelí se ha ocupado de mostrar de cualquier manera su orgullo nacional y las calles y los balcones están repletos de banderas azules y blancas. Si bien los bares y restaurantes permanecen cerrados, el gobierno ha prohibido alejarse a más de 100 metros de las viviendas para evitar aglomeraciones en parques, plazas e incluso en las playas.
Los locales no perdieron el tiempo y comenzaron a vender el clásico “merchandising” de Israel.
Sin dudas será un Día de la Independencia diferente, y será recordado durante varios años. Si bien los israelíes no pueden reflejar su felicidad en las calles, harán sentir la fuerza del Estado de Israel, como se hizo en cada momento difícil desde su creación. Esa fuerza y ese orgullo saldrán a relucir, más aún en un momento duro. Así lo hace Israel hace 72 años, y así lo seguirá haciendo. Es parte de su tan particular ADN.