En una entrevista con la Agencia AJN, el director de Hadassah Internacional destacó que los países que mostraron mejores estadísticas en el manejo de la pandemia fueron los que “alejaron a la política y se guiaron por recomendaciones científicas”. Además, expresó su opinión sobre el regreso a las clases presenciales y se refirió al desarrollo en Hadassah de una nueva droga contra el coronavirus.
Agencia AJN.- El director de Hadassah Internacional, Jorge Diener, dialogó con la Agencia AJN sobre la situación de la pandemia del coronavirus, tanto en Israel como en el mundo, y destacó la importancia de que los gobiernos tomen medidas para contener la crisis “viendo a las personas como pacientes, y no como votantes”.
“Hoy en día cuando uno analiza las estadísticas de organizaciones serias, se ve que los países donde el manejo de la crisis fue mejor son aquellos que se alejaron de la política. En el momento en que la política interna de los países entró en la administración de la crisis, los números e indicadores fueron peores”, detalló Diener, en una entrevista desde Jerusalem.
“Nueva Zelanda es un buen ejemplo de administración de la crisis. Porque la presidenta dijo que los científicos le iban a dar la dirección de lo que debía hacer. Cuando uno mira los países escandinavos, excepto Suecia, ve unos indicadores que son increíbles, porque muestran un índice de mortalidad ínfimo. Allí los resultados fueron buenos porque la ciencia está en la base de las decisiones”, subrayó.
En ese sentido, afirmó que “el desafío de los políticos es ver el desafío económico-social, frente al desafío de la salud. Cuando la gente ya está cansada, no tiene recursos y no tiene trabajo, lamentablemente hay políticos que buscan cómo ganarse al electorado. Pero cuando los posibles pacientes se convierten en electorado, los políticos no ven al paciente que tienen que cuidar. Ven al votante, que los tiene que votar. Los políticos que no piensan en dejar a sus votantes contentos, tomaron medidas que han sido mucho más correctas y los resultados están a la vista”.
Como ejemplo de esto, mencionó el caso de Israel: “En la primera ola, el gobierno fue muy claro y siguió las indicaciones del mundo científico. Así se logró contener el contagio. Pero en el momento en que se abrió (la economía) y se entró en una política diferente, la situación cambió de rumbo”.
Respecto a la situación del mundo en general, Diener advirtió que se está “atravesando la mitad de la crisis, pero todavía falta la segunda mitad”.
“Cuando empezó la pandemia, pensábamos que iba a haber una diferencia entre invierno y verano, pero hoy en día sabemos que la diferencia no existe. La diferencia clave es que en invierno, se junta con otras enfermedades estacionales. Pero el alivio es relativo. Si uno mira la situación en Israel, el verano fue la época en la que comenzó la segunda ola”, puntualizó.
Además, mencionó que Israel es ejemplo de lo que va a ir pasando en las próximas semanas en el hemisferio norte: “Hay un resurgimiento de una segunda ola que en algunos de los pronósticos es mucho peor que la primera. Especialmente en países donde la primera ola no se sufrió en forma tan terrible”.
Volviendo al caso israelí, Diene detalló que “lamentablemente, Israel en la última semana llegó a un punto donde se pasó la línea roja de capacidad hospitalaria. Siempre se decía que cuando llegáramos al número 800 de pacientes en terapia intensiva, era la línea roja. Ahora estamos en 850. Por ahora se puede ajustar. En Hadassah nos comprometimos a seguir recibiendo todos los pacientes que hagan falta”.
Como mensaje esperanzador, el director Internacional de la Centro Médico destacó que “Hadassah sigue siendo líder en Medio Oriente respecto a coronavirus. Una de las líneas de investigación más importantes esta semana tuvo un gran éxito. Cinco pacientes graves probaron una droga desarrollada en Hadassah, que demostró en cinco días haber mejorado considerablemente su situación y recibieron el alta”.
Diener reiteró que el principal problema de las salas de terapia intensiva es la falta de personal médico suficiente para esa área. “Por eso es importante poder frenar el desarrollo de la enfermedad, para que no se sobrecarguen esas unidades. Por eso este tipo de droga, que todavía está en ensayo clínico, es muy importante. Porque no va a haber vacuna hasta marzo/abril de 2021”.
“Es importante que cada persona, en cualquier lugar que esté, entienda que esta es una crisis larga, que hay que tener paciencia. La gente que ha tenido esta enfermedad tiene secuelas. No es una gripe. Hasta que tengamos la vacuna, hay que mantener los cuidados básicos”, recalcó.
En cuanto a la vuelta a las clases presenciales, Diener opinó que “claramente, cuando los chicos van a la escuela y se juntan, es muy difícil la contención del contagio. No se puede tener a un maestro al lado de cada chico para controlar que cumpla la distancia. La política más clara es que este es un año para estudiar de forma virtual”.
Por otro lado, respecto a los contagios en las comunidades religiosas, que mostraron altas tasas de infección, consideró que “en las culturas donde las tradiciones son de aglomeración, de juntarse, como son las tradiciones judías o las musulmanas, el distanciamiento es algo artificial. Es un desafío lograrlo”.
Finalmente, Diener se refirió al reciente acuerdo de paz logrado entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos, que ya tuvo su correlato en el mundo científico. “La tecnología es algo de lo que nos vamos a llevar de esta época. Nos permite crear nuevos puentes para la paz. Ayer, se realizaron las primeras jornadas médicas entre un hospital de Israel, Hadassah, y un hospital de los Emiratos Árabes Unidos. Especialistas de cardiología pediátrica de cuidados intensivos compartieron sus conocimientos. Hay oportunidades que antes no existían”, concluyó, dejando un mensaje positivo de cara al futuro.