Itongadol/Agencia AJN.- Tras poco más de dos meses de espera, los bares y restaurantes de Israel volvieron a funcionar el miércoles, y miles de israelíes acudieron en masa a los «pubs» de Tel Aviv para recuperar el tiempo perdido. A pesar del llamado a la responsabilidad del primer ministro Netanyahu, la noche mediterránea tuvo problemas para controlar el exceso de gente, y algunas imágenes muestran gente sin barbijo y sin ningún tipo de distancia social para prevenir una nueva ola de contagios de coronavirus.
El miércoles fue el primer día desde mediados de marzo en que se permitió a los restaurantes y cafés abrir después del cierre, y los temores de que el virus siguiera presente mostraron algunos restaurantes y confiterías con escaso público. Sin embargo, tras caer el sol, una marea de israelíes salió a celebrar y se agolpó en bares y discotecas.
«Queremos hacerte la vida más fácil, permitirte salir y volver a la normalidad, tomar una taza de café y una cerveza», había dicho en un vídeo Netanyahu el martes, anunciando la reapertura.
Más de 120.000 israelíes hicieron reservas para asegurarse un lugar en la primera noche, informó el Canal 12, señalando que en Tel Aviv, muchos bares y restaurantes dijeron que estaban operando al 95% de su capacidad y que no había reservas hasta después del fin de semana.
Aunque la gente estaba ansiosa por salir, la experiencia fue ligeramente diferente a la del pasado. Algunos lugares tenían botellas de desinfectante de manos en las mesas junto a las velas, otros tenían menús descartables y la mayoría de los camareros llevaban máscaras. Los comensales encontraban las mesas separadas unas de otras.

Una multitud asistió a la fiesta Shalvata, en Tel Aviv.
Los restaurantes y bares estuvieron entre los últimos autorizados a volver a funcionar, con los propietarios presionando para poder volver al trabajo. Algunos restaurantes habían reabierto sin permiso, en protesta por las reglas. Lugares de entretenimiento como cines y teatros están programados para abrir a mediados de junio.
De acuerdo a las nuevas directrices, los restaurantes y bares con licencia para un máximo de 100 personas podían abrir a plena capacidad, mientras que los que tenían licencia para un máximo de 200 personas podían servir hasta el 85% de su capacidad normal.
Los restaurantes deben tomar la temperatura de los clientes antes de permitirles entrar, las mesas deben estar a 1,5 metros de distancia y deben ser desinfectadas permanentemente. Los camareros deben llevar máscaras protectoras y no se permite el autoservicio.
A pesar del ambiente festivo, muchos restaurantes no volvieron a abrir en medio de las dificultades financieras causadas por el prolongado cierre, y los propietarios dijeron que las estrictas directrices de higiene y distanciamiento harían difícil recuperar las pérdidas.
El Ministro de Salud Yuli Edelstein calificó la decisión de retirar las restricciones como «un regalo para las fiestas», refiriéndose a la próxima fiesta judía de Shavuot, que comienza este jueves por la noche.
El país ha reducido gradualmente las restricciones durante el último mes, ya que el número de nuevas infecciones diarias ha disminuido a unas dos docenas por día. Sin embargo, las autoridades han expresado su temor a una segunda oleada, y se ha informado de brotes localizados centrados en la reapertura de escuelas.
En el punto álgido de la crisis del virus, se cerraron casi todos los negocios y lugares públicos y se prohibió a la mayoría de las personas que se alejaran más de 100 metros de sus hogares.