Itongadol.- A pesar de las tensiones de seguridad con los palestinos en el Monte del Templo, «alrededor de medio millón de personas» visitaron el Muro Occidental de Jerusalem durante la semana de vacaciones de Pascua.
«Concluimos la festividad con un gran agradecimiento a la Policía de Israel y a las fuerzas de seguridad que trabajaron día y noche para proteger a los ciudadanos de Israel y a quienes visitaban el Muro Occidental», declaró la Fundación del Patrimonio del Muro Occidental, que administra el lugar sagrado.
«A pesar del difícil momento, muchas personas de Israel y del mundo decidieron visitar el Muro Occidental y los túneles del Muro Occidental, que estuvieron llenos hasta la bandera todos los días de la festividad», agregó la Fundación en un comunicado.
El Monte del Templo, donde se construyeron el Primer y el Segundo Templo, es el lugar más sagrado del judaísmo. El Muro Occidental, también conocido como Muro de los Lamentos o Kotel, es el único vestigio de un muro de contención que rodeaba el Monte del Templo construido por Herodes el Grande y es el lugar más sagrado donde los judíos pueden rezar libremente.
Mientras tanto, más de 2.200 judíos visitaron el Monte del Templo durante la Pascua. Los responsables políticos y de seguridad restringen ahora las visitas judías durante el resto del mes islámico del Ramadán.
Eid al-Fitr, la fiesta que marca el final del Ramadán, termina al anochecer del 21 de abril.
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Los rabinos están cada vez más divididos sobre la subida de los judíos al Monte del Templo. Durante siglos, el consenso rabínico generalizado era que las leyes de pureza ritual seguían aplicándose al lugar. Pero en los últimos años, un número creciente de rabinos argumentaron que las leyes de pureza ritual no se aplican a todas las secciones del Monte del Templo y animan a visitar las zonas permitidas para mantener los vínculos judíos con el Monte.
En septiembre, el número de judíos que visitaron el Monte del Templo superó el umbral de los 50.000 por primera vez en la historia moderna, según Beyadenu, una organización que trabaja para fomentar los vínculos judíos con el lugar sagrado.
El delicado statu quo que rige el Monte del Templo se remonta a 1967, cuando Israel liberó la Ciudad Vieja de Jerusalem de Jordania durante la Guerra de los Seis Días. Ante el temor de una guerra religiosa, el entonces ministro de Defensa, Moshe Dayan, aceptó que el Waqf islámico, un fideicomiso musulmán, siguiera gestionando los asuntos cotidianos del lugar sagrado, mientras que Israel mantendría la soberanía general y sería responsable de la seguridad.
Según el statu quo, los judíos y los no musulmanes podrían visitar el Monte del Templo, pero no rezar en él.