AJN/Itongadol.- Dos personas murieron como resultado del incendio que estalló el domingo en un centro de investigación del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Los medios estatales de Irán informaron inicialmente que tres personas habían resultado heridas.
El incendio estalló el domingo por la noche en las instalaciones en el oeste de Teherán. La causa del incendio no está clara.
Una serie de explosiones e incendios han afectado a sitios industriales en todo Irán, incluidas varias plantas petroquímicas, en los últimos meses y durante el año pasado. Los funcionarios iraníes se han referido a la mayoría de los casos como incidentes o accidentes, aunque algunos informes han afirmado que al menos algunos de ellos involucraron sabotaje.
La infraestructura envejecida de Irán también ha sido culpada de al menos algunos de los incidentes.
Paralelamente, Estados Unidos dijo en una reunión el lunes que Irán debe garantizar el acceso del organismo de control nuclear de la ONU a un taller en el complejo TESA de Karaj para reinstalar cámaras como se acordó este mes o enfrentar una acción diplomática por parte de la Junta de Gobernadores del organismo de control.
«Hacemos un llamado a Irán para que proporcione a la AIEA el acceso necesario sin más demoras», dijo un comunicado de Estados Unidos en una reunión de la junta de la Agencia Internacional de Energía Atómica. «Si Irán no lo hace, consultaremos de cerca con otros miembros de la Junta en los próximos días sobre una respuesta apropiada».
Irán no permitió el acceso a los inspectores para sustituir las cámaras de seguridad que habían sido destruidas, dañadas o apagadas. Teherán afirma que la medida se debe a «cuestiones de seguridad» y a la recopilación de pruebas relacionadas con el sabotaje de junio.
Según Laurence Norman, el corresponsal del Wall Street Journal en Bruselas, Irán ha incumplido un acuerdo reciente con el OIEA que permitía el acceso a su instalación nuclear de Karaj. Norman aseguró que el OIEA pronto confirmaría la última obstrucción de la República Islámica en el actual enfrentamiento nuclear.
A mediados de septiembre, el director general del OIEA, Rafael Grossi, anunció que había llegado a un acuerdo con el nuevo gobierno iraní, elegido a mediados de junio, que podría romper el estancamiento que había llevado a Teherán a bloquear las inspecciones del organismo desde finales de mayo.
Una de las principales revelaciones que surgieron tras el anuncio del acuerdo fue que varias cámaras de vigilancia del OIEA habían sido destruidas, dañadas o apagadas. Sin embargo, Grossi dijo que había recibido garantías de Irán de que concedería acceso casi inmediatamente para arreglar y restaurar de otro modo la vigilancia de las cámaras.
Basándose en este último acuerdo, hubo una repentina ola de optimismo entre EE.UU. y Occidente de que los ayatolás, podrían haber llegado a la conclusión de que habían llevado su postura obstruccionista y su estrategia de aumento de las violaciones del acuerdo nuclear del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) de 2015, hasta donde podían llegar.
Sin embargo, el informe del domingo podría indicar que habrá múltiples trabas adicionales antes de que se restablezcan las negociaciones serias para poner fin a las violaciones de la República Islámica o que no hubo ningún acuerdo real, sino sólo un movimiento táctico de Teherán para retrasar que Occidente tome medidas enérgicas.
El también predijo que Irán alegará cuestiones de seguridad y la necesidad de seguir recogiendo pruebas forenses como base para retrasar el acceso. Por otro lado, Irán ya ha declarado públicamente que ha reanudado la explotación de Karaj tras el ataque de junio contra la instalación, que Irán ha atribuido, y el Jerusalem Post ha validado, al Mossad.
Si Teherán estaba operando Karaj incluso después del ataque, sus últimas defensas para impedir el acceso del OIEA podrían quedar expuestas como artificiosas.