Itongadol.- (Barak Ravid – AXIOS) El ataque de Israel contra Irán a finales de octubre destruyó una instalación activa de investigación de armas nucleares de alto secreto en Parchin, según confirmaron tres funcionarios estadounidenses, un funcionario israelí actual y un ex funcionario israelí.
La operación a cargo de la Fuerza Aérea de Israel (IAF) tuvo como tuvo como objetivo una instalación que, según se había informado anteriormente, estaba inactiva.
A pesar de esto, el ataque perjudicó significativamente los esfuerzos de la República Islámica durante el año pasado para reanudar la investigación de armas nucleares.
Además, un ex funcionario israelí remarcó que la operación destruyó sofisticados equipos utilizados para diseñar los explosivos plásticos que rodean el uranio en un artefacto nuclear y que son necesarios para detonarlo.
Sin embargo, Teherán negó que la fabricación de armas nucleares sea una de sus metas. En ese sentido, el ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, declaró la semana pasada que ‘‘Irán no persigue armas nucleares, punto’’.
La administración entrante de Trump, por su parte, incluirá varios funcionarios clave de seguridad nacional y política exterior que son de línea dura sobre Irán, lo que podría conducir a una mayor presión de Estados Unidos sobre la República Islámica.
Uno de los objetivos del ataque de la IAF del 25 de octubre fue la instalación Taleghan 2 en el complejo militar de Parchin, a unos 32 kilómetros al sureste de Teherán.
La instalación formaba parte del programa iraní de armas nucleares Amad hasta que Irán detuvo su programa nuclear militar en 2003. Desde ese momento, según el Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional (ICSI), se utilizaba para probar los explosivos necesarios para hacer estallar un artefacto nuclear.
Las imágenes de satélite de alta resolución adquiridas por el ICSI tras el ataque israelí mostraron que el edificio Taleghan 2 había quedado completamente destruido.
Funcionarios israelíes y estadounidenses afirmaron que la actividad que tuvo lugar recientemente en las instalaciones de Taleghan 2 formaba parte de un esfuerzo del régimen para llevar a cabo investigaciones que podrían utilizarse para el desarrollo de armas nucleares, pero que también podrían presentarse como investigaciones con fines civiles.
Un funcionario estadounidense especialista en el tema, que permaneció anónimo, expresó: ‘‘Llevaron a cabo una actividad científica que podría sentar las bases para la producción de un arma nuclear. Era algo de alto secreto. Una pequeña parte del gobierno iraní lo sabía, pero la mayor parte del gobierno iraní no’’.
Los servicios de inteligencia de Jerusalem y Washington detectaron actividades de investigación en Parchin a principios de este año, entre las que figuraban científicos iraníes que realizaban trabajos de modelado informático, metalurgia e investigación de explosivos que podrían utilizarse para fabricar armas nucleares.
Previamente, en junio, funcionarios de la Casa Blanca advirtieron en privado a sus homólogos iraníes sobre estas actividades de investigación sospechosas.
Estados Unidos esperaba que la advertencia hiciera que los iraníes detuvieran su actividad nuclear, pero el aviso no surgió efecto ya que continuaron con las actividades en Parchin.
En los meses anteriores al ataque de la IAF ‘‘había preocupación en todos los ámbitos’’ acerca de la actividad iraní en la instalación Taleghan 2, reconoció otro funcionario estadounidense.
La investigación iraní sobre armas nucleares llevó incluso al Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos (DNI) a cambiar su evaluación sobre el programa nuclear iraní.
El Wall Street Journal informó en agosto de que un reporte del DNI al Congreso omitía una frase que había aparecido en las evaluaciones de inteligencia en los últimos años, que decía que Irán ‘‘no está llevando a cabo actualmente las actividades clave de desarrollo de armas nucleares necesarias para producir un dispositivo nuclear comprobable’’.
Cuando Israel preparó su represalia por el ataque masivo con 181 misiles de la República Islámica del 1 de octubre, eligió a la instalación Taleghan 2 como objetivo.
Antes de la descarga israelí, el presidente Biden pidió al primer ministro Netanyahu que no atacara las instalaciones nucleares iraníes para no desencadenar una guerra con Teherán.
El Estado judío aprovechó que Taleghan 2 no formaba parte del programa nuclear declarado de Irán, por lo que los iraníes no podrían reconocer la importancia del ataquesin admitir que violaron el tratado de no proliferación nuclear.
La junta de gobernadores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés) se reunirá la próxima semana y se espera que vote una resolución de censura contra Irán por su falta de cooperación con el organismo de control nuclear de la ONU.
Irán ya advirtió que, en respuesta, podría limitar su cooperación con el OIEA.
El Director General del IAEA, el argentino Rafael Grossi, estuvo en Teherán esta semana, antes de la reunión de la Junta.