Itongadol/AJN.- Un juez italiano ordenó a la policía que confisque la sede de un grupo de extrema derecha en el centro de Roma, dijeron el jueves las autoridades, en una medida aclamada como una victoria por la alcaldesa de la ciudad, Virgina Raggi, del Movimiento 5 Estrellas.
Las administraciones sucesivas han intentado durante años evacuar el edificio ocupado por CasaPound, un grupo que defiende una ideología neofascista y que ha ganado una mayor visibilidad en toda Italia durante la recesión económica de los últimos años.
La orden de apoderarse del edificio, emitida en el 76º aniversario de la liberación de Roma de la ocupación nazi por las tropas estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial, aún no se ha llevado a cabo, pero Raggi dijo que representaba una victoria simbólica.
«Hoy celebramos el 76º aniversario de la liberación de Roma de la ocupación nazi-fascista», escribió en Facebook, agradeciendo a los magistrados por emitir la orden.
La orden de embargo se basa en una investigación del grupo derechista por cargos de ocupación ilegal de propiedades, dijo la policía en un comunicado.
CasaPound, que toma su nombre de Ezra Pound, el poeta estadounidense modernista que apoyó al líder fascista italiano en tiempos de la guerra Benito Mussolini, hace campaña contra los migrantes y los que ve como promotores de la globalización.
El movimiento fue originalmente antiestadounidense y antisionista, y comenzó a cooperar con la organización terrorista libanesa Hezbollah en 2015.
Más de una docena de familias viven en el edificio de seis pisos, ocupado por activistas de extrema derecha desde 2003 y cuyos muros interiores están adornados con carteles anticapitalistas y la bandera del Partido Nacional Fascista de Mussolini.
Una declaración policial dijo que los procedimientos para implementar la orden estaban «en curso» y no estaba claro de inmediato cuándo los miembros del grupo se verían obligados a irse.
En enero de 2013, alrededor de 10 miembros de la organización, todos entre las edades de 21 y 33, fueron arrestados en Nápoles, Salerno y Latina.
Según los medios de comunicación italianos, las cintas de vigilancia de las reuniones capturaron «frases antisemitas y discursos llenos de odio racista».
Una grabación sorprendió a un orador que proponía «golpear y violar a un estudiante cuya única ‘culpa’ es ser judío», declaró el sitio de noticias leggo.it.
«Ellos adoctrinaban sistemáticamente a jóvenes militantes para que odiaran a los extranjeros y a los judíos en reuniones en las que, entre otras cosas, discutían sobre Mein Kampf, de Adolf Hitler», dijo el sitio citando a la fiscal adjunta de Nápoles, Rosario Cantelmo.
Los extremistas fueron acusados de delitos que incluyen posesión de armas y explosivos ilegales, asociación subversiva, participación en peleas callejeras políticas en Nápoles en 2011 y ataques violentos contra activistas de izquierda con cuchillos y bombas incendiarias.