Itongadol.- Rusia disparó misiles de crucero el jueves contra una ciudad del oeste de Ucrania, lejos de la línea del frente de la guerra, matando al menos a cuatro personas en un edificio de apartamentos en lo que, según las autoridades, fue el ataque más duro contra zonas civiles de Lviv desde que las fuerzas del Kremlin invadieron Ucrania el año pasado.
El ataque nocturno destruyó el tejado y las dos plantas superiores de un edificio de viviendas, hiriendo a nueve personas mientras los equipos de emergencia con perros rastreaban los escombros.
La calle exterior del edificio, que da a un pequeño parque del barrio con columpios y estructuras para trepar entre árboles, estaba llena de escombros y coches aparcados.
El alcalde de Lviv, Andriy Sadovyi, dijo que unos 60 apartamentos y 50 coches de la zona del ataque habían resultado dañados.
La embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Bridget Brink, calificó el ataque de atroz.
«Los repetidos ataques de Rusia contra civiles son absolutamente horribles», tuiteó.
Las fuerzas del Kremlin han atacado repetidamente zonas civiles durante la guerra, aunque las autoridades rusas afirman que sólo eligen objetivos de valor militar.
Lviv está cerca de la frontera occidental con Polonia y a más de 500 kilómetros de las líneas del frente de la guerra en el este y el sur de Ucrania, donde la contraofensiva de Kiev para desalojar a las fuerzas rusas se encuentra en sus primeras fases.
La fuerza aérea ucraniana informó de que interceptó siete de los 10 misiles de crucero Kalibr que Rusia disparó desde el Mar Negro hacia la región de Lviv y su ciudad homónima alrededor de la 1 de la madrugada del jueves.
Sadovyi se dirigió a los residentes en un mensaje de vídeo, diciendo que el ataque era el mayor contra la infraestructura civil de Lviv desde el comienzo de la invasión a gran escala el año pasado.
«Los rusos nos golpean. Así es como nos quieren. Lo siento por las personas que murieron. Eran jóvenes. Lo siento mucho por ellos», dijo Ganna Fedorenko, residente local, con las manos cruzadas sobre el pecho. Tenía heridas en la cara y un esparadrapo enrojecido por la sangre en la mejilla derecha. «Esto es terrible. Han golpeado a civiles».
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, publicó una reacción en Telegram: «Por desgracia, hay heridos y muertos. ¡Mis condolencias a los familiares! Sin duda habrá una respuesta al enemigo. Una respuesta tangible».
Sadovyi, el alcalde, se dirigió a los residentes en un mensaje de vídeo, diciendo que el ataque era el mayor contra la infraestructura civil de Lviv desde el comienzo de la invasión a gran escala el año pasado.
En los primeros días de la guerra, Lviv sirvió como principal punto de tránsito para millones de refugiados de distintas partes del país que cruzaban la frontera hacia Europa. Cientos de miles de ucranianos del este y el sur permanecieron en la más tranquila y segura Lviv.
Como el resto del país, Lviv sufrió cortes de electricidad cuando Rusia disparó cientos de misiles durante el invierno, con el objetivo de destruir el sistema energético ucraniano. Sin embargo, los ataques en la ciudad no fueron tan frecuentes como en la capital, Kiev, y la huelga del jueves supuso una profunda conmoción para muchos en la ciudad.
Los ucranianos compartieron mensajes de apoyo en las redes sociales para los residentes de Lviv.