Inicio Efemérides EFEMÉRIDES. HOY EN LA HISTORIA JUDÍA / STALIN LLEVA A CABO SU ÚLTIMA PURGA CONTRA MÉDICOS JUDÍOS

EFEMÉRIDES. HOY EN LA HISTORIA JUDÍA / STALIN LLEVA A CABO SU ÚLTIMA PURGA CONTRA MÉDICOS JUDÍOS

Por Gustavo Beron
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Itongadol.- El 13 de enero de 1952, se publicó en la primera página del diario moscovita Pravda (órgano oficial del Partido comunista) un artículo titulado «Bajo la máscara de médicos universitarios hay espías asesinos y criminales», el cual afirmaba la existencia de un complot de los médicos para eliminar a los principales dirigentes del partido comunista de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas – URSS.
La nota periodística denunciaba una «conspiración de burgueses sionistas» organizada por el Congreso Judío Mundial y financiada por la CIA estadounidense. Más aún, ese complot estaría operando bajo dirección de once médicos (siete de ellos judíos), que habían usado tratamientos médicos para asesinar a importantes miembros del partido comunista soviético, como Andréi Zhdánov (muerto naturalmente en 1948) y su cuñado Aleksandr Scherbakov (muerto en 1945 tras años de alcoholismo crónico); a la vez que acusaba a los médicos judíos de tramar la muerte de tres importantes líderes militares del Ejército Rojo: los generales Iván Kónev, Aleksandr Vasilevski y Leonid Górov.
José Stalin, el máximo dirigente de la URSS, a lo largo de los más de 25 años de dirigir la URSS con mano extremadamente firme, eliminaba a quienes consideraba actuales o posibles enemigos mediante un proceso conocido como “purga”, en el cual se detenía a los acusados, se los interrogaba torturándolos hasta que “confesaban” y si no morían en esos momentos se los sometía a un juicio, sumario y secreto, que culminaba con la condena del imputado a una pena que podía ser la muerte o la internación en campos de concentración en Siberia.
Las teorías sobre el porqué de la “purga de los médicos”, son varias. Una dice que, molesto con la dirigencia del Estado de Israel y dejando de lado el apoyo que les brindara en 1947 en las Naciones Unidas cuando se resolvió la creación de un estado judío y otro árabe en el territorio del Mandato Británico en Eretz Israel (Tierra de Israel) habían buscado el apoyo de los Estados Unidos, quería castigarlos de alguna manera y para eso ideó esta purga. A partir de esta había un proceso de elección y eliminación de la “inteligencia judía” existente en el partido Comunista de la URSS, que también se extendió en algunos de los países que conformaban el denominado Bloque Soviético”. No se debe olvidar que eran los años de la “Guerra Fría” y que poco que había culminado la Guerra de Corea.
Otros consideran que disgustado por la independencia de criterios que tenía José Broz, el Mariscal Tito, que era el gobernante de Yugoslavia, reprime a los principales dirigentes de la tutoría soviética en Checoslovaquia cuando hubo un intento de liberación, juzgándolos en el “Proceso de Praga”, en noviembre de 1952,  donde se condena a muerte a 14 jefes del partido comunista checoslovaco acusados de fraguar un «complot titoísta». Once de los condenados son judíos, entre ellos el antiguo líder del comunismo checo Rudolf Slánský. Esta circunstancia fortalece el antisemitismo en la URSS, alimentado ahora por la propaganda oficial soviética que aprobaba las condenas, pese a que desde ese mismo año oficialmente el antisemitismo estaba prohibido en la URSS.
Están quienes afirman que Stalin, desde los inicios de la década del ’50, sospechaba que Lavrenti Beria, el jefe máximo de la NKVD (la policía secreta) conspiraría para matarlo o apartarlo del poder, y por lo tanto que existiera un “complot” como el de los médicos podía servir a “purgar” a Beria pretextando que no lo había descubierto, lo que demostraría su incompetencia y permitiría apartarlo del poder, otorgando sus cargos a Viktor Abakúmov, el ambicioso lugarteniente de Beria que aceptaría participar en el «complot» fabricado por Stalin para así ocupar el puesto de su jefe.
Pero quien ideo el “complot de los médicos” y el antisemitismo reinante fue un subordinado de Beria y Abakúmov, el jefe del Ministerio de Seguridad del Estado, Mijaíl Ryumin, quien la presentó a Stalin y logró que este lo aceptara.
Durante el verano de 1952 Stalin, al igual que el resto de los máximos dirigentes del Partido, pasaron sus vacaciones en sus dachas fuera de Moscú, y al regresar su médico particular, Vladimir Vinogradov, le practicó un estudio médico completo y le aconsejó que dejara de beber y fumar, y que descansara más horas. Estos consejos ofendieron a Stalin, quien destituyó a Vinogradov y lo hicieron pensar que lo investigado por Ryumin podía ser cierto.
Mijaíl Ryumin buscaba de esa manera prestigiarse ante Stalin y reemplazar a Abakúmov, para lo cual, luego de que falleciera Khorlogiin Choibalsan, el dirigente que había colocado al frente de la República Popular de Mongolia, presentó directamente a Stalin un informe donde afirmaba que el cardiólogo que había atendido a Choibalsan era el mismo que años antes hizo lo propio con otros dirigentes que fallecieron prematuramente, en base a lo que afirmaba que era evidente que existía una conspiración.
El 1º de diciembre de 1952, durante una reunión del Poliburó del Partido, al pronunciar su discurso Stalin incluyó la siguiente frase: “Todo sionista es agente del espionaje estadounidense. Los nacionalistas judíos piensan que su nación fue salvada por los Estados Unidos, allá donde ellos pueden hacerse ricos y burgueses. Piensan los judíos que tienen una deuda con los estadounidenses. Entre los médicos, hay numerosos sionistas”.
Luego de la publicación del artículo en el Pravda, la NKVD inició una gigantesca campaña de detenciones a médicos, principalmente judíos, que luego se amplió a personal sanitario de varias especialidades, incluidos farmacéuticos de renombre, mientras varios centenares de judíos soviéticos son expulsados de sus puestos de trabajo en la industria y su administración.
A fines de enero de 1953 parecía evidente que la acusación de Stalin se centraba desproporcionadamente en los judíos soviéticos, lo cual hacía sospechar de otra purga masiva, lanzada esta vez contra una minoría étnica. En febrero la campaña antijudía fue iniciada en los países satélites de la URSS en Europa Oriental. El 9 de febrero estalló un explosivo dentro de la embajada soviética en Tel Aviv y la URSS rompe relaciones con Israel el día 11 de febrero, al día siguiente la hermana del presidente de Israel de Chaim Weizmann, la ciudadana soviética Maria Weizmann, es arrestada en Moscú.
El 1º de febrero, mientras continuaban las detenciones y las persecuciones, Stalin sufrió una hemorragia cerebral en su residénciame las afueras de Moscú, y muere dos días después, si bien a la población se le informó el fallecimiento el 5 de marzo, fecha en que sus sucesor, Georgi Malenkov, ordenó que cesaran las detenciones. El 28 de marzo se indultó a todos los detenidos y se reconoce que la “conspiración de los médicos” nunca existió.
Mijaíl Ryumin, el jefe de investigación (y toturas) de la NKVD y quien oficialmente ideo la existencia del complot, fue destituido en abril de 1953 y ejecutado tres meses después; y en el mes de julio se restablecieron las relaciones diplomáticas con el Estado de Israel.
En el año 1956, durante el XX Congreso del PCUS, Nikita Jruschov, el nuevo líder soviético reconoció que el «complot de los médicos» era una falsedad inventada por Stalin, como pretexto para efectuar una violenta purga dentro del Partido (con sus consiguientes asesinatos masivos) pero que no pudo concluirla sólo porque «no tuvo tiempo para darle término».

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