El 7 de septiembre de 1827 el Zar Nicholas I de Rusia proclamó su Estatuto de Conscripción y Servicio Militar que permitía que los jóvenes judíos de entre 12 y 18 años fueran forzados a alistarse al ejército y a servir por 25 años.
A pesar de que esta práctica había estado implementada desde el siglo XVII, el estatuto hizo que el servicio militar fuese obligatorio y se estableció una cuota de alistamiento a la comunidad judía. Era usual que niños fueran secuestrados a través de un agente llamado “Chapper” (“secuestrador” en idish) que no tenía en cuenta la edad mínima de 12 años y se llevaba a pequeños de hasta 8 años para cubrir la cantidad de jóvenes requeridos.
Uno de los objetivos de Nicholas era alejar a la mayor cantidad posible de niños judíos de su religión e incentivarlos a cambiar su nombre y aceptar el bautismo.