Inicio CULTURA Entrevista a Marcos Aguinis sobre su nuevo libro “Intimidades del Che”

Entrevista a Marcos Aguinis sobre su nuevo libro “Intimidades del Che”

Por Iton Gadol
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Itongadol/AJN.- En su hermoso departamento ubicado en un tercer piso a metros de Figueroa Alcorta, el escritor Marcos Aguinis recibió a la Agencia AJN para conversar sobre su nuevo libro, “Intimidades del Che”. Con sus 90 años, acaba de publicar una obra de ficción que explora la vida de Ernesto “Che” Guevara a través de un diálogo imaginario.

Un gran piano de cola, bellos cuadros y flores blancas, antecedidos por una gran puerta de cristal, ambientan el living de su casa, en la que hablar con Aguinis es recordar una generación de oro, de aquellos que durante el último siglo hicieron cultura en la Argentina y también para el mundo.

La figura del “Che”, el rumor de los vínculos de Guevara con el ex primer ministro israelí Ariel Sharón, la reflexión de Aguinis sobre las nuevas generaciones y su visión sobre el Estado de Israel en su 77° aniversario fueron algunos de los temas abordados en esta entrevista.

– ¿Por qué el “Che” Guevara aparece en su nuevo libro?
– Escribí en anteriores libros sobre él en forma directa o indirecta. Es un personaje muy contradictorio y que está inclinado para un lado y para el otro. Enseñando bastante confusión. Él mismo ha estado muchas veces confundido, perdido, y ha cambiado de tendencias, lo cual lleva a pensar que nos representa a todos los seres humanos, por esa ambigüedad. Porque tiene rasgos que se han visto en una gran cantidad de personajes y, especialmente, personajes que han llegado a un alto nivel de poder y de presencia. El “Che” ha logrado, de cierta forma, generar adhesiones y repulsiones extremas. Hay gente que lo considera un criminal irrevocable y otros que lo adoran como un santo. De modo que es el personaje típico de un ser humano que no puede ser claramente clasificado o ubicado. Ese personaje del punto, ese punto de vista psicológico y también, literario, es muy atractivo porque tiene rasgos que nos lleva como el viento, de un lado al otro.

– ¿Dentro de qué género literario ubicaría su obra?
– El personaje lo he estudiado en profundidad. Es una historia, una biografía, pero están incorporados muchos elementos de ficción. Los aspectos extraños que él tiene pero que, al mismo tiempo, ayudan a acercarnos a un ser humano que ha tenido muchas contradicciones. Y las contradicciones lo han llevado a ser realmente desde un criminal a un salvador. Incluso el libro termina comparándose con Jesús, que termina repudiado por quiénes fueron sus ayudantes, insultado, antes de morir y luego convertido en Dios. Esto es lo que me ha producido un gran interés.

El director de la Agencia AJN, Daniel Berliner, junto a Marcos Aguinis

– ¿Qué lo motivó a explorar un personaje tan contradictorio en la historia de Latinoamérica?
– Es un personaje extraño. Para llegar a él he tenido que investigar mucho. Uno se encuentra con sorpresas enormes. Mientras hacía la investigación, me tropecé con características que para mí eran novedosas, que no me imaginaba. Por ejemplo, al comienzo el “Che” quería ser médico. Y esos estudios de medicina han sido bastante intensos, incluso él pasó por lugares donde he pasado, estudiamos juntos. Pasamos por el mismo colegio de Dean Funes de Córdoba, la Biblioteca Popular de Córdoba y luego en Buenos Aires. También fuimos juntos a lugares de medicina y hemos transitado por lugares que han sido comunes. Me he cruzado con él muchas veces y ha sido un tipo de tanta trascendencia… Ahora lo notable es que él, en pocos años, llegó a convertirse en el paladín del movimiento revolucionario mundial. Incluso parecía más poderoso que Fidel Castro por su propia capacidad. Es muy sorprendente la vida de él y eso genera curiosidad en un escritor. Desde el punto de vista literario, me parecía que era un personaje muy atractivo para ser descripto, pero este libro no lo elogia ni lo critica, sino que muestra ambos lados, muestra su diversidad, su carácter humano y al mismo tiempo subhumano. Porque realmente tenía cinco hijos y tuvo una gran cantidad de mujeres que se acercaron a él y él se acercó a ellas. Pero, finalmente, también terminó siendo el autor de una cantidad enorme de crímenes que ordenaba desde la fortaleza que dirigía en La Habana cuando la habían conquistado.

-¿Cómo percibe el vínculo de una personalidad como la del “Che” con las nuevas generaciones?
– La juventud en aquella época estaba deliberadamente enamorada de él. Y lo siguió estando hasta hace muy poco tiempo, donde los últimos años recién comenzó a alejarse, a distanciarse. Estaba enamorada de él. Su figura se mantiene en retratos que aparecen en manifestaciones y llegó a ser tan reconocido como Perón o como Marx en cualquier lugar del mundo. Y eso lo ha hecho a través de un esfuerzo, una lucha, una actitud, una guerra breve. Ha sido breve la parte guerrillera de él. Pero, sin embargo, con gran sacrificio, con gran convicción en su tiempo, porque en poco tiempo él consiguió ser amado, seguido, de una manera extrema.

– ¿Por qué?
– No se puede decir en pocas palabras. Por eso tuve que escribir todo un libro, es un personaje muy complejo y muy interesante.

– ¿Por qué la Argentina genera personajes que irrumpen en la historia universal y dejan realmente una marca?
– Bueno, podemos hablar de otros personajes muy importantes, como Bernardo Houssay, grandes científicos y gente que dice que se juega, que se es abnegada. Tenemos una gran cantidad de médicos, de enfermeras y de gente que se brinda para ayudar a la sociedad.

-¿Es una característica del argentino?
– Es una característica no del pueblo, sino de una parte del pueblo argentino. Una gran capacidad solidaria. Eso se ve mucho en Argentina. No nos olvidemos que el argentino es el producto de una inmigración muy plural donde se han mezclado tendencias muy diversas. Es muy difícil tratar de describir una y otra, es como tomar una sopa y querer saber con exactitud los ingredientes. El “Che” es como una sopa. Hay un momento en que cuento una leyenda que no sé si es cierta o no. Pero me causó tanta sorpresa que no pude abstenerme de incorporarla al libro, la sospecha de que el “Che” tenía un parentesco familiar con Ariel Sharón. Me dejó paralizado cuando le escuché.

– ¿Puede dar alguna precisión sobre esa sospecha?
– Hay algunos datos que llegaron hasta mí en los cuales no creo del todo. Pero que evidentemente me dejó casi paralizado. Y de alguna forma podemos decir que ambos han sido extraordinarios guerreros, hombres de gran valor, de convicciones muy firmes, de actitudes extremistas y que han luchado para conseguir sus objetivos hasta la muerte.

– ¿Cuál es el mensaje de hoy para un joven que se acerca a la literatura?
– Se habla mucho de la literatura, en especial con el ascenso tan intenso de Vargas Llosa. En los últimos años había adquirido un relumbre que era increíble años atrás. Incluso no se podía creer que Vargas Llosa podía llegar casi al nivel de García Márquez. Pero cuando Vargas Llosa habla sobre el valor de la literatura y el valor de la lectura, uno queda muy asombrado porque dice grandes verdades y es cierto que la lectura proporciona al ser humano una vía de acceso que no lo proporcionan otras vías. La vía de acceso que se relaciona con la asociación, con otras culturas, con otras visiones, con otras disposiciones contra calidad de ánimo. Eso hace que la gente que lee tenga otra capacidad de acceso. Lamentablemente en los últimos años, el desarrollo tecnológico ha llevado a que la lectura haya disminuido mucho. Yo también estoy leyendo menos, con más lentitud. O usando menos tiempo. En cambio, la literatura antes era algo que hacía sumergir en sus profundidades. Agarrábamos un libro y no lo dejábamos hasta terminarlo, pero últimamente eso cambió. Hoy se lee de otra forma, a otra velocidad, el mundo ha cambiado, los tiempos han cambiado. Incluso las conversaciones son más aceleradas, más sintéticas. Y esto ha llevado a que el mundo sea diferente. Las preguntas que me hacés vos están relacionadas con los tiempos que vivimos ahora, en un tiempo distinto al de hace 20 o 30 años, y yo he pasado por todo eso. Incluso cuando yo me quejo, porque tengo momentos de tristeza o de depresión, entonces mis hijos me dicen ‘¿pero papá, vos estás loco? Cumpliste 90 años y publicaste un libro’. Y les digo que no es que esté loco, simplemente que las cosas se van dando y esta última década, que fue muy difícil para mí porque he tenido un problema de salud propio, que es algo de mi esposa, fui escribiendo el libro, fui investigando. Y cuando me preguntan cómo logré hacer eso, digo que no sé.

El director de la Agencia AJN, Daniel Berliner, junto a Marcos Aguinis

-Abrí la biblioteca de mi papá, Daniel Berliner, y me encontré con 72 cajas que doné a la AMIA, de las cuales creo que 60 son manuscritos a máquina en castellano, hebreo e idish. Obras y obras. Eran otros tiempos. La AMIA está desarrollando un departamento de archivo muy actualizado, que se digitaliza.
-Aprovecho para decir que yo doné gran parte de mi biblioteca a la AMIA, cuando decidí alejarme de la medicina, de la neurología, del psicoanálisis y de toda otra actividad que no fuera literatura. Y la AMIA la colocó en la Biblioteca Jorge Newbery, porque así se llamaba la primera biblioteca a la que concurrí. Jorge Newbery era un aviador que lo homenajearon en aquella época poniéndole su nombre a una biblioteca.

-Volviendo a lo que era la Argentina y los argentinos notables, el país realmente tiene un ejemplo de convivencia interconfesional, algo que no se ve en el resto del mundo.
-Argentina es un país excepcional, tenemos que estar muy contentos y felices de vivir en este país. Vivir en este país no solamente en el territorio, sino su etnia. La gente que habita en este país, a pesar de las explosiones antisemitas o explosiones xenofóbicas, que de vez en cuando estallan, pero en general, Argentina es un país pacifico, donde hay convivencia.

-Los judíos caminan sin problema, y esto hoy en día no ocurre en cualquier lugar del mundo.
-Así es, no ocurre en cualquier lugar del mundo. En ese sentido Argentina se distingue, se diferencia de otros países. Y eso es envidiable, si se quiere. Lo que pasa es que las cosas suceden sin que uno quiere que ocurran, no hay una fuerza directiva. En ciertos momentos el antisemitismo se pone más fuerte, en otros momentos es como que desaparece, en otros asciende y en otros desciende, son problemas característicos.

-¿Cómo ves la Argentina de acá a diez, quince o veinte años, haciendo uso de la imaginación?
-Es que hay que hacer uso de la imaginación, porque Argentina cambia mucho. Argentina es como el oleaje del mar, que se pone más bravo y más tranquilo. Esta es una característica de la sociedad argentina. Cuando uno se acerca al mar uno ve el mar tranquilo, sereno, casi en espejo, y eso puede ser Argentina. Y cuando lo ves levantado, en oleajes, también puede ser Argentina. Hemos pasado por momentos muy terribles en Argentina. Hasta no nos atrevemos a recordarlos con suficiente coraje. Yo tengo algunos libros en los que describo sociológicamente a la Argentina con títulos, que empiezan muy duramente, uno se llama “El atroz encanto de ser argentinos”, y otro “Pobre patria mía”. Y tengo varios libros bravos y lo más increíble de ellos es que los publiqué en la época de la dictadura militar. ¿Cómo lo hice? Arriesgándome mucho y consiguiendo convencer a los editores que titubearon bastante en avanzar y demoraron bastante en publicarlos. Porque duele y porque no se animaban a publicar eso. El primer libro que yo publiqué en la época de la dictadura es una biografía del almirante Guillermo Brown y fue impulsada por la DAIA. La DAIA me pidió que escriba un libro que pueda acercar a la DAIA a alguna de las fuerzas armadas, porque no había forma de establecer un contacto. Cuando las fuerzas armadas veían que la DAIA se quería acercar daban vuelta la cabeza. Yo estudié la vida de Guillermo Brown y me sorprendí al darme cuenta que era un extranjero que ni sabía hablar en castellano, que se convirtió en el héroe nacional naval de Argentina, uno de los grandes héroes de la Argentina. Entonces estudié su vida y me decidí a escribir una biografía sobre él. Al principio creí que iba a ser una biografía breve, pero me extendí hasta hacer una biografía completa y bastante objetiva, aunque tiene sus aspectos literarios que obviamente generan cierta calor y color a la historia. Pero la cuestión es que cuando se publicó el libro y lo llevé para que lo mostraran en las fuerzas armadas, en la Marina, hay un nivel que no lo quería leer. Y cuando hice la presentación no estuvo Massera.

-El Estado de Israel cumplió 77 años, sin entrar en detalles de lo que está pasando en Israel ahora, sos un hombre comprometido con el judaísmo y con la Argentina. ¿Qué significa ver un Estado de Israel con 77 años?
-Es casi increíble. Yo recuerdo que cuando todavía era un infante y uno ansiaba desesperadamente que se estableciera la independencia del Estado de Israel y se discutiera en las Naciones Unidas. Se habló de la partición de Palestina y eran hechos que parecían que cambiaban al universo. Cuando se proclamó la Independencia de Israel, cuando Ben-Gurión la proclamó, yo vivía en una pequeña población en la provincia de Córdoba y el diario local publicó la noticia, y recuerdo que con un infantil orgullo yo corté el diario de tal forma que la parte más visible del diario fuese dónde decía Independencia de Israel. Y caminaba por la calle en medio de las confiterías mostrando esa página, hace 77 años. Y hoy es un país que con un gran esfuerzo ha logrado convertirse en el único democrático de una enorme extensión de territorio de una gran cantidad de habitantes. La humanidad no logra captar y elogiar con suficiente énfasis la calidad del Estado de Israel, cómo ha podido ejemplarmente sostenerse vivo y activo a lo largo de tantos años, con tantos méritos y éxitos en el campo científico, en el campo artístico. Es incomparable.

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