Itongadol.- El secretario general de la Organización Sionista Argentina (OSA), Federico Nemetsky, expresó en diálogo con Itongadol que la Academia de Liderazgo Sionista es ‘‘una iniciativa que no para de crecer y de subir en calidad, en intensidad y por supuesto que después del 7 de octubre en relevancia e importancia’’.
‘‘Creo que pocas veces se pusieron a disposición tantos recursos para un proyecto. No solamente recursos económicos, sino voluntades, alianzas entre instituciones. Vale la pena recordar que acá están la OSM y el KKL en conjunto, trabajando mano a mano y poniendo todo de sí. No es tan habitual esto. Casi siempre existen colaboraciones pero en este caso están dos instituciones de las centrales trabajando en esto, me parece que eso es un diferencial’’, agregó.
La Academia de Liderazgo Sionista, que lleva 3 años, es un proyecto que invierte en los jóvenes líderes con mayor potencial en cada comunidad judía del mundo. El nuevo equipo de la iniciativa se llama Tzevet Oz (equipo de valentía), en homenaje a los acontecimientos en el kibutz Nahal Oz y en el kibutz Nir Oz durante el 7 de octubre.
Retrocediendo en el tiempo y en referencia a lo que sintió la primera vez que supo de los objetivos del proyecto, Nemetsky admitió: ‘‘Con absoluta sinceridad y tratando de abstraerme de la situación, te digo que en un principio cuando me comentaron de qué se trataba yo lo veía como un hermoso proyecto con pocas posibilidades de continuidad’’.

Entrevista completa:
-¿Cómo ves, más allá de estar adentro, la evolución de algo que era incipiente y hoy tomó tanta forma después de varios años?
-Con absoluta sinceridad y tratando de abstraerme de la situación, te digo que en un principio cuando me comentaron de qué se trataba yo lo veía como un hermoso proyecto con pocas posibilidades de continuidad. Y hoy, ya habiendo pasado 3 años, creo que claramente me confundí. Es una iniciativa que no para de crecer y de subir en calidad, en intensidad y por supuesto que después del 7 de octubre en relevancia e importancia.
-¿Cuáles son las fortalezas del proyecto?
-La realidad es que la principal fortaleza, teniendo en cuenta que es un proyecto que reúne a personas de todo el planeta que tengan algún tipo de rol relevante comunitario o la proyección de tenerlo, es la cuestión de la capacitación. Es muy importante para mí la perspectiva y la posibilidad de conocer y estar en contacto con gente de otros países, que están preocupados por las mismas cosas o al menos muy similares de la que estás preocupado vos, eso es fundamental. No solo en momentos feos, sino también en momentos muy lindos, tener la posibilidad de compartir experiencias, situaciones positivas y cosas que uno haya hecho que puedan servir para otros es muy importante. A veces no es necesario tener una idea maravillosa sino poder escucharla de un colega que te la presente y poder tomarla, e igualmente está muy bien. Creo que de eso se trata.
-¿Por qué no funciono anteriormente, décadas atrás, y funciona ahora? ¿Se debe al cambio generacional en las dirigencias judías del mundo?
-En primer lugar creo que pocas veces se pusieron a disposición tantos recursos para un proyecto. No solamente recursos económicos, sino voluntades, alianzas entre instituciones. Vale la pena recordar que acá están la OSM y el KKL en conjunto, trabajando mano a mano y poniendo todo de sí. No es tan habitual esto. Casi siempre existen colaboraciones pero en este caso están dos instituciones de las centrales trabajando en esto, me parece que eso es un diferencial. La realidad es que, por supuesto, hay un cambio generacional y muchos de los que comparten conmigo esta experiencia son personas de mi edad o incluso menores, que tienen cargos muy relevantes en sus comunidades. Me parece que también hay un cambio generacional más allá del trabajo comunitario que tiene que ver con, por ejemplo, la idea aceptada del trabajo global a través de medios digitales, y que no es necesario reunirse presencialmente. La posibilidad de generar confianza se logra en un espacio absolutamente seguro y con la posibilidad de reunirse una vez cada tanto pero como si trabajáramos día a día juntos.
-¿Qué imaginás que pasó en esos encuentros entre Sergio Edelstein*, Ariel Goldgewicht* y Yaakov Hagoel*?.Ahora vimos también con mucha presencia a Ifat Ovadia Luski*.
-Esto surge de la cabeza de Ariel, de la inventiva de Ariel, que tiene una visión que la transforma en realidad, incluyendo en esta idea que, de vuelta, si uno por un segundo se extrae y la piensa, se da cuenta de que es una locura total, pero que termina siendo uno de los principales y más relevantes proyectos que tiene hoy el emprendimiento en el mundo, y lo hace de la mano de Sergio por supuesto, que es un actor principal en esto, que termina con Ifat. No hay que olvidarse de Hernán Felman, un gran participante de todo esto en su momento siendo parte del KKL. No podemos dejar de lado a Esti Goldwasser y Dikla Stanger, que son las otras dos personas que están trabajando en el proyecto, Dikla como la coordinadora y Esti como la representante del KKL dentro de esto. Sin Ariel, Dikla y Esti nada de todo esto podría seguir generándose y sucediendo día a día, sin lugar a dudas.
-Estamos hablando de generaciones de jóvenes profesionales que están trabajando para tener un espacio de trabajo, compartiendo dentro de las comunidades judías de sus países, cruzados por prácticamente las mismas preocupaciones. ¿Esto ya se está viendo trabajando codo a codo en las comunidades judías del mundo?
-Te voy a dar un ejemplo práctico. Yo conozco a la gente de la Federación Sionista de Uruguay, la conocía de nombre y quizás de vista, son compañeros míos del proyecto, los que están a cargo dirigiéndola en este momento, y se están empezando a producir algunas cuestiones que hasta el momento no sucedían, todo esto fruto de este proyecto. Es decir, obviamente que yo puedo levantar el teléfono y llamar a cualquiera y decirle ‘‘hola yo soy Federico, secretario general de la OSA, hagamos esto’’, pero las cosas suceden de una manera diferente. Con un amigo con el cual comparto este marco en un encuentro como el que acabamos de vivir en Italia, estábamos una noche con un vaso de vino conversando y pensando cómo podíamos integrar a nuestras federaciones para un trabajo mejor, eso es un cambio que se viene, que por lo menos en la experiencia que tuve yo sucede, en el marco del círculo de confianza que genera este proyecto.
-La educación no formal es importante pero aquí se empezó a notar que es como la reserva y el reaseguro de la vida judía en estos momentos. ¿Coincidís?
-Coincido plenamente por múltiples factores, desde el 7 de octubre que intento que la masacre de ese día no sea un factor absolutista sobre la vida judía. Me parece que no nos podemos permitir ser definidos por esta situación. Lo que sí ocurrió es que nos generó repensar algunos espacios, y la contención de los espacios de educación no formal en este momento es clave. El futuro depositado en la educación no formal es clave. Estoy absolutamente de acuerdo con lo que decís. Sin invadir esos espacios que tienen una autonomía propia y está perfecto que así sea, siempre hay que intentar colaborar para que estos espacios tengan la posibilidad de crecer.
-¿Qué se llevaron los que participaron de este reciente encuentro en Italia?
-Mi participación en este encuentro en particular tuvo un rol, junto con mis compañeros y compañeras de los años anteriores, que por primera vez desde el inicio de este proyecto fuimos en calidad de mentores. Es decir, tomamos la responsabilidad de la organización de este evento, no desde una perspectiva logística aunque también, pero desde la perspectiva educativa, que es en lo que yo me involucré. Me parece que lo que dejamos en este encuentro nosotros en general y yo en particular, fue la perspectiva de continuidad. Para mí es muy relevante que haya una noción de continuidad entre todas las diferentes cohortes y entre todos los participantes, y que la noción de que esto es algo que va mucho más allá de uno mismo y de la participación personal, siga creciendo, es importante, porque nos da una visión más universalista de lo que es el ser judío y de las posibilidades enormes que hay en este mundo.
Conocí muchísimo sobre los lugares y las personas, conocí personas nuevas, e intentar dejar en estas nuevas personas que se suman a esta gran familia un poquito de lo que uno hace cada día.
La noción global y globalizada de que, y acá si voy a volver al 7 de octubre por más de que intento que no nos marque, más allá de que estemos en momentos complejos, hay una familia y me refiero a la comunidad global unida, que sufre por lo mismo, que celebra lo mismo y que está más cerca que nunca. Dentro de ese contexto, espacios como este lo único que hacen es aumentar exponencialmente las posibilidades de esos encuentros, y por más de que estemos hoy en una situación que parezca turbia, el futuro es brillante y depende de nadie más que nosotros.
*: Sergio Edelstein, Titular del Departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej de la OSM; Ariel Goldgewicht, Director Ejecutivo del Departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej de la OSM; Ifat Ovadia Luski, presidenta de KKL; Yaakov Hagoel, presidente de la OSM.