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Entrevista al rabino Issac Sacca previo a la inauguración del nuevo Centro para la Juventud de Menorá

Por Iton Gadol
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En una entrevista con ItonGadol, el rabino Issac Sacca reveló todos los detalles del nuevo Centro Moise & Chella Safra de Menorá para la Juventud, que se encuentra en sus últimas etapas de construcción.

Además, destacó el éxito de Menorá UP, que pudo incluir a estudiantes religiosos al sistema universitario y capacita constantemente a docentes de todas las instituciones de la comunidad.

-Llama la atención que en el medio de una Kehilá pujante como es la que la argentina, nos encontramos con un proyecto de estas características, las cuales no sobran. Acá hay algo que llama mucho la atención positivamente. Siempre Menorá tuvo que ver con la juventud. ¿Qué pasó acá para para lograr ver esto concretamente?
-Menorá es una organización hecha para la juventud. Lo que más convirtió este nuevo centro que estamos por inaugurar próximamente es la fuerza de los propios jóvenes que asisten constantemente y asiduamente a las actividades. Ellos nos invaden, nos llenan los recintos, los viajes y los talleres. El mérito es más de los jóvenes que de otra fuente. El reclamo de espacios, que muchos jóvenes buenos, nobles, sanos, virtuosos, necesitan y desean tener nos llevó a buscar las estrategias para poder crearles un espacio para ellos.

-¿Cuál es el arma secreta? La verdad es que si algo ocurre en las comunidades del mundo es el alejamiento de los jóvenes…
-Es verdad que en los jóvenes hay una desconexión con las tradiciones, porque a medida que pasan las generaciones, uno se va integrando más a la sociedad local, en el país que sea, y va dejando de necesitar el contexto judaico y tradicional para su gratificación. Eso no ocurría, por ejemplo, con los primeros inmigrantes, que ni siquiera hablaban en castellano en el caso de Argentina y necesitaban crear su club, sus shule, su kehilá. Todos los inmigrantes estaban más conectados con su tradición. Con el tiempo se van alejando de su tradición. Entonces el nuevo hijo ya está integrado a la cultura local, de cualquier religión, de cualquier grupo colectivo, de cualquier colectividad, y la tendencia es que se aleja. Es verdad. Por eso existe Menorá. Como la tendencia natural de una persona es desvincularse con el entorno donde está, se va a desvincular con el entorno tradicional. Entonces, nosotros no aceptamos esa realidad y los salimos a buscar a los jóvenes. Al joven con el tiempo no se le presenta fácilmente la conexión con el judaísmo. Porque tiene otros vínculos, otros contactos, otros amigos. Se siente cómodo en otros lados, va al teatro, se siente cómodo, va a la universidad y se siente cómodo. Eso está bien, no está mal, pero no busca una conexión con la tradición suya, de su pueblo, de su cultura o de su religión. No la busca y entonces se aleja. Pero cuando uno va y lo busca, y demuestra “Vos tenés esto, que es parte de ti. Lo otro está bárbaro, pero esto también es parte de tu traición”. Se lo muestra bien, se lo muestra de una forma agradable, de forma que lo puede comprender, que le da valoración. Entonces, presta atención.

-¿Se activa una chispa divina?
-Yo lo racionalizo, pero está muy bien. Hay una chispa, una propuesta que cuando uno la muestra, quizás incluso se podía activar en cualquier persona. Pero quizás dicen “Yo no sabía que el judaísmo era esto, qué interesante, qué bueno”.

Directora Institucional de Menora, Natalia Indibo: Cuando estuvo en Israel, fue el Rab. Ovadia el que le dijo al Rab Sacca, al ver lo bien que se llevaba con la gente, “vos tenés que ir a Argentina, acercarte a los jóvenes”. Le encomendó esa misión hace más de 30 años.

Sacca: Yo llegué acá en el año 1989. Él nos dijo a todos, “no necesitamos rabinos en Israel. Ustedes son nacidos en la diáspora, hablan el idioma, conocen la cultura. Hagan como hizo mi alumno el Rab. Isaac Sacca. Yo lo mandé a él, porque él tiene esa capacidad para conectarse con su congéneres de su lugar. Acá rabinos israelíes hay muchos, no necesitamos. Vayan a ocuparse de sus comunidades”.

-En tantos años, ¿cambió el tipo de joven? Hay que aggiornarse…
-Sí, mucho. Nosotros lo vemos en algunos tipos de actividades, que ya a un joven de 28 años no le atrae y le empieza a traer la misma actividad a un joven de 23. Los chicos grandes son más difíciles de aglutinar. Estamos trabajando con propuestas para jóvenes de 18 en adelante, pero ya de los más grandes, les cuesta involucrarse. Acá no es un movimiento de proselitismo, es un momento de mostrarle a alguien las cosas como son y acoger. El que quiere elegir, que elija, pero hay que mostrarle bien. A mí me parece que por algunos motivos, en el mundo, por distintos acontecimientos, no se muestra bien en algunos ámbitos el judaísmo. Porque no hay necesidad de explicarlo, porque ya entienden los códigos los que están adentro. Entonces no se toman la molestia o no ven la necesidad, porque para ellos no necesitan mostrar todo el día. Es como una mujer que no dice cada cinco minutos “te quiero”, ya se sabe, cada tanto lo dice, pero no constantemente. Nosotros tenemos que decir constantemente las cosas, porque estos chicos no lo conocen. El que está adentro, ya conoce, y se olvida de refrescar lo que es obvio.

-¿Tiene muchas satisfacciones?
-Muchísimas sí, esto es un trabajo que da satisfacción. Porque estar con los jóvenes, nos hace jóvenes.

-¿Hay padres jóvenes o eso ya es otra categoría?
-Menorá está enfocado en la juventud universitaria, pero ya son casi 20 años de la existencia de esta organización. Entonces, ahora estás viniendo los hijos de muchos jóvenes que habían formado parte. Lo que ha ocurrido es que los egresados de Menorá querían un ámbito comunitario. Ahora ya no necesitan un ámbito juvenil. Y el reclamo era que no encontraban esta onda en otros ámbitos, porque cada lugar tiene su estilo. Pero Menorá no es una comunidad, es una Organización para la Juventud. Pero tuvimos que crear departamentos satélites que respondan a esta necesidad. Entonces se juntaron 100 parejas y Bereshit abrió con los padres que son egresados de Menorá. Y ahora tiene 300 alumnos y no puede recibir más alumnos. También hicimos ámbitos para capacitar a los maestros que van a trabajar con los jóvenes.

Natalia Indibo: Ayer hicimos un evento de egresados de docentes de todas las escuelas judías de Argentina, del Interior y de Buenos Aires.

Sacca: En la UP hay un instituto para capacitar a maestros y rabinos constantemente, porque no damos abasto. Hay que dar herramientas que no se dan en las Ieshivot, complementar con otros conocimientos. Entonces hicimos un programa de capacitación muy grande, y entre eso está capacitar maestros, maestras, rabinos y dar a los jóvenes observantes de la religión la posibilidad de acceder a la educación académica, porque no se podían vincular a la universidad por Shabat, por Kippur. Entonces creamos con la Universidad de Palermo un convenio y empezamos carreras para los miembros de Menorá, que son observantes y que por algún motivo de su característica se hacía imposible o incómodo. Empezamos con 11 alumnos y ahora hay 250, en carreras universitarias. Todos chicos religiosos de todas las kehilot religiosas de la ciudad. O sea que estamos acercando a los jóvenes que estaban de desvinculados con el judaísmo, pero estaban integrados al mundo general, y estamos acercando a los chicos que estaban en la religión judía, al mundo real a través de capacitarse académicamente.

Daniel Berliner y el Rabino Isaac Sacca

-¿Dónde encaja la docencia? ¿En qué consiste esa capacitación?
-Menorá UP también organizó diplomaturas para los profesores y maestros.
Para alguien que se recibió en Licenciado en Educación, ahora hay herramientas nuevas que tienen que saber. Esto es, como dice el Talmud, una luz ilumina al cielo, me ilumina a mí. Empezamos a hacerlo para nuestros profesores, nuestros maestros, pero al final decidimos abrirlo para todo el mundo. Entonces participan de todas las escuelas, directores, rabinos, de todos las comunidades participarán en una capacitación donde recibirán una upgrade en oratorias, psicología, historia argentina, metodología de enseñanza, computación.

Natalia Indibo: La directora de Yeshurum participó en la capacitación de Menorá UP y habló gente de la Escuela Maimónides de Chile.

-¿Esto tiene una onda expansiva amplia?
-Siempre enfocamos en los jóvenes y el joven necesita más maestros, entonces creamos un programa para capacitar maestros. Si un joven religioso quiere estudiar psicología, administración de empresa, diseño gráfico, diseño de indumentaria, arquitectura, no pueden porque no tienen opciones en la vida. Algo hay que hacer con estos jóvenes. Son jóvenes que tienen cultura judía, pero no tienen acceso. Entonces nos ocupamos de los jóvenes. Siempre todo lo que se crea es pensando en esta juventud. Ahora, dentro de la organización Menorá, hay una kehilá Menorá. Un ámbito que se llamaba Menorá Kehilá, que es un departamento, no es el centro de la institución, pero existe. Entonces este centro se convirtió en el Centro de la juventud. Y en el otro centro, va a quedar la parte de Menorá Kehilá.

-Podemos decir que gracias a Dios, hay una nueva cuestión de generar espacios que cambian el formato comunitario.
-Sí, el mundo cambió, entonces antes era una comunidad, se juntaban unos cuantos askanín en el barrio. Ahora el mundo es otro. Los chicos se conectan de otra manera. Nosotros tenemos que ir corriendo con la lengua afuera y no llegamos a los cambios que hay en el mundo. Uno de los problemas del mundo de hoy es que las instituciones no corren a la misma velocidad que corren las personas. Las personas corren más rápido. Las instituciones son lentas y las persona son rápidas. Entonces en Menorá lo que quisimos hacer es no quedarnos atrás y seguir a los jóvenes.

-Algunos jóvenes se casaron, se habrán conocido acá…
Natalia Indibo: Ayer en el Whatsapp aparecieron fotos de tres parejas que se casaban que se conocieron en alguna actividad en Menorá.

Sacca:En los 20 años que tenemos registrados pasaron más de 45.000 jóvenes de edad universitaria. La mayoría no se casan conmigo, pero yo hice más de mil casamientos. Nuestros rabanim hicieron casamientos. También se casan en otras comunidades. Yo pienso que varias decenas de miles se han casado.

-Estamos hablando de rescate de vida judía en definitiva…
-Hay muchos jóvenes que la verdad que uno ve que si no hubiera existido Menorá, no habrían tenido acceso a la cultura judía, la posibilidad de elegir. Yo no digo que hubiera sido mejor o peor, nosotros queremos que la gente tenga la posibilidad de elegir. Y sin presión, sin apabullar, sin hacer mucho ruido, que sea algo que fluya, natural.

-Si alguien que no conocía esto lo lee, obviamente puede saber que esto está abierto… que
-Bienvenido.

-¿Cuándo creen que van a inaugurar esto?
-Por la situación tanto del país como de Israel, creemos que después de las vacaciones, antes de Pésaj.

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