Itongadol (Por Daniel Berliner, enviado especial desde Jerusalem).- Durante nuestra visita al Estado de Israel en medio de la guerra contra Hamás, de la mano de Keren Hayesod, ItonGadol fue recibido por Yael Raz, a cargo de la mesa de emergencia de la Agencia Judía, que dio respuesta inmediata tras el ataque del 7 de octubre y que hasta el día de hoy sigue brindando ayuda a las víctimas del terrorismo.
“Tenemos que entender que en 21 años de trabajo cuidamos 9.000 familias víctimas de terrorismo. Sólo de un día, el 7 de octubre, sumamos 10.000 familias más. En un día. Veinte años en un día”, destacó.
En la Fundación para víctimas del terrorismo hay un consejo público del que forma parte el Keren Hayesod. La presidenta es Ayelet Najmias Berbit, una ex congresista, y está la comisión directiva de la Agencia Judía, con Doron Almog como presidente, que son parte del grupo que toma decisiones.
Respecto a la importancia de las donaciones, no sólo durante la guerra sino también después, Raz afirmó: “Nuestra tarea continúa. Hoy se habla de un país en post trauma, pero este es un término clínico que lleva tiempo diagnosticarlo. Hoy estamos en el trauma como estado. No llegamos al post y va a llegar a futuro a una parte importante de la población. Las investigaciones nos enseñan que del 100% de la población, en el peor de los casos, el 15% va a sufrir de post trauma. Es una situación muy difícil, pero el 85% va a volver a sus vidas normales. Es una mirada optimista de lo que puede ser y hacia donde apuntamos, pero para seguir por este largo camino, necesitamos a nuestros socios ahora y en el tiempo. Es una maratón, no una carrera”.
– ¿Cómo llegaste a esta función? Es un trabajo diferente, difícil…
– A veces la función te elige a vos y no vos a tu función. Llegué a la Agencia Judía hace 20 años. Vine para dedicarme a la comunicación, fui la vocera por varios años hasta que llegó el 2006, la segunda guerra con el Líbano. El director de la Agencia judía era Zeev Bielski, que anteriormente había sido el intendente de Raanana, y el primer día de la guerra fue a visitar a los intendentes de las ciudades del norte y les preguntó qué podía hacer la Agencia Judía por ellos. Ellos le dijeron “llévense a los niños”. En ese momento sufrían de disparos masivos y no se podía seguir con la vida rutinaria. Alguien me llamó y me pidió que comience a llevar a los niños del norte hacia el sur. Como una soldado obediente, empecé a realizar la actividad. Cuando terminó la guerra, nos dimos cuenta que nos hicimos cargo de 42.000 niños. Así nos dimos cuenta que la Agencia Judía, además de recibir donaciones del mundo judío, tiene la capacidad de hacer algo más. Es una organización que está compuesta por Shlijim, educadores, gente que trabaja en la educación no formal, junto con nuestros socios de Keren Hayesod alrededor del mundo. Cada vez que se enfrentaba una situación de emergencia comenzamos a evacuar a los niños para darles un recreo. Me dediqué a eso por unos años y en 2012 construí el ala para momentos de emergencia de la Agencia Judía. Buscamos cuáles de las funciones de la organización tienen relación con lo que sucede en momentos de emergencia en el país y una de esas ramas era la Fundación para víctimas del terrorismo.

Yael Raz
-¿De qué se ocupa esta Fundación?
-Esta Fundación fue creada en el año 2002 mucho antes que yo comenzara a dedicarme a lo relacionado con las emergencias. La idea de esta Fundación era que durante la segunda intifada, la Agencia Judía y diferentes comunidades judías quisieron crear un espacio que se solidarice con las víctimas y se creó la Fundación que entregaba diferentes tipos de subsidios. Vuelvo al año 2012, la operación Pilar de Defensa en la zona alrededor de Gaza, donde hubo muchas víctimas y yo me hago responsable de la Fundación, me preparé para la función y comenzamos a escribir de nuevo todos los protocolos, no solo de la Fundación sino también de la Agencia Judía. La Fundación se hizo cargo de tres funciones centrales y lo hace hasta hoy en día incluido el 7 de octubre: la primera es que cada vez que alguien sufre un impacto directo de un misil y la casa recibe el impacto, alguien es herido e internado en el hospital o alguien pierde un integrante de su familia nosotros nos presentamos dentro de las 48 horas con 1000 dólares del mundo judío, que es una ayuda, pero no es la razón principal por la que lo hacemos. Queremos que sientan que estamos ahí para ellos, darles un abrazo. Este principio que es difícil, es complicado llegar a un damnificado dentro de las 48 horas, la razón por la cual nosotros hacemos esto, sabemos que cuando hay un evento traumático hay una ventana de 72 horas, si logramos tener intervenciones positivas dentro de esa ventana de tiempo podemos reducir la posibilidad que la persona desarrolle post trauma. Post trauma es una situación crónica de la cual es muy difícil salir. Por esta razón nos pusimos como objetivo estar ahí antes de las 48 horas.
-Todos pensamos que la Agencia Judía es aliá, y ahora nos esteramos también que realiza este trabajo.
– También es aliá. Pero con la Fundación lo segundo que hacemos es, desde el 2002, a esta gente el Estado los reconoce como víctimas de acciones terroristas. Es un estatus legal, por ello reciben un porcentaje de discapacidad física si fueron heridos o psíquica si sufren de post trauma. Nosotros nos encontramos con ellos y les preguntamos en qué los podemos ayudar en este momento. Somos el único organismo que de sus filas forman parte el gobierno, la seguridad social, la oficina de aliá y absorción, la oficina de seguridad nacional, entonces podemos preguntarles a estas organizaciones qué es lo que ellos brindan y nosotros completamos lo que hace falta. Ahora nosotros completamos las necesidades más rápido, con mayor flexibilidad y creatividad. Le consultamos a la víctima qué le ayudaría para salir de la casa, de esas cuatro paredes, del sufrimiento, volver a ser una persona activa y en conjunto construimos una serie de estrategias para su rehabilitación y lo acompañamos durante 3 años y de esas familias desde 2002 hasta hoy tenemos 9.000.

Kibutz Be’eri, uno de los más afectados por Hamás
– Hoy nos encontramos en el centro neurálgico de víctimas…
-Es importante entender que nosotros tenemos un área de situación de emergencia que funciona 24/7, todo el tiempo reciben noticias e informes, y si lamentablemente algo pasa se llama a la mesa de emergencias. Esta mesa está compuesta por el vicedirector de la Agencia Judía, además del responsable de seguridad, yo y otras áreas importantes de la Agencia Judía, y este es el organismo que toma las decisiones. Cada vez que hay una situación de emergencia nos reunimos, el responsable de la seguridad trae un mapa de los servicios de inteligencia, lo que nos permite saber qué sucede operativamente. Yo traigo la información sobre la situación civil, vemos cómo la situación impacta en nuestra población, aquellos que están en los centros de absorción, los participantes de Masa, del programa de Madrijim del exterior, los estudiantes universitarios, vemos quiénes necesitan ser evacuados o recibir ayuda psicológica. Dónde se ve afectada cada una de las unidades por la situación de emergencia y así comenzamos a actuar.
-¿Cada cuánto se reúne esta mesa?
-Durante los primeros días de la situación de emergencia esta mesa se reúne cada mañana y hasta dos veces por día según la necesidad. Se transmiten todo el tiempo informaciones y decisiones hasta que llegamos a la situación en la que nos encontramos hoy que es una situación de rutina de emergencia. Ya hace 128 días que nos encontramos en situación de guerra, pero el sistema hace por lo menos dos meses que funciona según una rutina. Igualmente, esta mesa se reúne una vez por semana, todo el tiempo pasan cosas a las cuales nosotros respondemos. Ese es nuestro protocolo y sucede acá, al principio físicamente. Tenemos que entender que la Agencia Judía es uno de los organismos más preparados hoy para responder a la situación de emergencia.
-¿Cómo respondieron a esta situación de emergencia que vive Israel en estos días?
– Una situación de emergencia es una situación de emergencia, la toma de decisiones es igual en todos los casos, pero cada vez los hechos y desafíos son diferentes. El sistema es el mismo. En la mañana del 7 de octubre, a las 6.30 am comenzaron los disparos de misiles. Hasta ese momento éramos tres en la toma de decisiones, comenzamos a escribirnos para intentar entender dónde pasaba, quiénes eran los que estaban sufriendo el ataque y eran llevados a los hospitales.

Lugar donde se llevó a cabo la masacre del Festival Nova
-¿Ustedes entienden rápidamente qué está pasando?
-Alrededor de las 10 am ya entendíamos dónde estábamos parados. Al comienzo creo que no había un ciudadano israelí que viera las camionetas con terroristas y no pensara que eran fake news, que había alguien que estaba mandando esos videos falsos. A las 10 am publican que Ofir Lipshtein, el intendente de la zona de Shaar Haneguev fue asesinado. Yo recibo un llamado telefónico de una amiga y me dice que Ofir fue asesinado, yo le contesto que es una irresponsabilidad de su parte decir algo así si todavía no fue publicado. No podés estar transmitiendo así ese tipo de información y justo aparece en la televisión “Ofir era un colega con el que trabajábamos en conjunto”. En cuanto escuchamos eso entendimos de qué se trataba. Creo que fue en ese momento que entendimos que estábamos en guerra.
-Ustedes tienen a los donantes y aquellos que deben recibir la ayuda. ¿Cómo funciona el sistema?
– Voy a hacer una diferenciación entre el trabajo a grandes rasgos de la Agencia Judía y el trabajo de la Fundación. En la Agencia Judía tenemos por ejemplo un centro de absorción en Sderot que está a 3.8 kilómetros de la cerca (límite con Gaza). Nosotros tenemos un plan para realizar en caso que se presente una emergencia en Ibim, el centro de absorción, nosotros sabemos cómo los evacuamos. Traemos micros que los esperan y los llevan al hotel en Nir Etzion, sabemos exactamente qué hacer, eso es lo que hicimos en lo inmediato. Las olas del público en general que empezaron a evacuar en grandes masas tenían que recibir ayuda inmediata, en nuestro caso tenemos un sistema. Antes del 7 de octubre éramos un equipo de 3 personas, para el final de este mes (febrero) vamos a ser 17. Cómo lo hacemos: en primera instancia nos conectamos con los hospitales, ellos nos conocen, nosotros trabajamos para que nos conozcan a lo largo del año. La información sobre los que están heridos la recibimos directamente de los hospitales. Respecto a las casas que fueron dañadas, aquellos que perdieron su casa, nosotros estamos en contacto con los arquitectos de las municipalidades, ellos saben cuando una casa recibió un impacto directo y nos avisan.
-¿Y respecto a las familias que perdieron a un familiar, cómo se enteran?
-Las familias que perdieron a algún familiar lo sabemos de los medios de comunicación, de las municipalidades, de los hospitales. Tenemos una red que se pone en funcionamiento rápidamente y así podemos llegar a la gente, a los secuestrados, los que retornaron poblaciones con las que antes del 7 de octubre no teníamos nada que ver con ellos. Asentamientos como Kfar Aza, Beeri, Nir Oz, Najal oz, poblados en los que la gente abandonó el lugar con lo puesto y la casa quedó totalmente quemada y uno tiene que ir y estar con ellos. Creo que fue 48 horas después que me reuní con la gente de Kfar Aza en Shfaim y veo gente que conozco, en días normales me reúno con ellos una vez por semana. Amigos, colegas, yo conozco a la gente de Kfar Aza muy de cerca. Estamos sentados y una de las mujeres me dice “esta no es mi remera y estos no son mis pantalones”, la gente empezó a recibir limosnas y nosotros en 48 horas les dimos los primeros 1000 dólares para que se puedan arreglar, que no tengan que estar pidiendo como linyeras. Qué es lo que nosotros hacemos ahora, porque ya repartimos 8.000 subvenciones de ese tipo.

Reclamos por los secuestrados que todavía siguen en Gaza
-¿Cuál es el próximo paso?
-En días comunes esperamos que las comisiones del Estado definan porcentajes de ayuda, pero en este caso no tenemos ese privilegio. La gente necesita las cosas ahora. Junto con la gente de Keren Hayesod que son nuestros socios nos preguntamos qué podemos dar ahora que no requiera de burocracia. Nosotros sabemos cuidar de las familias en duelo, familias de los secuestrados y desaparecidos, aquellos que volvieron y de los heridos. Se puede entregar un subsidio, 25000 shekel a cada familia y nosotros ayudamos a los que caen entre las líneas donde el estado no da respuesta. Ahí nos preguntamos quién más es vulnerable en este momento y necesita ayuda y decidimos ayudar a 500 sobrevivientes de la fiesta Nova, pero a ellos no les vamos a dar ayuda monetaria, queremos que ellos se comprometan a ingresar a un programa de rehabilitación. Queremos que tengan trabajo, casa, ocupaciones. Cada uno que se compromete a ingresar al programa de rehabilitación que le permita retomar su vida recibe un subsidio inmediatamente. Todos aquellos que en ese día trabajaban para Maguen David Adom, Zaka, trabajadores sociales y tienen reacciones graves de estrés, a ellos también queremos darles ayuda inmediata, no vamos a esperar para que no se desarrolle en post trauma. Una laguna que hay en la ley son los hermanos e hijos mayores de 25 años de los secuestrados y los asesinados, ellos no reciben nada. Hay una población importante de gente que todavía son jóvenes, que no se arreglan por sus propios medios que dejaron su vida y luchan para ayudar recuperar a sus seres queridos y a ellos también les vamos a dar un subsidio de forma inmediata. Nosotros sabemos que lamentablemente hay 22 huérfanos de los dos padres, niños hasta los 18 años y hay un número similar de jóvenes entre 18 y 25 años que perdieron ambos padres. Nosotros queremos darles ayuda inmediata, en general nuestra ayuda se entrega a la familia, a ellos les damos en forma individual, cada uno de los niños va a recibir ayuda no como familia sino como individuo y lo mismo sucede con los que volvieron de Gaza.
-¿Qué recibieron aquellos que volvieron?
-Aquel que ya volvió de Gaza recibió nuestra ayuda, más importante de lo que otros recibieron hasta ahora. En el futuro su ayuda va a ser individual, esto quiere decir que si de una familia volvieron 4 personas van a recibir 4 paquetes de ayuda para la rehabilitación. Nosotros entendemos que esto es un evento diferente.
-En el exterior los donantes dan dinero a través de Keren Hayesod, ellos lo hacen de corazón y saben que va a un buen lugar, pero no saben con exactitud qué se hace con su dinero. Al hablar con vos ayuda a transmitir de primera mano los destinos de las donaciones.
– Quiero aclarar que además de las donaciones muy generosas que recibimos de Keren Hayesod, cuando nos encontramos con una familia le damos lo que le corresponde según las directivas de la Fundación, pero también preguntamos qué más se necesita y quiero dar algunos ejemplos de cómo la Fundación cuida a la gente. Llegamos a una familia que su hijo fue asesinado en la fiesta Nova y les dimos la ayuda inmediata. Hablé con la mamá, en este caso lo hice yo personalmente, me cuenta que su hijo fue asesinado, que él tiene un departamento propio en Tel Aviv, desde hace unas semanas el departamento está vacío y me cuenta que recibió la cuenta de la luz. El departamento está vacío, cómo puede ser que reciba la cuenta de la luz y no tiene las fuerzas para ocuparse de ese tema, entonces nosotros hablamos con la empresa de electricidad y arreglamos ese problema. Otra chica joven, de nombre Marina, vive en Tel Aviv en la zona de Florentín. El 7 de octubre hay una lluvia de misiles, hay un impacto directo en su edificio y se derrumbó sobre ella. Lograron rescatarla con heridas graves, ahí hay una historia muy emotiva. La visitamos en el hospital, le dimos la ayuda, y después que le dieron el alta le pregunté qué necesitaba en ese momento. Marina le contestó que todos los días por la mañana tienen que ir a rehabilitación y le daba vergüenza decir que no tenía zapatillas. Le compramos zapatillas. Una familia de Beeri que el ejército rescató justo antes que la casa se incendie, una pareja de 51 años que fue evacuada al mar muerto en Ein Guedi. Les pregunto en qué los puedo ayudar. La mujer me comenta que su marido es fotógrafo y todo lo que lo mantiene en la vida es la fotografía. Ahora estamos en el hotel y todas las herramientas de fotografía se quemaron en la casa, no pasaron tres días y recibió una cámara de fotos de la Fundación de víctimas de terror.
– ¿Los hoteles también son trabajo de ustedes?
– No, nosotros nos reunimos con ellos allá y hablamos con ellos allá, estamos todo el tiempo en el campo de trabajo. El objetivo de la Agencia Judía, no solo de la Fundación, es entender lo que necesitan, dónde podemos ser significativos. En uno de los hoteles también del mar muerto nos llamó por teléfono una señora que es voluntaria y nos contó que tiene muchos chicos de Sderot y de Jolit que eran nadadores cuando estaban en sus casas. Los niños están con mucha tensión y queremos organizar clases de natación. Nosotros también organizamos esas cosas.
-¿El futuro es mañana, qué es el futuro para lo que ustedes hacen?
– Yo diría que el futuro se reparte entre la gente que nosotros cuidamos. Para los familiares de los secuestrados el futuro va a ser cuando sus seres queridos vuelvan. Ellos todavía están en el 7 de octubre, dentro de ese evento.
Nosotros vamos a acompañar a estas familias por lo menos de 3 a 5 años según las necesidades, a los niños mucho más, hasta que lleguen a la edad de 16-17 años y en este momento nos encontramos en un viaje largo junto a ellos. Les vamos a dar ayuda complementaria para la rehabilitación, vamos a ver cómo podemos ayudar con cosas que no son solo monetarias, tenemos campamentos subvencionados por Keren Hayesod para víctimas de trauma anteriores al 7 de octubre. Lamentablemente ahora van a crecer, cientos de niños se van a sumar a estos campamentos. Los chicos van a seguir con nosotros a lo largo del tiempo. Con las familias estamos en contacto según la necesidad. Ampliamos la cantidad de gente que trabaja, de 3 pasamos a ser 17 a fin de mes para poder cubrir el trabajo con las familias. Tenemos que entender que en 21 años de trabajo de la Fundación cuidamos 9.000 familias. Sólo de un día, el 7 de octubre, sumamos 10.000 familias más. En un día. Veinte años en un día. Tenemos que dar respuestas a esta gente, hacerlos sentir que los ven, que no desaparecemos, que nos quedamos a lo largo del tiempo, que los acompañamos en este recorrido con todas las capacidades de la Agencia Judía.
– La donación es muy importante a lo largo del tiempo. En el exterior piensan que solo es importante donar al momento de la guerra, pero se necesitan las donaciones después
-Sí, muy importante. Nuestra tarea continúa, muchas veces el post trauma lleva tiempo hasta que aparece. Hoy se habla de un país en post trauma, pero este es un término clínico que lleva tiempo diagnosticarlo, hoy estamos en el trauma como estado. No llegamos al post y va a llegar a futuro a una parte importante de la población. Tenemos que entender también que las investigaciones nos enseñan que del 100% de la población, en el peor de los casos, el 15% va a sufrir de post trauma, es una situación muy difícil pero el 85% van a volver a sus vidas. Es una mirada optimista de lo que puede ser y hacia donde apuntamos, pero para seguir por este largo camino, necesitamos a nuestros socios ahora y en el tiempo, es una maratón, no una carrera. Nosotros los vamos a acompañar y por ahora ni siquiera volvieron a sus casas. Aquellos que son refugiados en su propio país viven una situación muy compleja. Los que visitan los hoteles ven que estar con la familia que incluye niños y adolescentes en una habitación de hotel no es divertido y es un problema.
-Todo lo que pasó es muy grave, ¿con quién conversas para tomar decisiones?
-Al final siempre hay decisiones difíciles que hay que tomar. En la Fundación hay un consejo público del que forman parte Keren Hayesod, la presidenta es Ayelet Najmias Berbit, una ex congresista y está la comisión directiva de la Agencia Judía, Doron Almog que son parte del grupo que toma decisiones. Recientemente estuvimos con todo el equipo por un día en Natal para permitir que la gente diga qué les pasó y qué les pasa para dar herramientas que les permita ayudarse a ellos mismos y a sus colegas y lo vamos a hacer mientras dure nuestra tarea. Una vez al mes hay que darle a la gente herramientas y soporte psicológico para que puedan seguir cumpliendo con sus tareas. Una vez por mes tenemos respaldo, apoyo y fortalecimiento desde la Agencia Judía. No estoy sola y también somos un grupo que aprendió que debe cuidar a su gente. Hace un año y medio estábamos muy involucrados con Ucrania, acá habían mapas de Ucrania hace un año, mandábamos gente a hoteles donde estaban los sobrevivientes de Ucrania. Ahí hicimos un proceso para prepararlos mentalmente y cuando volvieron abrimos espacios para que cuenten sus experiencias, lo mismo hacemos ahora. Tenemos un gran respaldo de la dirigencia de la Agencia Judía y herramientas que brindamos al equipo, a mi misma para poder trabajar con esta realidad.
Esta importante entrevista surge como parte de nuestra visita a Israel y conocer a todos los protagonistas y responsables de dar respuestas a las necesidades de la gente.
La Agencia Judía en esta entrevista expuso su importante tarea con un Keren Hayesod fuerte, institución clave en la vida del Estado de Israel, pero mucho más aún en estos tiempos difíciles de guerra, cuando salió a hacer una campaña de emergencia para recaudar dinero y así ayudar desde las primeras horas de la guerra y dar respuesta a las necesidades básicas que se comenzaron a percibir. Lo hicieron a toda prisa durante las 24 horas del día y aún hoy eso sigue funcionando de idéntica manera.