Inicio Keren Hayesod (CUJA) Marcelo Bancic: “CUJA – Keren Hayesod ofrece oportunidades al Pueblo Judío en Israel y en todo el mundo”

Marcelo Bancic: “CUJA – Keren Hayesod ofrece oportunidades al Pueblo Judío en Israel y en todo el mundo”

Por M S
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Itongadol.- Marcelo Bancic asumió a principios de año como nuevo representante (sheliaj) de Keren Hayesod en Argentina y director de CUJA. En una entrevista con ItonGadol dejó delineados los desafíos de este “año de transición”. Además, destacó el éxito del programa Aliá Protegida, que ya inició su tercera edición dedicado a jóvenes en situación desfavorable que comenzarán una nueva vida en Israel.

-¿En qué lugar se encuentra la institución hoy en día?

-Estamos en una etapa de transición, de adaptación y cambios. Es una continuidad del trabajo de mi antecesor Paul Rozenberg. Ahora también Eva Nagar, cerró su ciclo como shlijá y se incorporó en ese rol Carina Reisman Aloni. El 2023 tiene muchos desafíos, con elecciones acá en Argentina, en Israel con lo que está pasando, por eso elegimos dar pasos pequeños, pero firmes.

-¿Cuáles son los proyectos de la institución?

-Con respecto a los proyectos, la campaña de este año para el Keren Hayesod acá en Argentina está enfocada en lo que llamamos la campaña anual y la campaña del proyecto de Aliá Protegida, que ya va por su tercera camada. Es una campaña que va a seguir y la queremos agrandar. Se están por anotar participantes también de afuera de Argentina, para que se sumen al plan regionalmente. Así que el proyecto crece cada vez más y la campaña también se va a agrandar.

-¿Por qué creés que ese proyecto finalmente vino para quedarse y se convirtió en estos proyectos emblemáticos como también lo fue “Volvamos al Shule”? Proyectos que son medularmente de CUJA y claramente empiezan a robustecerse.

-Estos proyectos tienen éxito porque justamente en CUJA Keren Hayesod leemos las necesidades y respondemos a ellas con acciones.

-¿El contribuyente entendió la importancia de Aliá Protegida?

-Sí y es un proyecto de construcción. Es darle la oportunidad a cada joven que precisa transformar su realidad. Pasado ya un año y medio de la primera camada la vida de cada participante en Israel cambió radicalmente.

-Casualmente, la semana pasada hablé con una de las participantes que viajó en la primera camada y se estaba mudando en Haifa, es decir tiene su trabajo y su casa.

-Exacto. Poné a esa jóven en un tiempo paralelo, acá en Buenos Aires después de un año y medio ¿en dónde estaría? En el mejor de los casos, permanecería en el mismo lugar.

-¿Hubo cambios en la cantidad de participantes?

-La cantidad de jóvenes es más o menos la misma. No hubo cambios, sino mejoras en cómo hacer todo el proceso acá en Argentina y el proceso allá en Israel que no es sencillo. Es difícil, pero yo creo que estos jóvenes tienen todas las de ganar, porque si acá trabajaban duro, en Israel también pueden hacerlo pero con oportunidades.

-¿Los socios siguen siendo los mismos en esta tercera camada?

-Una vez que los jóvenes se suben al avión, el que se encarga de su aliá es la Agencia Judía, por lo que es nuestro primer socio en Israel. De a poco están colaborando también acá,ayudándonos a encontrar más jóvenes argentinos que apliquen al programa. Algo que es una visión a futuro y es un proyecto que hablamos, pero todavía no ha empezado a trabajarlo, es abrir también el programa de Aliá Protegida para madres y padres solteros con hijos.

-Para esta tercera camada, ya la posibilidad regional existe, haciendo pie acá en Buenos Aires. ¿De acá se centraliza o cada país se incorpora con su administración independiente?

-La idea es centralizarlo desde acá, pero como esto es globalizado y mayormente virtual, la gente lo puede hacer desde su país. Lo importante es que esos jóvenes lleguen juntos a Jerusalem, y eso es lo que va a pasar.

-Contanos de otros proyectos de Keren Hayesod-CUJA…

-Otra parte de la campaña es continuar con todo el tema de los refugios en las viviendas públicas para la tercera edad, refugios en todas las ciudades que están alrededor de la Franja de Gaza. También seguir colaborando con Amigour, que da vivienda para la gente mayor y una vida digna. Y no es solamente vivienda, sino un hogar, una comunidad. Se forma una kehilá.

-Yo tengo familia viviendo en Amigour, es una cosa que no se puede explicar. Es un edificio donde la convivencia entre todos los vecinos es una belleza. Están yendo a una vivienda realmente digna.

-Eso tanto en Kfar Saba como en Tel Aviv con un proyecto también de Amigour. Es todo el tiempo ayudar al proyecto en sí, a remodelar sus espacios. Dos ejemplos: uno, el de los refugios de Amigour en Ashkelon. Nosotros ayudamos a las mejoras edilicias de sus refugios, pero parte de la contribución va para Amigour en sí, para poder ayudar al proyecto. A partir de ayudar a remodelar el refugio, el contribuyente recibe una plaquita a nombre de una institución o de un padre, de un abuelo o de una empresa. Y aparte ayuda en sí a Amigour. Ahora estamos trabajando también en Amigour en Tel Aviv, en un edificio muy grande. Hay unos 200 departamentos ahí para poder ayudarlos. La idea es que cada contribuyente colabore con el proyecto con 7.500 dólares, que el número es redondo por el año de Iom Haatzmaut. El contribuyente recibe una plaquita, que una de las viviendas está a nombre de la familia.

-Son proyectos que ya se vienen trabajando. Esto es bueno porque es sólida la propuesta de Keren Hayesod- CUJA. Esto va prosperando.

-Como destaqué antes, el éxito radica en que esto tiene una línea y un compromiso muy claros.

-¿Y las emergencias?

-Bueno, Dios quiera que no las tengamos obviamente, pero tuvimos ahora a principios de años una operación, que no fue una operación de emergencia en el sur de Israel. Fue más que nada una campaña de solidaridad. La hicimos y fue buena. Yo creo que en el momento en que empezamos a escuchar que algo está pasando en Israel enseguida hay contribuyentes que no esperan, levantan un teléfono y dicen ¿qué está pasando? ¿Dónde podemos ayudar?.

-Parece lejos en la distancia, pero la participación de Keren Hayesod fue impresionante con el tema de Ucrania. ¿Cómo está esto?

-Primero que nada, hablando de números, el año pasado hicieron aliá unos 45.000 judíos por la campaña. De ellos 15.000 eran ucranianos, los otros 30.000 eran rusos. Y continúa la aliá grande de Rusia, por lo que está pasando ahí todavía. Voy a poner un ejemplo, que a mí me pone muy orgulloso y me emociona mucho. Hoy en día en el Global Center de la Agencia Judía, que es donde los judíos llaman para hacer aliá, hay una jóven ucraniana, que llegó para refugiarse de la guerra ayudando ahora a otros judíos. En el cubículo de al lado, que maneja otro idioma, hay una jóven argentina que participó en el Programa de Aliá Protegida, trabajando para la gente en español. Eso es la aliá. Llegar a Israel, estar en el ulpán y después salir al campo laboral. Ellas ya están trabajando para ayudar a otros judíos y esas dos jóvenes hace un año y medio atrás, recibieron ayuda de otros judíos del mundo. Esa es la grandeza del pueblo judío. Ayudarnos entre nosotros.

-Hay una palabra que se usa mucho en Keren Hayesod-CUJA, que es rescate de vida judía. En estos casos de Ucrania se ha hecho verdaderamente.

-Todos los judíos somos responsables unos de otros, pero lo lindo es que -como dije antes- hace un año y medio vino otro judío que los ayudó a ellos, a los jóvenes de Aliá Protegida y ahora ellos están ayudando a otros judíos.

-Cuando Paul despidió a la primera camada, le explicó a los jóvenes que él vivió lo mismo cuando él hizo aliá y termina siendo hoy un dirigente y que a ellos también les puede pasar lo mismo…

-Es que nunca pensamos que iba a pasar tan rápido. Esa es la emoción, si preguntás qué está pasando con la gente que hizo aliá de Ucrania hace un año, ya hay mucha gente trabajando también en toda la parte turística.

-¿Contanos sobre el constante apoyo de Keren Hayesod-CUJA a la educación?

-El año pasado y el año anterior se hizo todo el trabajo de las aulas híbridas. Este año continuamos con estos proyectos. Es un año de recaudación con muchos desafíos. Hay una parte de la recaudación que va para la educación. El 80 por ciento se destina a los colegios, ya sea a través de una institución que nuclea a todos, como así también a los colegios en sí. Los colegios se acercan a nosotros no a pedir un presupuesto, sino con proyectos para hacer en conjunto. Ahora estamos con un proyecto en una escuela, donde los padres están adoptando un programa en Israel de Amigur. Y por cada dólar que ellos aportan, nosotros les damos dos dólares para la educación, para que puedan dar becas. “El compromiso con ustedes tiene un valor agregado mucho más grande. Es la continuidad judía de esos jóvenes y el compromiso con Israel”, les escribí a ellos. Y si no es este proyecto, es otro. Tampoco nos olvidamos de las escuelas en el interior. Estuvimos en Santa Fé y en Salta en la inauguración de un aula híbrida. Que son realmente los que necesitan esa ayuda, pero no solamente eso, sino que también una ayuda mutua y un trabajo en conjunto para ser parte, es todo el mismo proyecto.

-¿Cuál es el secreto de CUJA – Keren Hayesod con respecto a este motor que genera tanto, que obtiene resultados con mucho sacrificio y que claramente se diferencia de la mayoría de las instituciones?

-Es algo que nosotros intentamos explicarlo cada vez más. Yo lo explico a cada contribuyente o a cada kehilá con la que me reuno. Primero, nosotros podemos trabajar con todos: ortodoxos, conservadores, laicos porque tenemos la bandera de Israel. Es algo que atraviesa a todos. Pero la diferencia real es que el Keren Hayesod da oportunidades a la gente que hace aliá, a la tercera edad para que tenga una vida digna en un departamento adecuado, a jaialim bodedim, a los ciudadanos que están cerca de la Franja de Gaza. Damos oportunidades. El Keren Hayesod le ofrece a comunidades en el mundo que sean parte de eso. Que ellos sean quienes les den la oportunidad a esas personas en Israel. Para mí ahí está la grandeza.

No se trata de dar plata al Keren Hayesod y ayudar al Estado de Israel. Se trata de algo más grande, que es el pueblo judío. Es que un judío en Argentina sea partícipe de un proyecto en el sur de Israel. Yo creo que eso es lo más grande de todo. Nosotros ayudamos a la gente. También tenemos proyectos de niños discapacitados. Es darles la oportunidad.

Nosotros estamos dando la oportunidad a un judío acá, en la comunidad, de ser parte de eso. Ese jóven al fin y al cabo va a recibir apoyo a través del Estado de Israel, a través de las ONG dentro de Israel, a través del Keren Hayesod en cualquier parte del mundo. Nosotros le estamos dando la oportunidad a la comunidad en Argentina a que sea parte de algo mucho más grande.

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