Itongadol.- Las protestas contra el plan de reforma judicial del gobierno se reanudaron el jueves por la noche tras la finalización de Tishá Beav, el día más triste del calendario hebreo, con protestas en Tel Aviv por primera vez desde la aprobación de la ley sobre el criterio de razonabilidad a principios de esta semana.
El movimiento de protesta Kaplan Force expresó que «frente a las nuevas leyes de la dictadura, debemos dar un paso adelante y continuar. Pedimos a todo el mundo que venga y deje claro que haremos que Israel vuelva a ser una democracia».
El grupo agregó que se trata de »una protesta no violenta y seguirá siéndolo en todo momento. La no violencia es importante para lograr nuestros objetivos. La forma más segura y rápida es la resistencia civil no violenta, pero descortés. La policía son nuestros hermanos».
Además, el movimiento aconsejó a los manifestantes que registren cualquier caso inusual de violencia policial o comportamiento inapropiado.
La policía planea intensificar las medidas contra los manifestantes
Tras una serie de incidentes violentos durante las protestas del lunes en Jerusalem y Tel Aviv, la policía se preparaba el jueves para la posible necesidad de utilizar métodos de dispersión de disturbios, incluidos gases lacrimógenos, agua a presión y granadas aturdidoras, entre otros.
El medio israelí KAN news informó que la policía esperaba que los manifestantes pidan una escalada en las manifestaciones previstas para la noche del jueves.
«Los preparativos de esta noche para la manifestación en Tel Aviv son más masivos porque, después de lo que vimos el lunes, entendemos que vienen a luchar contra la policía», señaló a la KAN un alto cargo policial.
Activistas contrarios a la reforma judicial bloquean una vía durante una protesta contra la reforma judicial del gobierno, cerca del Parlamento israelí en Jerusalem, el 24 de julio de 2023. (Crédito: Chaim Goldberg/Flash90)
La policía negó más tarde que estuviera planeando utilizar métodos de dispersión de disturbios, afirmando que los informes «no son ciertos y no se corresponden con los preparativos de la policía».
«Al mismo tiempo, como se dijo muchas veces, no permitiremos que se causen daños a agentes de policía, infraestructuras y símbolos del gobierno, y actuaremos con tolerancia cero con los infractores de la ley», añadió la policía.
En respuesta, Kaplan Forces mostró su indignación ante las informaciones de que podría utilizarse gas lacrimógeno contra los manifestantes y pidió al jefe de la policía «que ordene al portavoz de la policía que ponga fin a su innecesaria y falsa campaña contra la protesta, y que se asegure con sus subordinados de que la policía se comportará como se espera de ella esta noche, protegerá a los manifestantes y permitirá el derecho a protestar».
«El portavoz debería guardarse sus opiniones políticas. No permitiremos que calumnie a los millones de personas que salen a protestar contra el golpe de Estado», concluyó el movimiento de protesta.
Por otro lado, Sivan Tahel, coordinador del proyecto de libertad de manifestación de la Asociación por los Derechos Civiles en Israel, advirtió de que «en vez de asumir su responsabilidad por la violencia brutal e inimaginable que los agentes emplearon en las recientes manifestaciones, la policía está difundiendo amenazas sobre el uso de gases lacrimógenos».
«El papel de la policía es, ante todo, mantener la seguridad y la integridad física de los manifestantes. El gas lacrimógeno es un medio peligroso que no debería tener lugar en la dispersión de manifestaciones. Se trata de una medida indiscriminada, que puede causar daños prolongados en diversos sistemas corporales e incluso poner en peligro la vida de poblaciones de riesgo: niños, ancianos y personas con enfermedades subyacentes», concluyó Tahel.