Durante la noche del 8 de marzo, Hebraica vibró al ritmo de una increíble maratón de rikudim, donde la energía y la pasión por la danza israelí se sintieron sin descanso. Nuevos bailes que nos entusiasman y los clásicos horas y debkot que nos emocionan marcaron una jornada inolvidable, donde cada rikud trajo consigo más alegría y conexión entre los participantes.
Además de los bailarines locales, estuvo como invitado el grupo Shevet de la Escuela Scholem Aleijem, un espacio exclusivo para jóvenes de 18 a 35 años, que sigue creciendo y demostrando que el rikudim es mucho más que danza: es un lugar para hacer amigos/as y compartir identidad a través de la cultura. A ellos se sumaron los adolescentes de Shigaon, el grupo más joven de la misma institución, aportando su energía y entusiasmo. La maratón también contó con la presencia especial de morim de Montevideo, que “cruzaron el charco” especialmente para bailar y ser parte del evento.


El grupo rikudero de Hebraica, en constante crecimiento, fue clave para recibir y acompañar a todos los participantes, en un encuentro donde cada abrazo y sonrisa fueron tan importantes como cada paso de baile. Ni el calor detuvo las ganas de danzar hasta la madrugada, demostrando una vez más que el rikudim es una pasión que nos une y nos impulsa a seguir adelante. Más aún en estos días, donde debemos recordar siempre que «vamos a seguir bailando».