Itongadol/AJN.- La delegación del Centro Médico Hadassah en la frontera entre Ucrania y Polonia salvó la vida de un niño refugiado.
El niño, Alex, de dos años, y su madre fueron a la clínica médica de emergencia de Hadassah en Przemyśl, Polonia. Acababan de escapar de Kharkiv y Alex necesitaba tres cirugías abdominales por una obstrucción intestinal.
Bajo la amenaza del fuego de la artillería rusa, el equipo tuvo que detenerse en medio de la cirugía en un momento en que la ciudad fue atacada, contó el Dr. Mohamad Hadhud, pediatra de Hadassah Ein Kerem y miembro de la delegación.
En una operación anterior, un cirujano ucraniano había creado un estoma, una abertura a través de la cual las heces pasan del intestino a una bolsa de estoma, que es una solución temporal.
Sin embargo, cuando Alex y su madre llegaron a la clínica, la bolsa se había desprendido, dejando sus intestinos dolorosamente expuestos.
Después de desinfectar el área de operación, el personal médico volvió a colocar los intestinos de Alex en su lugar y reemplazó la bolsa en preparación para una nueva cirugía.
“Cuando terminamos de cuidar a Alex, el niño se relajó y finalmente sonrió y se rió”, dijo Hadhud. “No hay duda de que se evitó una infección grave que hubiera puesto su vida en riesgo muy rápidamente. Una vez que se abre el estómago y no se mantiene la esterilidad, como sucedió aquí, la situación puede deteriorarse hasta un punto sin retorno”.
“Esta situación, en la que llega un niño tan pequeño y han tenido que parar su cirugía justo en el medio, solo ilustra lo que están pasando familias enteras, familias que, en un momento repentino, se ven arrancadas de sus vidas”, añadió Hadhud. “Me alegro de que nosotros, un equipo de pediatras y personal de enfermería de Hadassah, estuvimos allí justo en el momento adecuado para ayudar, y que Alex y su madre se despidieron de nosotros con sonrisas y abrazos”.