El año pasado, una de las mayores enseñanzas que le atribuimos a la pandemia fue la de convertirnos en seres, equipos y organizaciones flexibles. Este año, la mayor de las enseñanzas es que puede siempre haber otro modo, otra vuelta, otra chance, otro tiempo. Nada es definitivo…y nosotros educadores, capitanes de ese barco cargado de incertidumbres, navegamos el año despojándonos de a poco, vistiendo nuevas concepciones, y afrontando nuevos desafíos.
Un año más, que cerramos haciendo un balance del devenir escolar, que recorre modelos diversos y pasa por todos los estados de presencialidad:
– Comienzo de ciclo escolar, con ingresos y recreos en horarios escalonados.
– Grupos burbuja, cerrando y abriendo ante algún síntoma.
– Incorporación de jornada completa, comiendo al aire libre, en turnos escalonados.
– Traspaso del comedor a las aulas y/o comedor para la época invernal.
– Y finalmente, transcurrida gran parte del año, pudimos llevar adelante algunos encuentros como la despedida antes de Rosh Hashaná, Shabatot y el Januca Fest Week, Pase y Vea: escuela abierta en los que pudimos, reencontrarnos con todos los docentes, familias, chicos y chicas del colegio cuidándonos entre todos.
Pero ¿Qué pasó específicamente en Ioná? ¿Qué nos distinguió? ¿Cuál fue la impronta particular de nuestros grupos?
Recibimos un 1er grado hermoso, con niños ávidos de reencontrarse con sus amigos y nuevos docentes, desde que habían dejado su sala de 4 en Ionatí. Un 2do grado, que nos confirmó, que la adaptación a la escuela primaria, dura todo el ciclo lectivo. Un 3er grado, que salió favorecido con el aula híbrida, cuyo equipamiento aprovechó con creces todo el año. Un 4to grado, en el que las “cosas de chicas” estuvieron presentes todo el año. Un 5to grado, que no dejó de sumarse con entusiasmo a ninguna propuesta que ofreciera la escuela, sinagoga o juventud. Un 6to grado, en el que chicos y chicas fueron cerrando el año cada vez más juntos…y un 7mo grado con una energía maravillosa…al que vamos a extrañar.
Estas fueron algunas de las perlitas durante este año. Por supuesto, muchos aprendizajes, proyectos pedagógicos atractivos, entornos tecnológicos que acompañaron el trabajo de manera permanente, contención emocional, renovación de materiales de inglés, proyectos de judaica con salida internacional que se plasmó en el proyecto “Escuelas Gemelas”, entre otros muchos componentes.
¿Qué decir al cierre? Agradecer a las familias por confiar en nuestras propuestas. Aprovechamos para invitar a nuevas familias a sumarse a nuestro colegio, nuestra comunidad.
Para conocer el proyecto los invitamos a enviar un mail a [email protected]
Felices vacaciones, nos veremos en breve para ir construyendo juntos las enseñanzas que nos dejará el 2022.