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Historias de Alía. Santiago, de Naalé a la unidad de combate de élite

Por AJN
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Itongadol/AJN.- Nacido en Paraná, Entre Ríos, Santiago pisó por primera vez el suelo israelí a los 16 años, cuando se había anotado en el programa Naalé para terminar sus estudios secundarios en el Estado Judío. Con el apoyo de su familia logró viajar en 2011, y en 2014, después de haber completado el programa, hizo formalmente la aliá.

 
Actualmente, Santiago habla con la Agencia Judía de Noticias (AJN) desde la base de las FDI en Gush Etzion, portando con orgullo el uniforme del ejército israelí y planificando un futuro en el Estado judío. Santiago no sólo forma parte de una de las fuerzas militares más avanzadas del mundo, sino que forma parte de una de sus unidades más importantes: La Brigada de Combate Kfir. 
 
Comandada por el Coronel Guy Hazot, Kfir, es la brigada de infantería más joven y grande de las FDI. Establecida formalmente en febrero de 2005, enfoca su misión en luchar contra el terrorismo especializándose en la lucha contra el terrorismo y la guerrilla urbana.
 
Santiago, al igual que muchos de sus compañeros con los que emprendió el programa Naalé, decidió quedarse en Israel y compartir su experiencia con aquellos que no conocen aún el Estado judío.
 
"Si tienen la oportunidad de venirse a Israel, no importa que sea para servir al ejército o si no tienen la edad para eso, que vengan porque es un país impresionante", expresó.
 
-¿Cómo le resultó la Aliá? ¿Cómo fue para usted ser ciudadano israelí definitivamente?
 
-A las personas que hacen aliá a Israel las respetan mucho, sentí que te quieren ayudar en todo, más siendo solado y viviendo solo en Israel después de hacer aliá. Es impresionante cómo la gente te ayuda en todo. Puede ser que tenés que salir a las cinco de la mañana para ir a la base y ves una mesita al lado de la parada del colectivo con dos o tres personas entregando comida a los soldados, diciéndoles que tengan ‘buena semana’, dándoles botellas de agua. No me arrepiento la verdad de hacer aliá, fue la mejor decisión.
 
-Cuéntenos un poco más sobre este programa, Naalé.
 
-Naalé es un programa para chicos de entre 14 y 16 años en el que tenés que hacer contacto con el representante del programa y te llaman para hacer los exámenes para recibir el permiso del programa. Cuando llegás a Israel tenés seis meses de un ulpán intensivo de hebreo y el resto son clases de ciudadanía. Son los últimos tres años de la secundaria en Israel. Hay chicos de toda Latinoamérica que hacen lo mismo, que también están solos acá en Israel y que después del programa la familia entera hace aliá. Es muy buen programa; de mi grupo que éramos unos 18 chicos, solamente cuatro se volvieron a sus países, el resto hizo aliá.
 
-¿Cómo fue la vida comunitaria en Argentina antes de hacer aliá?
 
-La comunidad de Paraná es muy chica y la escuela hebrea ahí era jardín, toda la primaria y uno o dos años de secundaria. Ahí terminaba la escuela hebrea. Pero siempre cada seis meses se cambiaba el sheliaj de la comunidad que venía de Israel e intentaba hablar mucho sobre Israel e interesar a los chicos. Creo que sirvió porque muchísimos amigos míos de la comunidad han venido con diferentes tipos de programas, ya sea Taglit o Shnat Hajshará y se quedan locos por Israel.
 
-¿Cómo es la rutina siendo parte del cuerpo de combate de Kfir?
 
-El día a día en el ejército depende de cuando tenés guardia para hacer: Te podés levantar a las cuatro de la mañana para hacer guardia o te podés levantar a las ocho de la mañana con todos para hacer el alzamiento de la bandera y ahí empieza el día en la base y después en la sede. Depende del lugar en el que estemos.
 
-¿Cómo están viviendo la situación de seguridad por la que están pasando?
 
-Cuando vas caminando por la calle sentís un poco de miedo, no te voy a mentir, pero sabiendo que estamos en Israel, el ejército está preparado para todo. Entonces es como que vas caminando con miedo de que te pase algo, pero sabes que si va a pasar algo, vas a estar bien porque el ejército va a saltar enseguida y va a arreglar el problema.
 
-¿Qué significa para usted, como alguien que vivió toda su vida en un lugar como Argentina, servir en un cuerpo de combate tan importante como Kfir?
 
-La verdad es que es un orgullo, entre tantas unidades de combate que hay acá en Israel, estar en Kfir que hace un trabajo muy importante. Hay veces que todavía no puedo creer que esté en el ejército, a veces es muy difícil darse cuenta de donde estás, pero súper orgulloso de la unidad, de lo que hace y de todo.
 
-¿Tiene pensado hacer una carrera en el ejército o cuando termine le gustaría estudiar alguna carrera universitaria?
 
-Mi idea es terminar el ejército y hacer lo que hace el típico soldado de Israel que es el paseo por Sudamérica. Cuando termine ese paseo, volver a Israel y estudiar en alguna universidad algo. Tengo una idea de lo que quiero estudiar que es ingeniería robótica, pero me queda más de un año y medio en el ejército y puede que se me dé por estudiar otra cosa.
 
-¿Algún mensaje que quiera transmitir a los jóvenes de Argentina?
 
-Si tienen la oportunidad de venirse a Israel, no importa que sea para servir al ejército o si no tienen la edad para eso, que vengan porque es un país impresionante.
 
 
 

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