Itongadol.- “La clasificación de esta entidad como una organización terrorista por Argentina es una postura política adoptada por las presiones de Washington”, indicó el vicesecretario general de Hezbollah, que en árabe significa Partido de Dios, cuya pronunciación es Jizbalá, el sheij Naim Qasem, en una entrevista concedida ayer lunes a la cadena libanesa Al Mayadeen.
El Gobierno argentino, presidido por Mauricio Macri, ordenó congelar el pasado jueves los activos de Hezbolah en este país sudamericano después de haberle designado como un grupo “terrorista” a petición de Estados Unidos y el régimen de Israel, consignó el portal de noticias iraní en idioma español HispanTV.
Esta medida fue adoptada unos días después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyera en su lista negra a algunos representantes de Hezbolah en el Parlamento libanés, así como un responsable de las coordinaciones entre este movimiento y las agencias de seguridad del país árabe.
El sheij Qasem, no obstante, describió estas sanciones como parte de la “guerra” impulsada por Washington contra Hezbolah, asegurando que estas medidas no podrán detener el avance de las fuerzas de resistencia para conseguir sus objetivos.
“A pesar de que ya pasó mucho tiempo desde la imposición de las sanciones contra Hezbolah, este movimiento se encuentra en el apogeo de sus actividades y de su resistencia indetenible”, sostuvo Qasem, quien añadió: “Estamos tratando de enfrentar esta guerra con medidas apropiadas, pasos prácticos y la búsqueda de alternativas”.
La reciente medida argentina fue adoptada al cumplirse 25 años del atentado contra el Centro Judío en este país, conocido como AMIA (la Asociación Mutual Israelita Argentina), perpetrado el 18 de julio de 1994. La Justicia del país sudamericano señala a Irán como responsable intelectual y a Hezbollah como brazo ejecutor del ataque, pero desde Teherán y la organización chií niegan toda vinculación.