AJN/Itongadol.- Winston Marshall, ex guitarrista de la banda de rock británica Mumford & Sons, criticó al BDS en un artículo de opinión que se publicó el viernes.
El artículo en sí es una respuesta a la banda estadounidense de indie rock Big Thief que canceló sus shows de julio en Tel Aviv después de ceder a la presión del BDS. El bajista de la banda, Max Oleartchik, es hijo de un músico israelí.
Escribiendo en The Jewish Chronicle, Marshall llamó al BDS los «villanos de esta historia». Respalda su declaración citando que la organización se había interpuesto en el camino de la banda para realizar un concierto cuyas ganancias «se destinarían a ayuda médica y humanitaria para los niños palestinos».
“Los verdaderos perdedores de esta última victoria de BDS son los palestinos, que siempre sufren”.
«Lo siento, pobres palestinos, no hay ayuda ni dinero para ustedes, sería en contra de sus intereses. Son tontos por pensar que la música podría curar», escribió Marshall, diciendo que esta es «la verdad sobre el BDS» y que «no está interesado en la resolución del conflicto». Afirma que la prioridad de la organización, citando la cancelación del concierto, no es animar a los palestinos, sino «negar el derecho de Israel a existir» en su «declaración de intenciones».
Hace tres años, la revista Vulture le preguntó al guitarrista si era judío, a lo que respondió «más o menos». Además de la guitarra, Marshall también tocó el banjo para la banda y en su álbum Delta en 2018.
Otra artista también se burló del BDS recientemente: la rapera australiana Iggy Azalea. En su primera visita a Israel dijo que nunca había oído hablar de esa organización. Azalea había venido a Tel Aviv para actuar en su Desfile del Orgullo Gay anual.
En su artículo de opinión, Marshall concluye sus declaraciones diciendo que el BDS continuará teniendo una influencia negativa en las artes y que «los verdaderos perdedores de esta última victoria del BDS son los palestinos, que siempre sufren».
En enero, más de 120 figuras de la industria del entretenimiento firmaron una carta abierta contra el boicot a un importante festival cultural en Sydney, Australia, luego de que 30 empresas y personas se retiraran por un acuerdo de patrocinio con la embajada israelí.
En la carta publicada por la Comunidad Creativa para la Paz, los firmantes dijeron que “creen que el movimiento de boicot cultural del Festival de Sydney es una afrenta tanto a los palestinos como a los israelíes que están trabajando para promover la paz a través del compromiso, el intercambio y el reconocimiento mutuo».
«Si bien es posible que todos tengamos opiniones diferentes sobre el conflicto israelo-palestino y el mejor camino hacia la paz, todos estamos de acuerdo en que un boicot cultural no es la respuesta», continúa la carta.
Citó comentarios hechos por el rockero australiano Nick Cave en 2018, en los que dijo: «El boicot cultural a Israel es cobarde y vergonzoso».
«Israel es una democracia real, vibrante y en funcionamiento, sí, con miembros árabes del Parlamento, por lo que comprometerse con los israelíes que votan puede ser más útil que asustar a los artistas o cerrar los medios de participación».
La embajada proporcionó 20.000 dólares para Decadance, un espectáculo basado en un trabajo de Ohad Naharin y la Compañía de Danza Batsheva de Tel Aviv que fue interpretado por la Compañía de Danza de Sydney del 6 al 9 de enero en la Ópera de Sydney.
En el sitio web del festival, la embajada figuraba como una «socia estrella» debido al patrocinio.
En un comunicado, la junta del Festival de Sydney dijo que mantendría el espectáculo patrocinado por Israel.