Inicio AMIA ANIVERSARIO 28 años del Atentado de la AMIA. Daniel Pomerantz: »La AMIA no es un lugar, la AMIA es un concepto»

28 años del Atentado de la AMIA. Daniel Pomerantz: »La AMIA no es un lugar, la AMIA es un concepto»

Por M S
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Itongadol.- En una entrevista con Itongadol, Daniel Pomerantz, Director ejecutivo de la AMIA, brindó detalles sobre el acto a realizarse el día 18 de Julio del 2022 por el aniversario número 28 del Atentado a la AMIA.

Itongadol.- Mirando desde la calle Pasteur, un lugar más sensible y con un punto de vista distinto al que tienen todos, ¿Cómo percibe a la comunidad y la sociedad respecto a este aniversario?

DP.- Estar en la calle Pasteur te genera una visión muy focalizada. A veces estar en el epicentro te da una mayor visión, y en otros casos te la cierra un poco. Tratamos de tener una visión extendida, de alimentar nuestras propias impresiones escuchando otras voces que nos parezcan relevantes. En todo momento apelamos a esa tarea, de sumar voces y escuchar opiniones sobre esta circunstancia. La verdad que 27 años después genera una desazón. Por un lado, conmemorar, levantar nuestra voz en respeto a las víctimas, a quienes fallecieron, a sus familiares, es un imperativo ético. Es aquello que uno debe hacer. Sin ningún tipo de dudas. Y yo percibo que a pesar del paso del tiempo, existe una circunstancia, una presencia permanente en diferentes estadios. Por supuesto, en la comunidad judía es una herida, sea cual fuera los sectores, las edades, las afiliaciones, las cercanías institucionales o no, las cercanías a la AMIA o la gente que pueda estar detentando roles. Yo percibo por parte de la comunidad judía una cercanía, un dolor, una herida propia, vinculado con lo que sucedió en julio del 94.

Y me animo a decir que de una forma no tan evidente, pero más focalizada en quienes tal vez tienen más información y quienes siguen la realidad de nuestro país, también la sociedad en general con matices por supuesto. Porque estamos especialmente en 2020 y 2021 estamos atravesando una pandemia que es dolorosísima, con decenas de miles de muertos en Argentina, con millones de contagiados y con situaciones de mucha angustia dentro de la familia. Todos cuidándonos, todos temiendo que nos pase a nosotros, a nuestras familias, todos tenemos un familiar o alguien cercano que ha pasado por una situación difícil.

Pero a pesar de todas estas restricciones, el paso del tiempo, las generaciones y demás, yo percibo que se mantiene vigente y eso hace mucho más doloroso el otro motivo que tiene este acto y que no debería tenerlo 27 años después. Este y tantos otros momentos y conmemoraciones que realizan diferentes sectores de la sociedad y de la comunidad que hacen mucho más doloroso, es el reclamo de justicia. Cómo seguir reclamando justicia cuando dentro de poco van a ser 30 años, hoy son 27 años, es un tiempo enorme, inmenso. Eso es imperativo y se choca con una sensación de mucha impotencia, mucho dolor vinculado con la inexistencia de personas que estén pagando por este crimen atroz.

Itongadol.- ¿Es consciente de que el edificio de la AMIA de la calle Pasteur es un espacio que el mundo entero miró, mira y van a seguir mirando? Por ese espacio han pasado personalidades y se convierte en lamentablemente en un hecho no resuelto que involucra ni más ni menos que al terrorismo. Hablar con usted, que es un sobreviviente del atentado, parecería hacer que el paso del tiempo no atente contra esa cuestión. El mundo entero mira la AMIA como un antes y un después…

DP.- La AMIA no es un lugar, la AMIA es un concepto. El lugar puede ser ese o puede ser otro, de hecho ha sido otro en alguna parte de su vida. No estuvo durante sus 127 años de existencia ahí, sino que ha estado en otro lugar. Entonces es un concepto que tiene que ver con el concepto comunitario en el sentido de la comunidad, en el abrazar a un colectivo, del cuidar al otro. Esa es la misión institucional. Por supuesto esa visión institucional tiene traducciones diferentes a lo largo del tiempo, necesita accionarse permanentemente. Se construye de forma colectiva con consensos, a veces con disensos, porque la vida de los seres humanos es así, no siempre nos hace tomarnos de la mano, a veces es mirarnos a los ojos y discutir. Pero quienes pensaron y perpetraron el atentado, se concentraron justamente en la destrucción. Eligieron ese lugar justamente por lo simbólico, y sin hacer ningún tipo de discriminación a cerca de las vidas que se estaban llevando con ese acto atroz, terrible, ese asesinato a mansalva que con lo humano no tiene nada que ver. Como no tiene nada que ver tampoco quienes propician ese tipo de formas de expresión, que son en definitiva delitos de lesa humanidad que lo seguiremos gritando por los tiempos de los tiempos.

Entonces el lugar es un lugar, y las personas que pasaron no pasaron por el lugar, sino que por el concepto. Se acercaron a la idea que es la que intenta velar por el otro, y donde uno es todo el tiempo uno y todo el tiempo intenta ser también el otro. Y esa construcción que no la inventó la AMIA, sino que es un sentido de comunidad asociado con lo judío, con la historia de la comunidad judía durante siglos, me parece que tuvo su expresión ese día.

De modo tal que yo no querría concentrarme en el lugar, me parece que yo haría foco en las personas, en las 85 víctimas fatales, en las decenas y decenas de personas heridas, las víctimas sobrevivientes, el colectivo que también fue durante mucho tiempo invisibilizado y lo que atraviesa estos 27 años con diferentes formas de enfrentarlo, con temas personales, familiares, de salud, con lo que pudimos y pudieron. Así que me parece que yo pondría el ojo en el factor humano, que en definitiva es lo único que importa.

Itongadol.- Un familiar una vez dijo: “Después de tantos años, yo ya no tengo más lágrimas, pero el recuerdo, el dolor y la memoria pasa por otro lado”. Cuando tenemos que mirar a las nuevas generaciones y tenemos que hablar de la MEMORIA, ¿qué le surge?

DP.- Traer al día lo que sucedió, traer el sufrimiento de decenas y decenas de familias, y personas, hacerlas carne hoy mismo y no en un acto o varios actos, sino como una circunstancia permanente, como parte de nuestra identidad, todo eso es la memoria. Es el registro histórico, es tener presente quiénes, es tratar de desentrañar por qué, pero también el significar eso y transformarlo en un abrazo a quienes estuvieron ahí directa o indirectamente. Todo eso construye la memoria, se construye con retazos de experiencias y también con retazos de prácticas, y esas prácticas se van hilvanando año tras año, día tras día. Por supuesto que dependerá de quién lo está cosiendo, hay gente que lo cose todo el día, todos los días, mientras que otros se acercan a dar su costura de forma anual o periódica.

Itongadol.- ¿Qué rol ocupan los medios en esto?

DP.- Justamente quería agradecer a todos los medios que colaboran con la difusión, con el conocimiento y demás, son imprescindibles. Y si hablamos con esta misma pasión y este mismo compromiso 28 años después, por supuesto que tiene que ver con nuestra convicción pero también tiene que ver por el acompañamiento que tenemos por parte de quienes difunden y quienes hacen la tarea periodística.

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