Inicio ACT. COMUNITARIA  La AMIA se prepara para renovar autoridades con una variada oferta electoral

 La AMIA se prepara para renovar autoridades con una variada oferta electoral

Por Gustavo Beron
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Itongadol (por Lic. Eduardo Alberto Chernizki).-  Cuando a mediados del año pasado un grupo de dirigentes decidió lanzar una nueva agrupación para participar de las elecciones de autoridades de la AMIA surgió el interrogante de  si tenía sentido hacerlo con tanta anticipación.

Quienes se nuclearon y constituyeron “Una AMIA” lo que plantearon era que la única manera de poder aspirar a triunfar en la elección era comenzando a trabajar con mucha anticipación, y lo hicieron. Además de las propuestas electorales que podrían llamarse clásicas: apoyar la educación judía, mantener y ampliar todo lo relacionado con ayuda social, sostenían que la AMIA debía de volver a ser gobernada por judíos pluralistas y progresistas, como lo había sido hasta el año 2008, cuando el Bloque Unido Religioso (BUR), integrado por judíos religiosos ortodoxos y ultraortodoxos, obtuvieron la primera minoría y negociaciones mediante lograron que uno de sus miembros, Guillermo Borger,  fuera el presidente de la institución.

Se puede decir que Una AMIA planteaba la existencia de una polarización, el BUR – la ortodoxia religiosa y ultra religiosa por un lado- y el resto de la comunidad por el otro.

Como los miembros de los tres factores ideológicos que aceptaron integrar la actual conducción de la AMIA, ocupando cargos en la Comisión Directiva y trabajando en los diversos departamentos, no se integraron a Una AMIA cuando fueron invitados a hacerlo, se los consideró como aliados del BUR, y que si formaban una lista electoral sería una especie de colectora del BUR.

Una AMIA, siguiendo el modelo que en el pasado utilizaba el factor ideológico cuyos dirigentes presidieron la AMIA hasta mediados del 2008, decidió informarle a la masa societaria de la mutual, y a todos los miembros de la comunidad el nombre de quien sería su candidato a presidente: Alejandro Kladniew, un dirigente no identificado, por lo menos públicamente, con los factores ideológicos participantes de la política interna comunitaria pero que tiene un importante pasado como profesional en instituciones judías. Fue director ejecutivo de la Sociedad Hebraica Argentina y representante para América Latina del American Joint Distribution Commitee Inc, y al retirarse del mismo, fue miembro de la conducción del Hogar Ledor Vador, que presidió hasta hace unos meses.

En principio se puede decir que Una AMIA, mientras por un lado mantenía una tradición comunitaria, informar quien era su candidato a la presidencia, por el otro decidía innovar al nominar a un hombre que tuvo responsabilidades de gestión como funcionario y últimamente también como dirigente.

Mientras esto ocurría, en los últimos meses del año pasado, se hacía evidente que el BUR no sólo había tomado nota de la presencia de Una AMIA y la tarea que venía desarrollando, sino que también había comenzado a movilizarse, dentro de sus propios parámetros. Un ejemplo de ello son las declaraciones que el rabino Samuel Levin, referente del BUR, realizó a Iton Gadol que pueden ser consideradas confrontativas, pero que en si tenía como destinatarios a los seguidores del Bloque Unido Religioso, que mantiene bajo reserva quien es su candidato a presidir la mutual. Los dirigentes del BUR consideran que la labor que vienen realizando desde mediados del 2008 hasta el presente en la AMIA es lo que les asegura que un amplio caudal de los socios de la mutual los van a votar, y de esa manera continuarán al frente de la institución.

Frente a este panorama existían dudas de cómo se desarrollaría la campaña electoral, pues por un lado la polarización planteada por Una AMIA podía serle conveniente también al BUR, a quien han votado en el pasado algunos socios de la mutual que si bien no son ortodoxos ni ultraortodoxos no deseaban que se modificaran ciertos aspectos del proceder de la institución, por ejemplo, la aceptación de personas convertidas al judaísmo por rabinos conservadores o reformistas, o quienes pueden ser inhumados en sus cementerios.

A todo esto, miembros de la Comisión Directiva actual que no integraron la lista electoral del BUR hace tres años: Rasita Nagelberg, Leonardo Chulmir, Gabriel Gutesman, y Gabriel Gorestein estaban conversando con otros dirigentes comunitarios, algunos de ellos integrantes de Mercaz, con la finalidad de conformar una lista competitiva, que no sea acusada de ser “colectora” del BUR.

Lo hicieron y la denominaron Somos AMIA, la que  al presentarse en sociedad manifestó que estaba integrada por agrupaciones sionistas, algo que Una AMIA no hizo, si bien la gran mayoría de sus integrantes fundacionales pueden identificarse como sionistas. Nuevamente  un elemento tradicional en las elecciones de las entidades centrales de la comunidad judía, la identificación sionista, es utilizado para lograr apoyo.

Somos  AMIA  a los pocos días de su presentación produce una innovación, cuando informan que Batia Nemirovsky, una mujer socia de la mutual, es su candidata a presidente pues encabezará la lista electoral que oficializaran oportunamente.

Batia Nemirovsky no es una desconocida en la comunidad, educadora por sobre todas las cosas, se desempeño durante muchos años como directora del Vaad Hajinuj Hamercasí, la central educativa de la comunidad judía de Argentina, luego de haber sido mora y directora de la escuela de la comunidad Bet El, siendo de público conocimiento su profunda admiración al rabino Marshall T. Meyer y su identificación con el Movimiento Conservador.

El hecho que en las listas electorales del BUR no se incluyeran mujeres para integrar la Asamblea de Representantes de Socios de la AMIA, ha sido una de las críticas que este movimiento ha recibido, que por otro lado no las objetó para integrar la Comisión Directiva, pues en las tres cadencias en las que están a cargo de la presidencia hubo directivos mujeres.

Si bien hasta el 5 de abril no falta tanto tiempo, tan solo 9 semanas, la campaña electoral recién está comenzando y se intensificará a partir de marzo, pero de acuerdo a lo observado hasta el presente, tanto Una AMIA como Somos AMIA son dos agrupaciones que sin romper con el pasado intentan presentar al socio de la mutual propuestas innovadoras que, sin desvirtuar la misión de la institución, generen un cambio.

Sobre el BUR posiblemente haya que esperar el regreso al país del rabino Levin, quien está en el exterior, para que se perciba cuáles serán sus propuestas, que seguramente también tendrán aspectos innovadores, pues sus dirigentes son conscientes que la AMIA requiere permanentemente adaptarse a la realidad del país y del mundo judío

 

Foto central. Guillermo Borger al asumir su mandato en AMIA en 2008. Recibe el saludo y abrazo de Luis Grynwald.

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