Foto: Abraham Kaul junto a Sergio Pikholtz
Itongadol (Por Daniel Berliner).- Antes de empezar a disfrutar las mieles de la camaradería en una nueva etapa frente a las próximas elecciones 2020 de AMIA, el ex presidente Abraham Kaul no dudó este lunes en pegar un portazo a la posibilidad de trabajar junto a la candidata Batia Nemirovsky y Somos AMIA, pese a su reciente acuerdo, que duró lo que un suspiro.
Luego de idas y vueltas que comenzaron hace una semana con una carta de Kaul que renunciaba a cualquier intención de participar en las futuras elecciones, sorpresivamente dos días después pegaba un volantazo y cerraba filas con Nemirovsky y Somos AMIA. Todo era felicidad y alegrías, incluso las fotos distribuidas así lo demostraban, y con el pasar de las horas pudo saberse que Sergio Pikholtz, actual presidente de la OSA, tejió cada punto de un crochet que prometía un cimbronazo comunitario.
Desde la vereda de enfrente, para Una AMIA, la irrupción de Batia Nemirovsky impactó inicialmente, pero luego se entendió que ella no tracciona votos, por lo que no había que inquietarse. Pero la aparición de Kaul todo lo cambió. Diferentes estrategias comenzaron delinearse, imaginando una verdadera batalla electoral. El que se mostró firme, pese a la tormenta, fue su candidato, Alejandro Kladniew, que sin esperar un segundo, en un Comunicado transmitió tranquilidad a su gente, convencido de que la elección sería excelente.
Finalmente, hace algunas horas Abraham Kaul envió una carta a todos sus pares de Somos AMIA informando su desvinculación definitiva y su no participación en las próximas elecciones.
Según los trascendidos, en una carta enviada en el día de hoy a Somos AMIA, Kaul agradeció la invitación que le extendieron, informando que él y su agrupación (AMIA XXI) se retiraban. “Cómo ex presidente no comparto vuestro plan, no coincidimos”, aseguró kaul en la carta enviada.
Según la reconstrucción de los hechos, Kaul se encontró frente a una agrupación muy consolidada donde él sería sólo una figura decorativa, sin voz, una figura de acompañamiento, lo que le obligó a recalcular rápidamente y entender que su experiencia política está lejos de ser un florero en un hermoso living comedor.
Kaul se quejó de no tener “libre expresión”, de no tener “independencia”, lo que claramente le hizo ver que ese no era su mejor destino dentro de la política comunitaria.
Para aquellos que menos conocen la política comunitaria, deslizaron que Kaul era un infiltrado de Una AMIA en la lista de Nemirovsky, tan sólo por haber propuesto dentro de Somos AMIA la posibilidad de juntar las dos listas contra el BUR.
Claramente la gran afinidad de somos AMIA con el BUR hace imposible imaginar semejante propuesta de Kaul y lo llevó a chocar contra la realidad antes de empezar.
Hay sobrados motivos para entender las enormes e insalvables diferencias entre Una AMIA y Abraham Kaul, para imaginar que pudo infiltrarse, aunque en la política todo es posible.
Hoy se cierra un capítulo y se vuelve a abrir otro para las agrupaciones que participan de las futuras elecciones en AMIA, con Kaul en el centro del escenario, por odios, amores, celos, inconsistencias, vanidades , soberbias, mezquindades… todos en la política tienen algo de esto que les permite construir y, más de una vez, también destruir.
En su carta, Kaul no dejó de valorar a Nemirovsky: “Batia ya es la ganadora por ser la primera mujer candidata a la presidencia de la AMIA”.