Itongadol.- El actual vicepresidente 1° de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Marcos Cohen, lanzó en la mañana de hoy, viernes, su candidatura de cara a las elecciones de fin de año, con la esperanza de liderar una lista de consenso.

«Acá hay dirigentes de templos de distintos signos, escuelas, clubes, instituciones filantrópicas y asistenciales, partidos políticos judíos; todos tienen que converger en la próxima comisión de la DAIA» porque sus directivos «tienen que venir de allí donde hay vida y actividad judía», dado que la entidad «no es lugar para quienes no saben qué pasa en una escuela, en un club o en un templo», abrió sus palabras.

«Mi vida personal dirigencial transcurrió en el Círculo -estoy desde el año ’79-, escuela y templo Weitzman. Allí aprendí qué pasa en esos marcos y qué necesitan de las instancias centrales. Y al llegar a la DAIA, hace seis años, aprendí qué cosas podemos brindarles a las instituciones», sintetizó Cohen.
«En lo personal, estoy orgulloso de estos seis años en DAIA: tengo la suerte de compartir un grupo humano con valores, siento respeto por cada compañero y me sentí respetado por ellos. Creo que a la hora de la evaluación, cuando se hable de esta DAIA van a tener adjetivos como sensatos, prudentes, moderados, de bajo perfil, firmes con cualquier gobierno, responsables para no llevar a la comunidad a ningún descarrilamiento, que eso siempre hay que tenerlo en cuenta», resumió.
«Nos tocó trabajar con tres gobiernos de distinto signo, con pandemia y manteniendo querellada a la cúpula del gobierno (de Cristina Fernández de Kirchner) con el que tuvimos que trabajar cuatro años (cuando fue Vicepresidenta), decisión que no tomamos solos: llamamos a una asamblea de todas las afiliadas para decidir un tema así en conjunto», subrayó el candidato presidencial.
«Le hemos dado estructura profesional al DAC (Departamento de Asistencia Comunitaria), afianzamos su crecimiento y estamos poniendo en uso, en estos días, el primer centro de monitoreo para nuestras afiliadas, que nos permita tener vigilados los exteriores de todas las instituciones comunitarias. Nos enorgullece el DAC. Estamos con él presentes en cada actividad de la comunidad judía», destacó.
«En pleno inicio de la pandemia, cuando estábamos todos encerrados, y ante el desconcierto de la Red Escolar Judía para pagar los sueldos con las escuelas cerradas, conseguimos incluir a nuestras instituciones en los famosos ATP, movida que fue un salvavidas» para las mismas, enfatizó Cohen.
«Y también estamos pasando este fatídico 7 de Octubre. A 48 horas de la masacre en el Estado de Israel, vimos a toda una comunidad movilizada en las puertas de Hacoaj y a los pocos días pudimos trabajar junto a AMIA para traer de vuelta a los 250 menores que se encontraban en distintos planes», recordó.
«El evento anual de la DAIA fue el 31 de octubre. Lo transformamos en una tribuna donde hablamos por los secuestrados. Comprometimos a que un juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el doctor Carlos Rosenkrantz, estuviera presente y diera su discurso junto a un familiar», remarcó el candidato presidencial.
«Conocemos la DAIA, la vivimos a diario. Tenemos el pulso del manejo 24/7 porque si surge un problema a las 4 de la madrugada, de índole policial o judicial, hay que estar presente», reafirmó.
«Aceptaremos a los otros candidatos que están también queriendo competir (Darío Epstein y Raúl Woscoff) para que nos acompañen, haciendo la salvedad de que no va con nosotros gente que agravia, que realmente no quiere a la DAIA ni a la comunidad (en velada alusión a Adrián Moscovich). Los vamos a acercar para tratar de llegar a octubre/noviembre con una sola lista», anticipó Cohen.
«Después del 7 de octubre no hay lugar para competencia electoral. La verdad, nos cruzó a todos y después de la reunión de hoy vamos a trabajar para que ello suceda», cerró.
Luego expuso el postulante a secretario general, Ricardo Furman, quien es vicepresidente de la Fundación Amigos de DAIA, el órgano recaudador de la Delegación.

La DAIA es una entidad de segundo o tercer grado, que reúne a instituciones religiosas, escolares, culturales o sociodeportivas de base -grandes, como la AMIA o la Sociedad Hebraica Argentina, medianas y pequeñas- y algunas federativas, que son las encargadas de elegir a sus autoridades en función de lo que decidan sus consejos directivos o, eventualmente, sus asociados.
Por esta razón es que la designación es consecuencia de una Asamblea General Electora, que suele hacerse en noviembre, y no del voto popular de los judíos argentinos. En ella, las instituciones adheridas y las del «Confederal», las filiales del Interior, tienen uno o más votos, según la cantidad de socios con los que cuenten.
De todos modos, corresponde aclarar que se eligen cuartetos, que incluyen al presidente, el vice 1°, el secretario general y el tesorero, que alguna institución afiliada que esté al día con su cuota y en condiciones de votar debe postular en conjunto, y el resto de los cargos ejecutivos en forma individual, hasta llegar a los vocales, todos los cuales pueden ser propuestos por cualquier entidad.
Del encuentro participaron la ortodoxia sefaradí y ashkenazí, sociodeportivas, escuelas de la red judía, el movimiento conservador e instituciones asistenciales y filantrópicas.