Itongadol.- Luego de confirmar su participación como candidato a presidente de la DAIA para el período 2021/2024, el ex secretario de Derechos Humanos de la Nación Claudio Avruj mantuvo una entrevista con ItonGadol y destacó: “Tenemos diálogos con Plural Jai, Judaica, instituciones religiosas, sociales y educativas. El perfil de ser un cuerpo colegiado donde las decisiones se toman en función a la discusión, a la conversación, a los consensos, lleve el tiempo que lleve debatiendo, tiene que estar puesto como el horizonte permanente que no podemos perder”.
-¿Cómo está viviendo esta decisión? ¿Fue una decisión difícil?
La toma de decisión es el resultado un proceso de maduración de conversación de análisis qué incluyo muchísimas referentes de la comunidad dirigentes expresidentes empresarios amigos y la familia. Una decisión de poder ejercer si la comunidad lo concede un rol tan importante como es la DAIA, exige tiempo, exige esfuerzo, dedicación y no se hace en soledad, si no se hace en acompañamiento. Así que digamos que el tiempo fue el tiempo necesario, el tiempo óptimo de maduración que se necesitaba y también la convicción que no había necesidad de llevar a la comunidad a un proceso muy largo de preelectoral. La situación del país la situación personal de las personas las ocupaciones de los dirigentes con sus propias obligaciones, no ameritaba se recargara con una campaña muy larga.
Luego de eso muy feliz de haberlo tomado yo soy un hombre apasionado de mi comunidad a la que le debo, a la que le reconozco mi formación, mi desarrollo profesional tal cual lo escribí en mi carta de presentación. Y aparte soy un enamorado de la DAIA, creo que lo dije en muchas oportunidades es una maravillosa herramienta institucional, que creó la comunidad. Para poder gestionarla hay que además de entenderla profundamente, hay que quererla mucho. Yo soy un hombre formado políticamente dentro de la DAIA y la quiero y la quiero ver bien y la quiero ver brillar. Porque si brilla la DAIA brilla la comunidad.
-Planteando tres puntos: primero, proponerse, jugar y ganar; segundo, proponerse, jugar y perder; y una tercera opción es no dejar de participar porque la actividad democrática de la comunidad necesitaba a alguien más…¿Cómo vive esas tres opciones?
-Obviamente cuando uno participa de una contienda electoral, participa con la ilusión y el deseo de triunfar. Pero sin dramatizar que si esto no es así, no es dramático, no es el fin de nada. Es solamente una etapa en la vida de uno. Pero lo que sí ocupa un lugar fundamental es la necesidad que yo siento de dar el derecho y la oportunidad al debate en la comunidad. Uno de los ejes más importantes es mi oposición a que la comunidad o los dirigentes que tienen que tomar decisiones, den por hecho las cosas como están, cuando realmente hay una necesidad, que se ve a todas luces, de modificar, de mejorar, de crecer. El debate que tiene ver con los modelos de gestión, los debates que tienen que ver con el modelo institucional, los debates que tienen que ver con los nuevos paradigmas de agenda que hay que trabajar, me parece que hay que darlos. Y no se trata solamente de caprichos personales, míos o de quién fueren, de decir ‘quiero ser presidente’. No. Lo que ocurre es que el debate y el juego democrático es riquísimo para todos.
-Usted es un hombre que viene con un bagaje DAIA enorme. Ha acompañado en muchas cadencias y muchos presidentes que han dejado una marca importante en la comunidad. Por otro lado, está su paso por la política, que no deja de ser una etapa de maduración en otro escenario. Esa suma de partes dan un Avruj más maduro para esto… o de pronto, el Avruj que puede irrumpir en la comunidad es el ejemplo de los históricos que pasaron. Hoy los tiempos son otros…quizás hoy la DAIA necesita otra cosa. ¿Cómo conviven esas facetas distintas en usted?
-Nosotros como personas, nuestras vidas son dinámicas. Somos producto de muchas etapas, experiencias y procesos que vamos atravesando. Sin duda yo soy producto de aprendizajes y experiencias adquiridas de muchos factores. Yo puedo hablar de morim, de profesores, de madrijim en mi época de Tnuá, puedo hablar de lo que fue mi formación, de lo que fue mi formación como profesional de la comunidad judía, en la DAIA durante los años que transcurrí, los que me acompañaron en el Museo del Holocausto… si uno es realmente abierto, uno va adquiriendo experiencias y los años te van trayendo otras miradas. Vas estudiando, vas analizando…vas viendo. Yo siempre fui disruptivo y creativo. Estos son los rasgos más importantes de la comunidad y de la DAIA. Entiendo, y los que me acompañan entendemos, que es un momento de hacer modificaciones profundas. Sobre todo porque venimos de años de un deterioro muy marcado de la DAIA como institución en su agenda. Hay un Avruj que ha hecho un recorrido, que tuvo un recorrido profesional comunitario y en la política nacional, sin apartarse ni un día de su comunidad, de sus amigos de la comunidad y de su vida social dentro de la comunidad. Y hoy retorno con todas mis ganas y mi experiencia a volcarlo en la institución que tanto quiero.
-O sea que es un Claudio que viene con un bagaje histórico y un recorrido en su último tiempo que genera hoy una aggiornamiento a una realidad que hoy necesita un Avruj distinto.
-Totalmente. Yo no soy igual y nadie es igual que hace 10 años. Y como las exigencias son nuevas, el recambio dirigencial es importantísimo. Y el recambio no se da con la modificación solamente pasando de un puesto a otro o cambiando de una institución a otra. No es así el proceso.
-No se conocen nombres. ¿Hay una mesa chica o grande de cara a las próximas elecciones?
-Hay un equipo que se está conformando. Estamos cerrando acuerdos y alianzas, pensando como equipo en lo mejor para la comunidad. Entendemos todos los que conformamos la mesa que la DAIA por esencia es plural y esa pluralidad tiene que estar puesta de manifiesto desde los cargos más altos hasta el último de los vocales suplentes, esto no puede dejarse de lado. No hay ningún apuro en marcar quien va a ser el famoso cuarteto, hoy somos un equipo que estamos sumando voluntades. Cada vez tenemos más gente que se acerca y escuchamos todas las opiniones. Los que conocemos bien la DAIA sabemos que la discusión, la pluralidad de ideas, el saber escuchar, es una fortaleza que tiene la institución, y hay que ejercitarla y generarla antes de llegar a ejercer los cargos, así que en ese sentido estamos muy bien.
– Más allá de las instituciones que votan y que están en el día a día, ¿Hay factores externos y empresarios que quiere apoyar este cambio?
– Sí, esto es así. Hay una búsqueda de parte nuestra hacia empresarios jóvenes y empresarios no tan conocidos, porque hay una mirada de país, una mirada de comunidad, que son insumos que la DAIA tiene que tomar en cuenta también. No se trata solamente de recurrir a un empresario para solicitarle el apoyo económico. Si uno mira el mapa institucional, y esto yo lo digo siempre porque me parece que es fundamental, si uno mira el desarrollo de las escuelas, teniendo en cuenta que las escuelas nuclean la mayor cantidad de personas de la comunidad judía en el día a día, si uno analiza el desarrollo de las grandes escuelas, en todas vamos a encontrar a empresarios jóvenes medianos y grandes con una mirada estratégica y una mirada más allá que son insumos que nosotros tenemos que tomar. Cuando yo hablo de empresarios están los de primerísimo nivel y conocidos y también tenés un mundo empresarial que la DAIA históricamente no prestó atención.
– ¿Cree que esta segunda generación, llamada edad intermedia, perdió el hábito y el ejemplo que tenían nuestros padres y abuelos de donar, y la educación y el ejercicio de participar?
– Lo que pasa es que las instituciones de la comunidad fueron durante muchos años expulsivas, no inclusivas. Las instituciones centrales, que son a las que yo estoy abocado, mas que nunca siguen repitiendo esos modelos, porque van repitiendo a los mismos dirigentes que cambian de cargo, que son los mismos dirigentes que establecen las alianzas para las elecciones de uno u otro tipo. A esto lo conocemos y es lo que no permite la apertura. Cuando a mi me dicen que la DAIA no le interesa a nadie, que es algo que escuchamos permanentemente, analicemos que ha hecho la institución para invisibilizarse o para dejar de ser relevante ante la gente, ya sea por acción, por omisión o por decisión.
-¿Es cierto que hay apoyo de Judaica y Plural Jai que están acompañando su trabajo y su propuesta?
– Sí, Plural Jai nos acompaña y con Judaica estamos hablando para poder cerrarlo. El perfil de ser un cuerpo colegiado donde las decisiones se toman en función a la discusión, a la conversación, a los consensos, lleve el tiempo que lleve debatiendo, tiene que estar puesto como el horizonte permanente que no podemos perder. Estos diálogos que estamos teniendo con Plural Jai, con Judaica, con instituciones religiosas, sociales y educativas, a mi me halaga muchísimo, porque yo soy un hombre de dialogo y ese va a ser mi horizonte permanente. Creemos que hay que comprometer la palabra y cuidarla, y alentar permanentemente el debate interno, entendiendo que somos un cuerpo colegiado, en el que se elige un presidente pero que el presidente y el vocal titular, y el vocal suplente, y el tesorero somos exactamente iguales, con el mismo valor en su decir y en su hacer.
-¿Cuál es su relación con las comunidades del interior del país?
– Con el interior se viene conversando. Hay filiales que están acompañándonos, hay otras que tienen dudas, y hay filiales que están identificadas con la conducción de Jorge Knoblovitz. El partido empezó hace muy poquito y se va a oficializar antes del 8 cuando tengamos que presentar todos los candidatos, y por el momento estamos trabajando institución con institución. Hoy puedo decir, sin adelantar números porque no es prudente, que estamos muy bien, que somos optimistas, y que este es el camino que vamos a recorrer para poder llegar a lo que queremos, que es poder conducir los destinos de la DAIA en los próximos 3 años. Queremos que sea una DAIA de transición y que deje una DAIA nuevamente fuerte y firme para el recambio generacional que se tiene que dar.
– AMIA se abstiene, seguramente le genera algún tipo de incomodidad que DAIA sea querellante, pero si se suma Judaica sería una DAIA amarilla. Obvio por el Rabino Bergman, ambas opciones finalmente incomodarían al gobierno nacional
– Yo lo que te corrijo es el termino de amarillo. El Rabino Sergio Bergman cumplió una función de Ministro en el gobierno nacional en un momento de su vida, y hoy sabemos que es el presidente del Movimiento Reformista Mundial, no está en Argentina sino que alterna entre Israel o Estados Unidos, y que Judaica está en manos de dirigentes históricos de Judaica, de los cuales yo desconozco sus vocaciones y posiciones ideológicas. Por lo habría que correr eso del medio, ya que sino diríamos que la AMIA está teñida de oficialismo del gobierno de turno, y yo no quiero entrar en esa discusión porque no me parece relevante. Con respecto a la causa hay dos posiciones totalmente diferentes, una fue la posición de la AMIA de no presentarse como querellante y otra fue la posición de la DAIA de llevar adelante la denuncia y la querella, y eso no fue consensuado, pero es otra situación que se tiene que arreglar. Me parece que la causa es un tema más de los múltiples temas y desafíos que tiene la DAIA.
-¿Cómo está viendo a la comunidad, no a la dirigencia actual, sino a la comunidad?
– La comunidad padece los mismos problemas que la sociedad argentina, esto hay que reconocerlo. Ha habido un empobrecimiento muy grande en la comunidad judía, se está viviendo un éxodo de los jóvenes de la comunidad judía muy grande, hay un incremento mes a mes de la aliá, esto lo reflejan los datos que son claros, hay muchísimos jóvenes que emigran a otro países, y esto va a producir un vaciamiento importante para el país y la comunidad. Por otro lado hubo esfuerzos enormes de las instituciones de la comunidad, escuelas, socio deportivas, museo del holocausto, tzedaka, como para poder mantener su vida y sus servicios pero obviamente que la pandemia, el encierro y la lejanía han producido un desacelere de la vida presencial, de la vida comunitaria, y esto va a exigir muchísimo trabajo y obviamente a medida que esto vaya pasando la asistencia social va a ocupar un lugar muy importante, con lo cual vamos a tener que ser muy ingeniosos y trabajar todos codo a codo para entender cuáles son las problemáticas en un país que va a atravesar dificultades obviamente y que la comunidad no es ajena a eso. La comunidad siempre sufre los avatares de la sociedad.
-¿Está en contacto con las instituciones?
– Sí, estamos pidiendo reuniones con las instituciones y tenemos conversaciones. Por eso te decía antes, el partido comienza ahora. A mi criterio el cronograma electoral estuvo mal pensado, porque se tendría que haber tomado en cuenta primero la pandemia y segundo que al mes de septiembre se lo llevan los jaguim y esto distrae recursos humanos además de que imposibilita el trabajo diario de las instituciones. La DAIA en este sentido no ha sido cuidadosa con las instituciones, y es algo que se tiene que tener en cuenta. También hemos recibido comentarios sobre las exigencias con el pago de la cuota, que si bien es una normativa legal, creo que tendría que haber muchísima más plasticidad con muchas instituciones, justamente porque venimos de un año anormal y la DAIA tiene que ser justamente como una entidad de tercer grado que representa a las instituciones, tendría que haber acompañado de otra manera, pero bueno, estas son decisiones políticas que se deciden con un fin. Pero creo que la DAIA como institución administrativa equivocó el cronograma electoral y me parece un error institucional la fecha elegida para las elecciones, y también me parece un error no modificarlo aunque sea 24 horas, ya que la fecha elegida, el 10 de noviembre, es el día de recordación de la noche de los cristales rotos, que comienza la noche del 9 pero la matanza, los asesinatos, las muertes, las detenciones, el incendio de sinagogas, el saqueo de negocios y demás, suceden durante todo el día 10. Me pueden alegar que el acto se hace a las 19:30 horas, es correcto, pero el día 10 la DAIA va a estar todo el tiempo enfocada en el proceso electoral, con lo cual no me parece, como mensaje hacia la comunidad, algo correcto. Esta es mi objeción personal a todo lo que ha sucedido con las fechas y el cronograma electoral.
-¿Cuál es su mensaje a las instituciones, de Buenos Aires y del interior del país?
-Fundamentalmente que tenemos que celebrar que tenemos la posibilidad de celebrar un acto electoral en una de las instituciones a mi criterio más importantes, relevantes y necesarias de la comunidad judía. Es muy necesario que todas las instituciones participen y vayan a votar, porque de esa manera legitiman absolutamente lo institucional. También me parece fundamental que nos demos la posibilidad del debate, que nos escuchemos. Después cada uno elegirá, pero el debate lo tenemos que dar. Y que celebremos una vez más que los judíos damos el ejemplo ante la sociedad argentina y ante el mundo, que estamos unidos incluso en las diferencias y en las disidencias, y que se pueden llevar adelante con absoluto respeto, que no pasa más allá de eso, de un debate de ideas y que la comunidad elegirá lo que considere que es lo mejor.