Inicio ACT. COMUNITARIA Argentina Carne Kasher. El Seminario RL y la Asamblea Rabínica Latinoamericana se suman a la polémica de los sobreprecios

Argentina Carne Kasher. El Seminario RL y la Asamblea Rabínica Latinoamericana se suman a la polémica de los sobreprecios

Por Iton Gadol
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Itongadol.- El seminario Rabínico Latinoamericano y la Asamblea Rabínica Latinoamericana se sumaron a la polémica generada en el mercado de carne kosher en Argentina y afirmaron en un comunicado que “Kasher significa apto, no caro”.

“En las últimas décadas se ha generado en la Argentina un negocio con sobreprecio brutal, en flagrante violación de la Ley Judía y de las prácticas razonables, basado en la industria de la supervisión rabínica sobre los alimentos”, afirmó el comunicado.

“Rabinos que han transformado a la gente en rehenes de sus decisiones ‘halajicas’, y que junto a algunos empresarios han creado una mafia en la provisión y precio de los alimentos Kosher”, continuó el duro documento.

“Apoyamos y alentamos toda nueva iniciativa que, en el marco de la Ley Judía, busque terminar con los abusos y ayudar a la gente, como así también a comprometer a nuestro Kahal a defenderse, evitando comprar con sobreprecios”, concluyó el Seminario y la Asamblea.

El comunicado fue publicado a raíz de la fuerte polémica y las acusaciones cruzadas desde que el empresario argentino Roberto Goldfarb, dueño de la cadena de supermercados mayoristas Diarco, anunció que comenzaría a vender carne kosher a “precios muy razonables, prácticamente como los de la carne común” porque hace años ve “la exorbitancia de precios que está cobrando el sistema kosher de carnicerías y despachos de carne”.

“Me viene dando mucha pena que muchísima gente religiosa, gente que vive con cuatro o cinco chicos adentro de un departamento, pase meses sin poder comprar un kilo de carne. No voy a aceptar los tratos mafiosos del gremio de la carne kosher. Cuando me largue a la calle a vender carne kosher voy a venderla como se debe, quizás un 20 por ciento más caro que la carne común, pero no un 100 por ciento más caro y robándole a la gente con el peso, con la grasa y con los huesos que hay que tirar”, había manifestado el empresario.

El empresario denunció que el frigorífico que debía entregarle el miércoles 30 mil kilos de carne para empezar a abastecer sus negocios después de la festividad judía de Sucot le informó que no iba a entregarle “ni un solo kilo”.

Goldfarb contó que le informaron que “a partir del lunes que viene van a hacer la entrega de la carne, pero corresponde a un tercio de lo que se había programado”.

Ofendido por los comentarios del empresario, el rabino Samuel Levin, director de la Ieshivá Jafetz Jaim de Buenos Aires y supervisor de la carne kosher del frigorífico Gorina, desestimó las acusaciones y justificó el elevado precio de la carne al sostener que incluye supervisiones especiales, entre otros recaudos que se deben tomar y que repercuten en el precio final. “Se tienen unos cuidados que hacen que el proceso sea más lento. Yo trabajo con 30 personas, 10 ‘shojatim’ (quienes faenan la carne kosher) y 20 supervisores, que son especialistas. Por eso se paga”, explicó en diálogo con ItonGadol.

Incluso Levin acusó al empresario de “no cumplir con el kashrut” y de ser un “maleducado” por llamar mafiosos a quienes comercializan carne kosher. “No puede ir cualquiera a hacer una supervisión y certificar la carne kosher. La gente nos compra a nosotros porque sabe que nuestra carne está bien supervisada. Que venda harina o fideos, pero que no se meta donde no debe”, asestó el rabino.

En respuesta, Goldfarb defendió el trabajo realizado por el rabino Yosef Feigelstock, de Jabad Lubavitch, quien supervisa la carne kosher de Diarco, y resaltó que el religioso también tiene a su cargo los controles en las faenas de las carnes que se venden en las cadenas de supermercados Disco y Jumbo.

“El rabino Feigelstock viene supervisando carne kosher hace mucho tiempo, no empezó haciéndolo para mí. Es más, se puede encontrar con la supervisión del rabino Feigelstock en la carne kosher de los supermercados Jumbo y Disco, que es donde los carniceros, que están cansados de la mafia, van a retirar la mercadería de las góndolas, les sacan las etiquetas y las venden cómo carne propia en sus carnicerías”, expresó el empresario.

Finalmente, Goldfarb aseguró que es una cuestión de tiempo, pero que la carne tarde o temprano va a llegar a sus góndolas, al precio razonable prometido para que todos puedan acceder a ella.

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