Itongadol/AJN.- En el marco del Foro Latinoamericano de Combate al Antisemitismo, la embajadora de Estados Unidos para Combatir el Antisemitismo, Deborah Lipstadt, se hizo un tiempo para dialogar con la Agencia AJN. Llegada directamente de Medio Oriente luego de visitar varios países, está en la Argentina para participar del 28 Aniversario del Atentado a la AMIA. Durante la entrevista se refirió también al avión iraní en Argentina, los atentados, el asesinato del fiscal Nisman y su próxima visita a Chile en el marco de una preocupación de la comunidad judía por las expresiones de presidente Boric.
Estamos a menos de 24 horas de un nuevo aniversario del Atentado a la AMIA. ¿Cómo se vincula el Atentado con el antisemitismo?
El ataque a la AMIA está sin lugar a dudas relacionado con el antisemitismo. Fue perpetrado con la intención de matar judíos, de destruir una institución judía y para sembrar miedo en las comunidades judías. Pero fue más que eso. Fue un ataque a la Argentina, a la estabilidad del gobierno, y también fue un mensaje de Hezbollah, por ende de Irán, que transmitió que son capaces de atacar a los judíos en Israel pero también en otro continente.
Están presentes en la platea algunos familiares de las víctimas del Atentado a la AMIA. ¿Usted es consciente de la ayuda que puede significar su presencia para los familiares?
Me avisaron que algunos familiares quizás iban a estar presentes en el Foro, pero no lo sabía con seguridad. Ayer me reuní con Ana Weinstein, una sobreviviente del Atentado a la AMIA. Si mi presencia sirve para traer confort, aportar tranquilidad o ayuda de alguna manera, es algo muy gratificante. Tengo una agenda de trabajo muy intensa, estuve en Israel, en Arabia Saudita, en EAU y de vuelta en Israel, podría haber dicho que luego de estar tres semanas viajando y trabajando arduamente necesitaba descansar, pero vine directamente desde Israel a Argentina, porque tanto yo como mi país, mi oficina, el Departamento de Estado y el Presidente Biden toman este asunto con mucha seriedad.
Hay un avión iraní retenido en Argentina. ¿Irán sigue desafiando o son los países latinoamericanos que se disfrazan de ingenuos y no lo son?
No puedo responder esa pregunta. Pienso que no tenemos demasiada información pública para responder esa pregunta. Lo que sí sé, es que el gobierno de mi país está muy interesado en saber qué es lo que está pasando y ofreció su ayuda para resolver la situación. Claramente es algo muy serio que merece ser tomado de esa manera, para descubrir qué está pasando.
Es muy emocionante ver a una señora que representa a los Estados Unidos con su Estrella de David, en un país donde se sufrieron dos terribles atentados y la muerte o el asesinato de un fiscal.
El Atentado a la Embajada de Israel en Argentina y el Atentado a la AMIA, el asesinato del fiscal Nisman y ahora el avión iraní que no sabemos exactamente qué es, son cuestiones terribles y no solamente ataques contra la comunidad judía, sino también contra Argentina.
Argentina es un país democrático que perdió su democracia por largos años para luego recuperarla, y estas cuestiones deberían ser investigadas seriamente hasta alcanzar la justicia. La justicia debe hacer justicia. Que mi presencia aquí se vea como un símbolo para mi es algo emocionante.
¿Cuál es su mensaje a los lideres de los países latinoamericanos respecto a los cuidados que deben tenerse en relación al antisemitismo?
Si el antisemitismo solo afectase judíos hubiese sido una buena razón para que el gobierno lo termine. Si hay un movimiento que está afectando a un grupo de la sociedad, el gobierno debe detenerlo, tiene la obligación. Pero el antisemitismo es mucho más que eso. Por eso mi mensaje para los lideres latinoamericanos es que el antisemitismo es como los canarios en la mina de carbón (una expresión inglesa que refiere a persona o cosa que sirven de advertencia temprana de una crisis por venir), puede empezar por los judíos pero no termina con los judíos. Y existen grupos como Hezbollah buscando hacer daño. Si se espera sin hacer nada luego será muy tarde.
¿Tendrá encuentros con funcionarios nacionales para ayudar o advertir en la lucha contra el antisemitismo en Argentina?
Sí. Me voy a reunir con Jaime Perczyk, el Ministro de Educación. Es lo que vine a hacer, a hablar sobre antisemitismo, no vine a hablar sobre coronavirus ni el cambio climático ni ninguna otra cuestión. Soy funcionaria del gobierno de Estados Unidos y mi cargo es el de comisionada especial del Departamento de Estado para Monitorear y Combatir el Antisemitismo, por lo que ellos saben a qué vine y sobre qué vengo a hablar.
En su gran viaje reservó un tiempo para viajar a Chile. La Comunidad Judía en Chile no está pasando un buen momento por un presidente que tuvo expresiones entre anti israelíes y antisemitas.
Me reuní con algunos miembros de la comunidad judía chilena, viajaron hasta mi oficina en Washington. Y leí mucho sobre la situación actual de la comunidad judía en Chile. Entiendo que la comunidad judía chilena se siente muy presionada y espero reunirme con ellos, para entender y saber más sobre su situación y transmitirle al gobierno chileno que mi país se toma esta cuestión muy seriamente. No porque seamos un país perfecto, no lo somos, tenemos antisemitismo en los Estados Unidos y estamos muy al tanto, e intentamos pelear contra eso. Pero si hubiésemos esperado a que todo esté perfecto en nuestro país antes de hablar sobre el antisemitismo en otros países, nunca hubiésemos podido hablar.
Usted comenzó su tarea en uno de los lugares más importantes del mundo, donde hace poco cuatro países firmaron los Acuerdos de Abraham. ¿Por qué eligió esa región para dar una señal?
Cuando entré a esta Oficina nominada por el presidente y confirmada por el Senado, tuve que ocuparme de apagar incendios y transformar en cenizas todo lo que tiene que ver con el antisemitismo. Otro lineamiento era crear, construir y hacer cosas positivas. Creo que los Acuerdos de Abraham son parte de ese objetivo.
Estuve en Emiratos Árabes Unidos, en Arabia Saudita y en Israel, y más importante que mi visita a dichos países fue cómo me recibieron, cómo me trataron y con quiénes me reuní. Pude haber sido recibida por sub ministros y secretarios, sin embargo, tanto en los EAU y Arabia Saudita tuve encuentros con personal jerárquico del más alto nivel de ambos gobiernos. No solamente me reuní con ellos, sino también con la prensa, que difundió los encuentros y con representantes de diferentes ONG.
No quiero decir que todo es perfecto en esos países, porque no es cierto, como tampoco lo es en mi país, Estados Unidos, pero vi una gran voluntad de abordar y enfrentar la propagación del antisemitismo. Esto es particularmente significativo porque hace 15 o 30 años atrás, en esta parte del mundo era donde se diseminaba el antisemitismo.
¿Cree que hay un nuevo Medio Oriente tras las firma de los Acuerdos de Abraham?
Es una pregunta compleja que no puedo responder, lo que sí puedo decir es que encontré en estos países el deseo sincero de muchas personas, gobiernos y organizaciones no gubernamentales, de hacer frente a esta cuestión, de abordar este problema y reconocer el hecho de que en el pasado las cosas se hicieron de otra manera.
¿Cree que el mundo palestino está observando de manera correcta este cambio de paradigma?
No puedo hablar por el pueblo palestino. Pienso que la disposición de los dos países que visité, es decir los EAU y Arabia Saudita, y la de Marruecos, Bahréin y algunos otros países de la región, de abordar esta problemática, de enfrentar el antisemitismo, la voluntad de estos países de resolver este asunto, es algo que habla por sí mismo y solo puedo decir cosas buenas al respecto.
En mi país y en el Departamento de Estado de mi país, con el cual trabajo, hay mucha gente trabajando con voluntad y con mucho esfuerzo para intentar resolver el problema geopolítico de Israel y Palestina. Nadie le quita importancia al asunto, pero en relación al antisemitismo son cuestiones diferentes, son problemas diferentes.