Itongadol/AJN.- “Las cosas que se subastaron, a nuestro criterio debieron haber sido destruidas”, expresó el director de la oficina de Jerusalem del Centro Simon Wiesenthal, Efraim Zuroff, en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN) al conocerse que un argentino había comprado el saco del uniforme de Adolf Hitler y otros objetos de jerarcas nazis en una subasta en Múnich. Por su parte, el director del Centro de Relaciones Internacionales, Shimon Samuels, descontó que Mauricio Macri “luchará contra el extremismo en Argentina”.
“No conozco la identidad de la persona que compró estas cosas, ni los motivos de por qué los compró. Si los compró para exhibirlos en un museo, es una cosa; pero si lo compró para construirle un altar a Hitler, es una historia completamente distinta”, agregó, respecto al episodio que ocurrió en la casa de subastas Hermann Historica en Múnich, cuando este hombre, que se negó a revelar su identidad – sólo dio su origen argentino – adquirió el saco del traje que le perteneció a Adolf Hitler por 275 mil euros, un pantalón negro también de Hitler por 62 mil euros y la radiografía de la cabeza del “führer” por 21 mil euros. Además, adquirió el reloj del lugarteniente de Hitler Hermann Göring por 42 mil euros, el camisón de seda con unos calzoncillos de seda de Göring por 3000 euros y el recipiente para el veneno con el que se suicidó, pocas horas antes de su prevista ejecución en 1946, por 26 mil euros.
Los objetos pertenecían al doctor estadounidense John K. Lattimer, encargado de la supervisión médica de los acusados durante los juicios de Núremberg contra los jerarcas nazis. Lattimer reunió una colección privada con objetos personales de todo tipo de las principales figuras del Tercer Reich.
“Cuando subastás estas cosas, corrés el riesgo de dejarlas habilitadas para las personas que lo pueden comprar por los motivos equivocados”, remarcó Zuroff.
Por su parte, el director del Centro de Relaciones Internacionales del Centro Simón Wiesenthal, Shimon Samuels, en una respuesta más que contundente, afirmó a AJN que la “persona que le interesa pagar tanto por las bombachas de Göring y una chaqueta de Hitler tiene algo mal en la cabeza”.
“Diría que primero es un escándalo meter estas cosas en una subasta pensando que va a traer un precio tan extravagante. Me parece que esto es para una colección privada, y entusiasma a los jóvenes neonazis”, expresó y sostuvo que se debe conocer la identidad de la persona que compró estos objetos, “porque tiene una obligación hacia la opinión pública, decir por qué le interesa tanto y por qué tiene tanto valor”.
Por último, Samuels destacó que "los medios de comunicación pueden exigir la publicación de la identidad de esta persona, para que pueda explicarse y decir si es un simpatizante de los nazis".
"Estoy seguro de que con el nuevo gobierno de Mauricio Macri, que hace un mes se comprometió con nosotros a luchar contra el extremismo en Argentina, este puede ser un caso importante para mostrar que el extremismo no existe sólo en la violencia sino también es influenciar a los jóvenes. Sería útil tomar este caso como un caso pedagógico”, concluyó.
La noticia de la subasta de estos objetos provocó un fuerte repudio por parte de la comunidad judía alemana e internacional.